Lidiar con un alfa no es fácil. Especialmente cuando es tu padawan. Los últimos cien años los omegas se han vuelto una casta escasa, sobre todo los omegas varones, volviéndose aún más valiosos en un mundo plagado de Alfas y Betas. El tráfico de Omeg...
Intenté seguir la línea temporal de Clone Wars, pero fracasé estrepitosamente. Así que: línea temporal del canon, ¿Qué es eso? lo siento mucho JKSAHDJKAHDA.
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XXIX. 'Cause when you're gone, all of the colors turn to grey.
Anakin encontró a Ahsoka en el puente del Resolute, absorta en sí misma, mientras atendía una de las tantas heridas que cubría su brazo izquierdo. Sus dedos, de forma torpe, intentaban cubrir la herida con el vendaje que tenían a su disposición dentro de la nave. Habían vuelto recientemente de un ataque de los separatistas, y exitosamente, logrado capturar a los implicados en aquella batalla, consiguiendo que los escuadrones enemigos se retiraran. Era su cuarto día por el hiperespacio, finalizando rápidamente con su segunda misión. Anakin sabía que era cuestión de tiempo, o tal vez solo un par de minutos, para que los Maestros se comunicaran con ellos designándoles otro encargo. Así era como funcionaba todo, una vez se hallaban por el hiperespacio. La guerra no conocía de descansos. Anakin, incluso, pensaba que las dos semanas de visita en Coruscant bien podrían haber sido un sueño, una ilusión.
Solo que la prueba de no lo había sido estaba frente a él, condensada en la figura de una adolescente. Vio a Ahsoka fruncir el ceño, apretar los dientes y dar la vuelta a su brazo con el vendaje, sin éxito alguno. En aquel momento, la juventud de Ahsoka se reflejaba en el olor de cachorro que llenaba aquella zona de la nave, mientras los soldados caminaban alrededor de ellos, agitados luego del enfrentamiento. Anakin respiró profundamente, percibiendo a través del aire la esencia de un-una cachorra herida. Apretó su mandíbula, sintiendo un picor en las yemas de sus dedos aún humanos, el impulso violento de protegerla amenazaba con desatarse. Anakin no recordaba lo que un simple aroma, que no fuese el de Obi-Wan, pudiera afectarlo tanto, al menos no... de aquella forma. La galaxia estaba llena de Alfas y Betas. Anakin estaba acostumbrado a reaccionar de manera negativa frente a Alfas. Ahsoka era una niña y despertaba en él instintos extraños, similares a los que evocaba Obi-Wan.
Anakin se acercó a ella de manera vacilante, ignorando sus propias lesiones y el dolor que traía consigo la guerra en su cuerpo. La armadura pesaba tanto como si estuviese vistiendo plomo. Ahsoka elevó su mirada hacia él, y un atisbo de vergüenza cruzó su semblante, pausando inmediatamente sus acciones.
──Anakin, Ma-Maestro...
──Déjamelo a mí, Snips. ── contestó Anakin justo frente a ella, mientras sus ojos observaban la llaga entreabierta de su músculo, con la sangre coagulando. Para Anakin era un escenario familiar. El bullicio de los soldados, la negrura del espacio, el ruido de la nave. La sangre coagulando, las quemaduras, la piel entreabierta, y por sobre todo el olor a hollín, tierra y cobre. El acto de curarse sus propias heridas, como alguna vez lo hizo él como un padawan, a su Omega. Ahsoka parecía aturdida ante el escenario inusual. Anakin había olvidado, o quizás no hubiera querido pensar en ello, que Ahsoka solo llevaba siendo una padawan apenas cuatro días, y que la realidad de la guerra repercutía en ella tanto, o más, que en él. Un escenario tan sencillo como el tratar sus propias lesiones, no resultaba serlo cuando el mundo apenas se abría ante ella. ──, eres torpe, y lenta. Primero debes limpiarlo o puede infectarse. ¿No enseñan sentido común a los iniciados en el Templo?
