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Había pasado como media hora y yo seguía sin poder dormir, solo veía a mi madre dormir plácidamente y escuchaba la tranquila respiración de Chris.

Hasta que unos sonidos me alertaron. 

Eran balazos.

—Carajo —susurré, me senté bien en el lugar y me quedé callada.

—¿Hana?

Volteé a ver a Chris que estaba ya levantado mirando hacia mi lugar. 

—¿Estás bien? —preguntó a lo cuál asentí, él se asomó por la ventanilla para saber que estaba pasando—. Escuchaste lo mismo que yo, ¿cierto?

—Creo que es más que obvio que los tres escuchamos los balazos, idiota. —habló mi madre logrando asustarnos.

Bang no dijo nada, miró de nuevo la ventana.

—¿Ves algo? —pregunté.

—En realidad...

La puerta de la camioneta se abrió de golpe asustándonos a los tres y evitando que Chris terminara lo que tenía que decir. Era Minho.

—¿Qué?

Tomé un vaso y se lo arrojé. 

—Imbécil. —susurramos Chris y yo al mismo tiempo.

—Todo está bien —dijo Lee—. Vine a despertarlos ya casi entramos al último turno. 

Suspiré de alivio y recargué mi espalda en los asientos.

—¿Quién carajos está disparando?

—El anfitrión, está muy borracho pero todo está bien, no hay de qué preocuparse.

Salimos de la camioneta y volvimos al escenario. No pasó nada fuera de lo normal, todo iba bien, el ambiente era excelente, nos estábamos divirtiendo pero también nos estábamos cansando de apoco. Casi eran la una de la mañana, y finalmente terminamos.

Fuimos a la camioneta subimos y coloqué mis pantalones aprovechando que no había nadie.

Coloqué mis tenis y llegó Alex con la sorpresa que nos habían contratado una hora más.

—Pueden quedarse así solo tocamos ese turno y nos vamos.

Volvimos a estar en la camioneta mi madre, Chris, Minho y yo. 

Minho salía en ciertas ocasiones y en una de ellas le habló a Bang para que fuera a cenar.

Bang quería que fuera a cenar, pero yo me sentía demasiada llena como para comer a las dos de la madrugada.

El último turno pasó normal, moría de sueño hasta que Chris se acercó para decir—: Que lástima que hayas puesto ese pantalón en tus lindas piernas.

Sabía que ya le estaba haciendo efecto el alcohol.

Me ahorré mis comentarios y no sucedió nada más.

Al terminar subimos todos a la camioneta fuimos hasta atrás para cambiarnos los vestidos que aún llevábamos como blusa.

Al colocarme mi blusa una parte se quedó atorada en mi cabello y cuando logré zafarme cubrí mi cuerpo y pude notar que Chris me había visto, no dije nada solo evité mirarlo, coloqué mi chamarra y fui a los asientos en los que estaba.

—Dios... —susurró Bang—. Como me encanta el color negro.

Tosí repentinamente al saber que se refería al color de mi sostén.

Se sentó atrás de mi.

Por un rato estábamos conversando, Mi madre y Youngjae fueron los primeros en dormir. Los demás seguíamos hablando y fue cuando Mingi me habló. 

—Hana, escuché la nueva canción de Bangtan, se llama Dynamite, ¿no?

—Sí, Mingi, te felicito por tu buena decisión de escuchar a mis nenes.

Mingi colocó la canción y todos escucharon.

Ya casi al terminar la canción la quitaron y siguieron hablando.

Apagaron las luces, solo alumbraban mi luz y la del conductor.

—Hana, apaga tu luz. —habló Chris.

—No.

Bang tomó mi mano y apagó la luz de mi lugar.

Cerré mis ojos hasta que sentí como Bang se recargaba en mis asientos.

Sus brazos estaban en los respaldos, su cara en sus brazos y tenía una sonrisa en los labios.

—Hola. —musitó.

Tomó mi mano y la acarició con delicadeza. Recosté mi cabeza cerca de nuestras manos y él con su otra mano acariciaba mi cabello.

Lo miré, sus labios rosados estaban siendo presionados por sus dientes, su mano acarició en vez de mi cabello mi mejilla, acunó mi rostro entre su mano. Dejé llevarme por la sensación, cerré mis ojos y disfruté de su tacto. Moví mi cabeza para que me siguiera acariciando, abrí de nuevo los ojos y llevó su mano hacia mis labios. 

Los chicos ya estaban casi durmiendo así que no hice ningún ruido.

Su pulgar estaba en mis labios, lo miré fijamente tratando de descifrar lo que quería.

Movía su pulgar de arriba hacia abajo, logrando que mis labios se movieran.

Apretó mi labio inferior logrando que bajara. Abrí ligeramente mi boca.. El ambiente se tornó muy caliente, mi respiración se volvió un tanto pesada igual que la de él.

Hice algo que jamás creí hacer.

Abrí boca lo suficiente como para meter su pulgar en mi boca, él solo miraba y seguía mordiendo su labio. 

Dejé su dedo en mi boca por un momento dejando que se empapara de mi saliva, pasé mi lengua por su dedo hasta sacarlo de mi boca. Sonreí y solté su mano para después colocar mi gorra y cerrar los ojos.

Lo miré en un corto tiempo, pude ver como ocultaba su rostro en sus brazos, cerré de nuevo mis ojos, sentí un leve apretón en mi mejilla y sentí como se acomodaba en su lugar para intentar dormir.

Mordí mis labios procesando lo que acababa de hacer. Pero no me arrepentí en lo absoluto.

 Pero no me arrepentí en lo absoluto

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✧ OH MY, OH~!¹ | CHRISTOPHER BANG. ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora