Antes de empezar, solo quiero recordarles que todo lo escrito en este fic es totalmente intencional.
Si en dado caso Bell tiene el Sharingan es porque yo lo quise así, y punto.
(Obvio eso no sucederá, pero es un ejemplo)
Yo solo tomó como referencia algunas cosas del manga y anime, pero hasta ahí.
Si en dado caso esto no te parece, pues no se que haces leyendo mi fic.
Así que la advertencia ya está. Si en dado caso alguien tiene alguna queja pues que se lo diga a sus papás porque conmigo solo se van a ganar que los bloquee por estúpidos. XD
Ahora si, empecemos.
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Freya se encontraba como de costumbre en su balcón, observando a todas las personas de orario.
Había pasado alrededor de un mes aproximadamente desde que tuvo aquel encuentro íntimo con su querido Bell y desde entonces no han tenido la oportunidad de repetir lo que hicieron en aquella ocasión.
El la seguía visitando, aunque ahora procuraba no quedarse tanto tiempo ya que sabía que ella no perdería la oportunidad de seducirlo nuevamente.
Era divertido de cierto modo ya que Freya sabia que no debía de batallar mucho para volver a tener a su Ord entre sus brazos, pero tampoco lo quería agobiar.
Puesto que, a pesar de lo que hicieron, el seguía siendo un chico de 14 años, y por mucho que a ella le guste coquetearle, también le encanta ver su crecimiento como aventurero.
Era increíble como su querido Bell crecía exponencialmente gracias a los entrenamientos con ottar.
Su "rey" le había comentado que de seguir a este ritmo, Bell subiria de nivel rápidamente, algo nunca antes visto en tan poco tiempo.
Eso según ottar, ya que Freya sabia que en el pasado hubo aventureros que subieron de nivel sin mayores dificultades y a corto plazo.
Pero jamás fueron de su interés realmente ya que en aquel entonces ella solo estaba empeñada en encontrar a su Ord.
Pero dejando eso de lado, Freya estaba feliz de ver cómo Bell cada vez se volvía más fuerte, aunque hubo algo que no le agrado en lo las mínimo en el lapso de este mes.
En una ocasión, ella observo cómo esa "support" que acompaña siempre a su Bell, trató de robarle su arma.
Y lo consiguió.... Después de una tarde en donde tuvieron muchas ganancias en las mazmorra, su amado Bell le había dado una cantidad bastante generosa de valis a esa acompañante suya y ella en lugar de estar agradecida, le había robado con una maestría envidiable el arma a su querido Ord.
Por fortuna no llegó muy lejos puesto que el arma, como ya tenía establecido, regresó a Bell, aunque por un tiempo el estuvo preocupado ya que pensó que lo había perdido, olvidándose del encantamiento que tenía la cuchilla.
Desde entonces, Freya no había apartado la mirada de esa support o soporte, siempre la estaba vigilando cada vez que estaba cerca de su amado Bell.
Pero eso no era suficiente ya que, dentro de la mazmorra ella no podía seguir observando, por lo que le pidió o más bien, le ordenó a su ottar que si en dado caso esa pequeña pallum se atrevía a dañar o traicionar a su Bell, que la eliminara sin rechistar.
Y vaya que lo haría.
- oh Bell.... Desde aquí puede observar tu alma y no cabe duda de que cada día brilla más que el propio sol..... Solo espero que todo salga bien hoy y que tu preciosa aura no se apague. - dijo la diosa de la belleza quien estaba observando con gran admiración a su querido Ord el cual iba caminando tranquilamente a su punto de encuentro con Liliruca Arde para ir rumbo a la mazmorra. -
