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El evento transcurrió de manera normal. No hubo besos ni caricias de por medio, Chris estaba lo suficientemente sobrio como para pensar en que alguien podría ver y agradecía eso.

Mingi alzó las manos para que yo no pudiera alcanzar mi celular que minutos antes me había arrebatado Lee.

—Enserio Hana, tienes que dejar de ver esta pantalla, te quedarás ciega.

—Sí, tanto como tú, no me interesa, devuelvanme mi celular.

—¿Quién es “Yoonie”?

—Qué les importa, ya denmelo o gritaré.

—No nos importa, hazlo y te regañaran.

Buen punto...

Suspiré y me crucé de brazos.

—Vamos estirate un poco más, ¿o te traemos una silla?

Christopher se burló y golpeé su brazo haciendo que se quejara.

Él me miró y siguió riendo.

—Diles que me den mi celular o te vuelvo a golpear.

—¿Y a mí porqué? pégale a él.

Bufé y estiré mi mano.

—Ven por él.

Golpeé con fuerza su espalda y cerró los ojos.

—Bien, bien, ya, toma.

Guardé mi celular en mi chaqueta y suspiré. Me habían hecho enfadar, no por el hecho de que me arrebataran el celular, si no porque leyeron parte de mi conversación con Yoongi.

—Oh, vamos Hana, no le diremos a tu madre que tienes un pretendiente.

Rodé los ojos y miré hacia los camerinos de la academia de baile. Abrí ligeramente mi boca al ver como uno de los chicos se quitaba su camisa frente a mis ojos.

Reí por inercia y desvíe la mirada, alguien había cubierto mis ojos y sentí su respiración cerca de mi cuello.

—¿Qué te dije?

Quité sus manos de mi cara y sonreí para después mirarlo.

—No recuerdo.

Miré hacia el frente mientras ponía mi cabello hacia atrás y volví a mirarlo.

—Ahora resulta que no recuerdas.

Me encogí de hombros y volví a dirigir la mirada hacia aquellos chicos, uno de ellos, el que momentos antes se estaba cambiando de vestuario me sonrió y me saludó.

Imité su acción, de pronto sentí su mano apretar mi cintura haciéndome quejar.

—Auch. —susurré.

—Te dije que no me engañaras.

—¿Tú sí puedes ver a otras chicas pero yo no? —reí— Que interesante, no me importa en lo más mínimo, además, no eres nada mío.

Chris solo sonrió y tomó un largo trago de su bebida para seguir hablando con Jackson.

Mi madre llegó después de atender una llamada.

—Hana, ¿tienes hambre?

—No mucha.

—¿Van a cenar? —preguntó Jackson.

—Sí, pero no sé qué quiera Hana.

—¿Y sí pedimos pizza?

—No tengo antojo de pizza. —contesté mientras ponía mi cara en mis manos.

✧ OH MY, OH~!¹ | CHRISTOPHER BANG. ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora