007| ¿Dustin? Un genio.

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—¡Steve! —exclamó, queriendo hacerle saber que no estaba solo

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—¡Steve! —exclamó, queriendo hacerle saber que no estaba solo. Se acercó y cogió un remo que estaba delante de ella, comenzó a golpear sin pudor a los murciélagos que cogían a Steve de los tobillos.

—Rai —musitó el chico, casi sin voz, señaló su abdomen—, aquí...

—Claro, perdona—Raine comenzó a librarse de los murciélagos que mordían a Steve del torso para arriba — ¡Lo siento! —grito al sentir como golpeaba la piel de Steve y no un murciélago, el chico tan solo soltó una queja silenciosa—, Dios cuánto lo siento —continuó pero los murciélagos se multiplicaban— ¡Por que nací tan torpe! —exclamó con frustración y miedo al ver llegar más.

—¡Aquí tienen malditos! —Raine sintió un alivio enorme al escuchar a Robin gritar aquello detrás de ella. Se volteó y sonrió un instante al ver que detrás de su amiga también se encontraban Nancy y Eddie. De inmediato continuó deshaciéndose de las horribles criaturas chillonas.

Robin comenzó a pisar a un murciélago, hasta que la cabeza se despegó del cuerpo. Nancy ayudaba a Raine con Steve y Eddie procuraba alejar a los otros que se acercaban.

—¡Nancy detrás de ti!

—¡Raine!

Tarde. Un murciélago le dio un mordisco en la pierna, logrando que cayera al suelo con un golpe seco.

—Mierda —murmuró con dolor. Y cuando un murciélago se colocó en su cuello todo lo demás desapareció por unos momentos. Solo escuchaba su propio aullido de dolor.

Con la visión borrosa logró ver un momento el rostro de Steve delante de ella, y en un segundo el chico se encontraba cogiendo al murciélago por la cola y azotándolo contra el piso, sin pena. Lo separó en dos y escupió mucha sangre.

Raine cogió un poco de aire y se puso de pie. Se acercó a su amigo, preocupada.

—Steve —llamó, y este se dio la vuelta con una mueca de dolor—, Steve ¿Estás bien?

—¡Me cago en todo! —exclamó Eddie lanzando el remo.

—¿Estás bien? —volvió a preguntar la chica, ignorando su dolor de cabeza. Trago en seco al ver la herida en el torso de Harrington.

—Me han arrancado bastante carne—murmuró Steve, mientras Raine le giraba para inspeccionar su espalda—. Pero quitando eso, si, estoy de maravilla —frunció el ceño al ver los cascos de Raine en sus hombros —¿Rai?

—¿Si? —la chica le miró.

—¿Nadaste con tu walkman?

—¿Qué? No... Oh —cerró los ojos un momento—. No lo pensé mucho al lanzarme yo... joder —se llevó los dedos al entrecejo—, enserio que lo fastidio todo.

—¿Estos murciélagos tendrán la rabia? —la pregunta de Robin interrumpe su corta conversación.

—¿Qué?

KILLER QUEEN | Steve HarringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora