❝ Se decía que la forma más fácil de matar a la tentación es terminar cediendo a ella. ❞
Cansada de ser la típica chica inocente e introvertida, Hana decide experimentar el peligro y la adrenalina de mano del amigo de su madre, Christopher Bang...
Estaba enojada conmigo, aún. Suspiré por todavía seguir pensando en aquel beso. Solo quería olvidarlo y hacer como que nada pasó. Y si Bang aún no había dicho nada significaba que el efecto del alcohol en él sí hizo efecto. Esperaba...
Mi cuello me dolía, cada que me daban ataques de ansiedad tenía un dolor en mi nuca que me hacía casi llorar.
Miré como Mingi me miró desde su lugar y sonrió. Fingí una sonrisa. Ahora me sentía muy incómoda, pues si Mingi trató de besarme justo después de que Bang lo hiciera, significaba que él había visto los besos anteriores de cualquier otra forma, no se hubiera atrevido a querer besarme. Jamás.
Jinyoung se acercó y quitó el pandero de mis manos, reí al ver como no agarraba el ritmo.
—Esto es una porquería, te sale mejor a ti. —me devolvió el pandero y mire hacia abajo, donde estaba una maquina de humo y ahí estaba Hyunjin haciéndola funcionar— ¿Ya te habló?
—¿Qué?
—Hwang, ¿ya te mandó mensaje?
—Oh, no, aún no.
—Que cobarde, si supieras todo lo lindo que me dice de ti, sería mejor si te lo dijera en persona... Pero tu mamá le da miedo.
Reí y me encogí de hombros.
—Es una lástima.
—¿Quieres que le diga algo?
—Umh.. No, solo que tenga en mente que no siempre voy a estar disponible para él.
Jinyoung rió y asintió con la cabeza.
—Sí, y sobre todo porque tienes ligue con el hijo de los dueños.
—¡Eso ya pasó! Él no me interesaba y además nunca me dijo que yo le gustaba, hasta la fecha me mira y solo agacha la cabeza. Yo soy bastante tímida como para que mi novio también lo sea, y peor que yo. —reí.
Billie aventó un globo hacia mi dirección, Jinyoung lo miró y sonrió.
—Hana, por dios, hasta a los niños de ocho años les gustas, ya dame tu secreto.
—¡¿Cuál secreto?!
—¿A veces, Billie no te fastidia? Digo; es que siempre veo que te golpea los brazos y piernas, solo para llamar tu atención.
—Ugh, si supieras cuantos moretones no he tenido estas semanas. A veces sí es fastidioso, es muy empalagoso y claro, es un niño pero golpea como un niño de doce.
Jinyoung rió, nos quedamos un rato en silencio.
Miré como Chris nos miraba. Y Jinyoung también lo notó.
—¿Qué? Ya es tu novio.
—¡¿Qué?! ¡No, no no! Solo, no.
Pero se acercó.
—Deja a mi novia.
Abrí los ojos como platos y miré a Park sonreír. Chris había pasado su brazo por los hombros de Jinyoung.
Bang estaba un poco ebrio, había tomado durante el evento y aunque no lo estaba del todo, se podía notar con las cosas que decía y su manera de hablar.
—¡Tiene dieciséis! Podría ser mi hija. Aunque está muy bonita.
Fruncí mi ceño y reí, golpeé su hombro y él solo rió.
—Es mi mujer.
—¿Eres su novia?
—¡No! Solo dice estupideces porque está borracho.
—¿Ah sí?
—Sí. —dije entre dientes.
—A ver, si es tu novia, besala.
—¡¿Qué?! No, ¿Porqué? No hay ninguna nece-
Chris me abrazo, me inclinó y estuvo a punto de besarme de no ser porque yo me tiré al suelo.
Jinyoung rió al igual que Lee quién ya estaba observando.
Park me ayudó a levantarme y todos se fueron de mi lugar.
.
Nuestro turno estaba por terminar, mi mano ya me dolía por ser golpeada con el pandero.
Miré la hora en mi celular para después tirarlo en una alfombra.
Miré como Chris bebía del vaso que tenía alcohol y mientras lo bebía me miraba.
—¿Ya me vas a decir que tienes?
Se acercó a mí y pasó su brazo por mis hombros.
—Apestas a alcohol.
—No respondes mi pregunta.
—No tengo nada, Christopher.
Miré a Lee reír y después desvío la mirada. Suspiré y cerré los ojos, seguramente ellos ya sabían algo.
—Creo saber que tienes.
—No me interesan tus teorías.
Bang rió, se colocó frente a mí y acarició mi barbilla.
—Si fue por lo de la semana pasada, bien lo lamento.
Ay mierda, ¿porqué el efecto del alcohol solo funciona en ocasiones innecesarias y cuando se requiere no hace ni una mierda?
El destino me odia.
Quité mi cara de su mano y lo miré.
—Déjame en paz.
—Tranquila, solo fue un beso.
—¡¿Uno?!
—Bien, no volveré a hacerlo, lo prometo.
Me sentía más tranquila. ¿Acaso esperaba esto? ¿Una simple disculpa de su parte? No lo sé.
Pero ahora no quería disculpas. Sentí de pronto esa necesidad por volver a tener sus labios. Sabía que me arrepentiría después, pero a la mierda. Quería divertirme. Era demasiado joven para lamentarme de mis errores. Aunque moralmente estuviera mal. Y es que Bang sí me llegó a gustar desde antes.
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