capítulo 5

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Le estamos dando duro a esto de actualizar mis fics jajaja.

Ya saben que si apoyan seguiré actualizando, de lo contrario pues se quedarán las historias en el olvido.

Ahora si, comencemos.

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En la vida existen momentos incomparables, cosas inexplicables y personas inolvidables.

Eso lo sabía perfectamente la diosa de la belleza quien, como ya era costumbre, veía la bella ciudad de Orario.

Esto lo hacía por dos motivos en específico.

Para poder relajarse y pensar con serenidad, y para poder observar a su querido Ord.

Ella podría decir sin temor a equivocarse que a lo largo de su propia aventura en el plano terrenal, que jamás había conocido a alguien tan llamativo como lo era Bell cranel.

Claro que conoció a miles de personas los cuales merecían ser recordados, incluso algunos forman parte de su extensa familia como muestra de su reconocimiento hacía ellos.

Pero a pesar de eso, todos contaban con el mayor defecto de la existencia misma.

La maldad.

Podía ver el alma de todo ser que poseyera una, y todos, absolutamente todos tenían manchada el alma con maldad.

Ya sea en menor o mayor intensidad, pero de igual forma estaban corrompidos por la maldad misma.

Pero ahí es donde entra ese joven aventurero el cual capturo su atención sin necesidad de buscarlo.

Bell cranel, el aventurero de nivel 1 e hijo de la diosa Hestia.

Freya pensaba fervientemente que bell era la reencarnación de la bondad misma puesto que era imposible que alguien tuviera un alma tan transparente y una aura tan brillante como el.

Simplemente no existía maldad alguna en ese chico el cual quería ser un héroe como lo hay en los mitos.

Esto le parecía muy tierno a Freya y la cautivaba aún más puesto que, a pesar de las burla que podía recibir su querido Ord, esto no se molestaba o enojaba.

Simplemente decidía seguir con su camino, ignorando los malos deseos que la gente tenía sobre el.

Aunque si le daba algo de pena ver como estos comentarios, por mucho que los ignore, le llegaban a afectar de cierta manera a bell ya que su aura se apagaba ligeramente, producto de la tristeza.

Claro que no era algo tan grave, pero de igual forma Freya buscaba que el aura de su chico brillara incluso más que el mismo sol.

Y ahora ella estaba recostada en la barandilla de su balcón, viendo como su querido Ord venía a Babel con una pequeña Rosa.

Era obvio que venía a verla como se lo prometió por haberle comprado su arma.

Es por eso que ella estaba ansiosa, ya que al tener cerca al chico, el deseo y la lujuria despertaba en ella.

Sabía que eventualmente ocurrirían las cosas con el pero no podía evitar controlar su actitud seductora.

Ella mejor que nadie sabía que si tenía la más minima oportunidad de estar junto a su Ord de una manera más íntima, la tomaría sin rechistar.

Aunque sabía que el chico aún no estaba preparado mentalmente como para algo como eso.

Eso lo sabia puesto que las veces en las que el habia llegado a visitarla, ella siempre lo "molestaba" dándole algunos besos en la mejilla o tocando su cuerpo, aunque sólo en la parte de sus brazos y pectoral.

Mi linda obsesión 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora