009| Seis Harringtons

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—¿Cómo lo llevas? —preguntó Raine, con una media sonrisa

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—¿Cómo lo llevas? —preguntó Raine, con una media sonrisa.

—No tan mal —sonrió Steve, la miró unos instantes antes de regresar su vista a la carretera—. Teniendo en cuenta que es... una casa.

—Ya —asintió la castaña—. Bueno, realmente me gusta —observo un poco a su alrededor—. Para vacaciones debe ser muy útil.

—Si —sonrió el chico—, en realidad... bueno, es una tontería, pero, siempre he soñado con tener una familia numerosa.

—¿Enserio? —alzó una ceja, ofendida —¿Y cómo es que no lo sabía?

—No lo sabes todo de mi.

—Claro, claro, miéntete si te hace feliz.

—El punto es —soltó una risa nasal—, que siempre he soñado con esta familia. Una verdadera tropa de Harringtons, vaya. Cinco o seis hijos.

—Alto ahí —río Raine—, te amo y estoy segura de que encontrarás a la chica indicada pero lo que te puedo asegurar es que no encontrarás a una que quiera tener seis hijos.

—Seguiría con mi sueño si alguien no me interrumpiera... —la miró un momento, alzando una ceja.

—Bien, perdona.

—Entonces, si, seis pequeñajos. Tres niñas, tres niños —sonrió con la vista fija en la carretera—. Y cada verano... me imagino que todos los Harrington cogeríamos algo como esto y... recorreríamos el país. Ya sabes, las Rocosas, el Gran Cañón... Yellowstone, quizá. Acabaríamos el viaje en algún pueblo costero de California. Pasaríamos una semana en la playa, haciendo surf o algo —volteó a verla— ¿Por que me miras así?

—¿Así como? —río ella.

—No lo sé... extraño.

—Pues —soltó un suspiro y sonrió un poco—. Me pareces bastante adorable ahora mismo.

—¿Adorable? —preguntó con una mueca, parecida a una sonrisa.

—Si, jamás pensé que pensarías en ese tipo de cosas... ya sabes, familia, hijos —dirigió su mirada a la carretera—. Tienes razón, tal vez no te conozco al cien por cien—le miró de nuevo y sonrió —. Todo aquello suena bien.

—¿Si?

—Si —sonrió —. Bueno, claro, excepto lo de los seis hijos, suena a una pesadilla, de las malas, muy malas.

—¿Acaso hay pesadillas buenas?

—El punto es que, los seis hijos son una locura.

—Bueno, práctica no me falta —señaló a atrás, con una sonrisa.

—Ya, en eso concuerda —río Raine—, lo tienes controlado.

—Si —suspiró él, su sonrisa disminuyó —. Aunque tienes razón, la chica es inalcanzable —asintió a sí mismo con una mueca—. Hemos visto, y por experiencia, que no soy la mejor persona en una relación.

KILLER QUEEN | Steve HarringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora