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No, su madre no iba a reformarse nunca. Podía morder sus talones, gritarle e insultarlo, pero no iba a permitir que molestase a su padre de nuevo. El hombre había pasado por mucho, su trabajo lo estaba consumiendo y apenas lograba darse un lujo cada tanto. No, no necesitaba una carga más en su mochila.

-Ve a dormir papá ¿Sí? Es tarde y no sirve de nada que te sientes aquí y te veas miserable.
-No me has contado de tu cita. - le dio una pequeña sonrisa rota.
-Papá. - pronunció casi en un susurro-. No quiero regodearme en mi felicidad.
-Necesito un poco de felicidad ¿Puedes? Algo para que mi mente se enfoque.
-Bien, si es lo que quieres.
-Por favor.
-La cita fue totalmente adorable. Fuimos a jugar minigolf.

Los ojos de su padre brillaron ante cada palabra que decía. El hombre disfrutaba de un buen chisme y sin duda que fuese de su hijo lo hacía mejor. La emoción brilló más fuerte en el momento en que escuchó a su hijo comentar que ahora eran novios. Lo felicitó y su semblante ya no pareció tan oscuro como antes. Se despidieron y cada uno entró en su habitación. Su energía se encontraba prácticamente agotada y aunque sus parpados pesaban necesitaba darse una ducha y realizar su rutina de noche. Su móvil chilló con muchas notificaciones ¿Qué estaba ocurriendo? Deslizó su dedo y pudo notar que había un chat grupal que no conocía. "No pain, no game."

"Se preguntarán ¿Por qué los he reunido en este lugar?"

"Del, estaba dormido."

"Calla, esto es importante."

"No debes hablarle tan feo a tu primo."

"Faltan confirmaciones."

"¿Qué es esto?" - preguntó con el cepillo de dientes en su boca. La menta quemaba, pero su intriga podía más.

"King ha estado nervioso todo el día. Quiere saber todos los detalles de la cita de Can."

"Dios mío ¿Ustedes también?"

"Apiádate de nuestras almas."

"Es tarde, estoy desnudo y no creo poder resistir las rondas de preguntas."

"Una cita ¿Y tuviste sexo?"

"¿Celoso, Off?"

"Sí. Estoy totalmente celoso en este momento."

"¿Paso por ti mañana?" - el ingeniero había aparecido-. "Debo regresarte tu automóvil."

Can envió un sticker llorando.

"Si no se duermen y dejan de mensajear voy a patearlos mañana." - gruñó claramente Mike. Aun en textos se notaba el mal humor.

"¿Quién te picó en la nalga?"

Los stickers riendo lo hicieron sonreír.

"Me lesioné en la práctica."

Una ola de "oh" se desató y el chat murió de inmediato. La mayoría en la conversación eran deportistas, claro, si no fuese por cierto cachorro que no parecía querer aprender algún deporte. Sonrió cuando todos comenzaron a enviar stickers de distintos animales deseando buenas noches. Era un grupo temporal, pero sin duda Can se sintió realmente feliz por pertenecer a aquel chat.

Abrió los ojos y sintió que no había dormido absolutamente nada. Su mente era un horrendo lío. Pensar en ver a su madre siempre era como elegir entre una muerte larga y dolorosa o una tortura barbárica. King había enviado un mensaje para avisarle que llegaría pronto. Que alguien le recogiese era algo sumamente agradable y sin duda quería que se repitiese. Tenía más tiempo para caminar por la casa y no hacer absolutamente nada más que existir y esperar. Cuando su amigo llegó no pudo evitar sonreír, King no solo era guapo y amable, el chico no tenía un novio molesto que se quejaría por horas solo por tener que pasar a casa de Can para dejarlo antes de irse a casa. El ingeniero en proceso le arrojó las llaves.

1.2 - Pink Hair - MeanCanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora