Cambios de vida

Capítulo 19.-Amor

Se oyen risas.

No puedo respirar.

Abro los ojos y veo todo negro.

Algo me asfixia.

Me duele la garganta.

Comienza a pesarme la vista.

A lo lejos veo una luz.

Una voz familiar me habla.

¿Abuela?

Me sonríe.

Quiero abrazarla.

No, no. 

Está lejos.

Esa voz pide que me vaya.

No es mi momento.

Me despierto agitada, la luz de la ventana hace que entrecierre los ojos. 

Ha sido un sueño.

¿Entonces lo de Madison ha sido una simple pesadilla? Parecía tan real...

Un Nathan preocupado se acerca a mi. 

- ¿Un mal sueño?

Asiento. 

-Ven aquí.

Sus brazos cálidos me rodean. Aspiro su aroma. Nathan es mi lugar seguro. 

-Bueno, ¿quieres desayunar? No has comido desde ayer.

-Lo sé, pero no tengo hambre.

-Venga, sólo un poco. Lo necesitas.

Al final, acepté. 

Mientras que como un trozo de tostada, me cuenta que su hermanastra se había marchado de nuevo a Italia.

-¿No volverá más?

- Más le vale que no. Sino ya me encargaré yo.- dijo mientras me daba un beso corto en la comisura de los labios.

Más tarde, me ayudó a vestirme para dirigirme a la consulta del doctor.

-Buenos días, señorita Thatcher.

Le sonreí.

-Vamos a ver como sigue su pierna.

Tras una serie de pruebas, el doctor comenta que la operación ha sido exitosa y que podía marcharme a casa, siempre y cuando estuviera de reposo y atendiera a la rehabilitación.

-No se preocupe, yo me ocupo de ella.

De un momento a otro, Nathan me carga en brazos y salimos del hospital.

-¿A dónde crees que vas?.- le miré con una ceja enarcada.

-A mi casa. ¿No es obvio?

-¿A tu casa? Yo me voy a la mía.

-De eso nada. Te vienes conmigo. Mi padre no está.

-Me da igual. ¿Qué pasa con mis padres?

-No me importan.- dice mientras me sienta en el coche con delicadeza.

-Pero, ¿qué es...

No termino la frase cuando me coge del mentón y me besa. 

-Sarah, te quiero pero algunas veces eres tan pesada...

-¡Eh! Yo no soy...

-¿Lo ves? Eres muy muy pesada.

-¡Qué no!