En un día un tanto soleado con una leve brisa primaveral, un azabache se encontraba en la punta de un acantilado pensando que haría de ahora en adelante ya que había cumplido su objetivo de vengarse. En el fondo tenía bien en claro lo que quería hacer: volver a la aldea escondida entre las hojas. Pero no quería hacerlo por mero orgullo, ¿Qué pensará la gente de él? Eso le importaba poco, la mejor forma de formular la pregunta sería: ¿Qué pensará Naruto de él? Tiene miedo, aunque no lo demuestre, miedo de el rechazo, de que el rubio se haya cansado de seguir buscándolo y que ahora cuando él vuelva, Naruto lo mirará de la manera más fría posible y no le hablara más, y la única razón por la que regresaría era por su único lazo que tenía con la aldea, Naruto.Nunca olvidará el momento en el que lo vió por primera vez desde que eran niños, sigue recordando ese día como si fuera ayer. Estuvo a punto de decirle que lo necesitaba, que lo extrañaba(eso no es muy típico de él, jamás diría eso, sólo lograría quedarse sin dignidad y el es un Uchiha muy digno), pero su venganza lo detenía, iba a verse muy débil y nunca podría matar a Itachi.
Después de salir de su ensoñación contempló el hermoso paisaje que tenía al frente de él, el cielo despejado con unas pocas nubes alrededor, el sol brillando no tan intensamente y el azul del cielo que se asemejaba a los ojos de él.
Ay no, otra vez tú pensando en él, supéralo.
Se decía a sí mismo, aún no sabía que era lo que sentía por el dobe.
De un momento a otro sin saber porqué pensó en Itachi, un dolor punzante se instala en su pecho y las ganas de llorar no le faltaban, trataba a toda costa de no hacerlo, debía superarlo, pero, había pasado todo este tiempo odiándolo sin saber la verdad, había sido tan tonto como para creer esa mentira tan tonta. "Sólo lo hice para probar mis habilidades", Itachi no era así y él lo sabía. Pero ahora gracias a él tiene estos ojos.
Vuelve a la realidad por segunda vez y decide empezar su camino hacia Konoha con un sentimiento extraño instalado en su pecho.
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Estaba caminando por las calles de Konoha dirigiéndose hacia su lugar favorito para desayunar, almorzar o hasta cenar. Sí, iba en dirección hasta Ichiraku Ramen.
De solo pensar en el ramen recién hecho se le hacía agua la boca.
Quería olvidar por una vez a Sasuke y su búsqueda comiendo un delicioso tazón de su preciado ramen.
Había llegado saludando a las dos personas que atendían ahí pero no se había percatado de que había otra presencia.
Pidió su tazón de ramen con su característica sonrisa y actitud. Mientras comía sintió que alguien lo miraba fijamente, trató de ignorarlo y no mirar hacia esa dirección, pero le ganó la curiosidad y se topó con una cabellera azabache conocida y decidió saludarla para no parecer maleducado.
-Hinata -saluda alegremente.-, ¿Que te trae por aquí?
-Oh, Na-Naruto-kun -dijo mientras se sonrojaba.
Es una chica muy extraña, pensó el rubio. Cada vez que lo saludaba siempre tartamudeaba y se sonrojaba, ¿Qué le pasaba? ¿Estaba enferma o algo?
-Yo vengo aquí a comer ramen, m-me gusta mucho -expresó jugando con sus dedos.
-¿Si? Pues a mi también, amo el ramen, vivo por el ramen.
Hinata le sonrió a este ligeramente, claro que lo sabía, por eso había estado llendo estos días a el lugar, para poder interactuar con él.
-Bueno, a lo que vine. ¡A comeer!-dijo el rubio antes de devorarse lo que le quedaba de ramen - Fué un placer hablar contigo, Hinata-expresó éste -, peeero, tengo que irme de volada a ver si me encargarán otra misión. ¡Nos vemos!
-A-adiós -logró decir, otro intento fallido para por fin poder acercarse a Naruto.
. . .
Era una excusa muy tonta para sacarse a Hinata de encima pero no era del todo mentira, ya era hora de que le asignaran una misión a mi equipo.
Camina sintiendo la brisa primaveral chocando con su cara y se relaja inconscientemente mientras cierra sus ojos y se olvida de todo y deja que el viento lo guíe hacia algún lugar.
Sin darse cuenta llega hasta el antiguo campo de entrenamiento del equipo 7 y los recuerdos comienzan a llegar; recuerda la vez que Kakashi les hizo la prueba y el estaba atado al tronco, Sasuke le quizo dar de su comida aunque fuera en contra de las reglas.
-Sasuke...-formula.
Sentía melancolía pura al recordar esos tiempos en donde sólo se preocupaba por ser más fuerte y superar al azabache, ahora sólo quería tenerlo de vuelta por la promesa que le hizo a Sakura, pero, ¿Era sólo por eso? Se trata de convencer de que es por eso.
No entiende que es ese sentimiento que tiene instalado en el pecho cada que piensa en él, cada que recuerda todo. Era su amigo, tenían una conexión muy fuerte que tal vez sólo era porque compartían un dolor similar al de perder a tu familia.
"No es lo mismo, tu nunca conociste a tus padres y es más doloroso cuando tenías un vínculo con ellos", recuerda sus palabras y se da cuenta de que es verdad pero, ¿Tanto esfuerzo por una venganza que al final de todo te hará sentir vacío? El sólo quería que Sasuke fuera felíz y que volviera a la aldea con ellos para que no se sintiera solo. Él sabía que en cualquier lugar en donde esté Sasuke, se siente sólo, sólo y roto, y el quiere ayudarlo a sanar, a unir esas piezas de su corazón que se han ido rompiendo cada que iba pasando el tiempo.
Sasuke, vuelve, te extraño.
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Nota de la autora: Hola, es la primera vez que escribo un fanfic y les quería decir que si encuentran algún error ortográfico o algún error en la historia les pido perdón, trataré de arreglarlo luego. Y, se que es un capítulo corto pero luego veré si hago unos más largos.
Bye.
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YOU'RE FALLING IN LOVE || SASUNARU
Fanfiction¿Qué debería hacer si un amigo de la infancia vuelve inesperadamente a la aldea? ¿Qué es esto que siento cada vez que estoy a solas con él? Si en algún momento lo descubro, ¿será demasiado tarde para decirle lo que estoy sintiendo?