Bell estaba nervioso.
No tanto por el hecho de que estuviera con Freya, más bien era porque justo ahora era el centro de atención.
Y esto debido a que Freya, como era de esperarse, le pidió un baile, algo que el chico peli-blanco aceptó aunque no era tanto de su agrado.
Su diosa al verlo junto con Freya claramente se molestó, pero no hizo nada al respecto para evitar que ambos estuvieran juntos.
Hestia de alguna forma estaba en deuda con Freya, así que, por mucho que le duela, aceptó la amistad de ambos.
Esto sin saber la verdadera relación que tenían tanto la deidad como el mortal.
Así que bell estaba agradecido por ello, ya que al menos no se armaria un gran escándalo.
Lo único que no le agrada a era esa hostilidad con la que lo veían a el.
Seguramente era resentimiento o envidia porque estaba bailando con la mujer/deidad más bella de la existencia.
Incluso el estaba sorprendido, pero lo lograba dimensionar ya que, después de todo, Freya era su novia.
- estas muy callado, acaso no te gusta bailar conmigo?. -
- n-no es eso, es solo que todos nos están viendo. -
- bueno, es algo normal, acabas de subir de nivel así que es evidente que eres el centro de atención. -
- creo que la razón por la que nos ven es por usted... Es la diosa de la belleza después de todo. -
- es eso así? , no lo pensé de esa forma, después de todo, yo te estoy viendo a ti con admiración, así que creí que todos lo estaban haciéndo también. - respondió Freya la cual le sonrió a su chico quien se ruborizo ligeramente. -
Para Freya, eran obvias las razones por las que los veían a ellos, o más bien la veían a ella.
Pero no era un tema importante, ella tenía su atención total a su novio.
Incluso pensar en que bell era su novio era detestable ya que ese término no funcionaba con ella, así que lo más apropiado según ella era decir que bell era su igual.
Claro que es mucho más complejo que eso, pero es una forma para darse a entender.
Aunque no era momento para pensar en eso, ella estaba feliz de bailar con su amado bell, así que ignoró por completo las miradas que les estaban dando.
- no pensé que vendrías a la fiesta. -
- fue algo que decidió mi diosa, además, no me ha ido bien en estos últimos días y bueno... -
- oh, en ese caso dejame ayudarte, dime, nesecitas dinero o algo por el estilo?. -
- no, no se trata de un tema de dinero, más bien es algo más personal. -
- bueno, en ese caso me lo puedes decir, sabes muy bien que puedes contar con mi apoyo. -
- se lo agradezco mucho diosa Freya, pero preferiría resolver este tema por mi cuenta ya que fui yo el quien se metió en eso. -
- hmm, esa respuesta no me agradó en lo absoluto... Dime, que es lo que sucede? . - cuestionó Freya de una manera un poco más exigente. -
Bell trago saliva.
Era raro para el ver a Freya comportándose o más bien, hablándole de esa forma.
Y sentía que si no le contaba sobre lo que lo tenía preocupado, las cosas iban a ser peor para el.