CAPÍTULO 7

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La idea no me atraía nada pero Rosa parecía estar demasiado convencida como para decirle que no. Raramente no me apetecía ir de fiesta, pero es que esta vez lo único que me apetecía era esconderme debajo de la cama y no salir en diez años o hasta que nadie se acordara de mí.

Llegamos a la discoteca, que a pesar de ser las seis de la tarde ya estaba abierta.

Entramos y obviamente estaba casi vacía. Aún así, ya había gente bebiendo y bailando. En ese momento sonaba "Chivirika".

"Move bitch, get out the way
Pasa meneando que me lo quieres comer
Ya son las 6am
Si te da la palida pedimo' Taco Way"

Empecé a moverme al ritmo de la música nada más llegar. Quizás sí que necesitaba eso.

"Dime qué quieres hacer,
Quieres que me ponga arriba, abajo o del revés
Si es americano yo se lo digo en inglés
Me dice: "¿Lo quiere' duro?"
Pa' que yo le grite "yes" "

Mi amiga no tardó en unirse a mí e, increíblemente, fue como si todas las cosas que me daban vueltas en la cabeza desapareciesen en segundos.

Después sonaron otras canciones como S&M, Hips don't lie, entre otras.

No nos perdimos ni una, las bailamos sin hacer una pausa, hasta que en medio de Starboy me tuve que acercar a la barra a pedir algo de beber.

Me senté en un taburete mientras me bebía la cerveza. Vi que Rosa no paraba de moverse, esta vez con un chico al que parecía que no le daba ni un poco de pudor el twerking que le hacía mi amiga.

Cuando llegó la parte del estribillo, las luces verdes se atenuaron cambiando un tono rojo, en el mismo instante en que mis ojos se encontraban con un grupo de tres chicos. Tres chicos a los cuales reconocía perfectamente incluso en la penumbra.

Álvaro.

Marcos.

"I switch up my cup, I kill any pain"

Ismael.

Ellos, por el contrario, no me vieron a mí, así que me giré rápidamente sobre el asiento, dándoles la espalda.

- Están ahí.

En algún momento Rosa había dejado de bailar, había cruzado la pista de baile sin ser vista por el grupo y se había sentado a mi lado.

- Lo sé.

- ¿Segura que no quieres hablar con él?

Sabía perfectamente a quién de los tres se refería por 'él', y ni loca iba a hablar con Isma.

- En el fondo fue una tontería. Creo que se os ha ido un poco de las manos...

- Podría haber ido bien, pero entonces el muy idiota decidió venir hoy a nuestra casa a meter el dedo en la llaga, no somos nada, nunca lo fuimos pero es inevitable que me sienta... Rechazada.

- ¡Venga, Mar, no te rechazó! Solo te dijo que os habíais precipitado un poco, pero deja bastante márgen de reconciliación, quién sabe... Un par de días, o meses, pero no es un nunca más.

- Tal vez. Pero a lo mejor soy yo quien no quiere nada con él.

- Tía, estás siendo un poco infantil. Es que sí lo digo, no puede ofenderte que un tío que acabas de conocer te diga que vayáis despacio.

- No tienes ni puta idea.

- Uy.

- Es más que eso, ¡me gusta, vale! Bien, ya lo he dicho. Me gusta muchísimo y me siento como si me hubiera dado calabazas. ¿Ahora lo entiendes? No estoy enfadada con él, sé que en el fondo lo que hizo es lo más lógico del mundo, pero es un sentimiento involuntario, estoy... Avergonzada.

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