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Bostezó mientras bajaba las escaleras, podía jurar que alguien había llamado al timbre. Rascó su cadera cuando vio por una de las ventanas. Todo el sueño, cansancio y tranquilidad salió volando hacia el otro lado del mundo. Corrió y abrió la puerta para encontrarse con alguien que no esperaba ver a esa hora de la madrugada y mucho menos en el estado que este se apareció ante él.

- ¿Qué mierda te pasó? - se acercó a su novio tomándolo por los hombros para intentar revisar las heridas visibles.
- ¿Puedo entrar? - el rubio sonrió con clara dificultad por culpa de un corte en su labio inferior.
El más alto se movió permitiéndole al mayor ingresar en el domicilio. - ¿Qué ocurrió? Estoy muy seguro de que no te dejé así en la tarde.
El rubio se dejó caer en el sofá acompañado con un suspiro largo, Gucci corrió hacia él y metió su hocico entre sus piernas.
-Can.
Los ojos arrepentidos de su novio subieron a él.
-Por favor, dímelo. Estoy a punto de volverme loco por esto y no me estás dando nada.
-Nos arrestaron.

Mean salió de la habitación.

Registró los estantes de la cocina, el mueble del baño y el cuarto de las pequeñas, pero no encontró lo que buscaba. En su interior había una lucha de pensamientos y no quería que el miedo le hiciese levantar la voz o incluso decir algo malo. Escuchar que arrestaron a su novio no era algo mínimo, y mucho menos verlo herido. Regresó a la sala y vio a su chico rubio acariciar la cabeza de Gucci mientras le hablaba suavemente al perrito que parecía realmente preocupado.

-Déjame ver.

Colocó el botiquín sobre la mesita y tomó en sus manos el rostro de su pareja. Un ojo que seguramente no iba a poder abrir al día siguiente, un labio magullado, un pómulo hinchado y un corte en la ceja ¿Qué demonios habían hecho los del club de voleibol para terminar en aquel estado? Comenzó a colocar sobre la mesa lo que necesitaría para limpiar el rostro de su novio.

-No sé por donde comenzar, el terminar arrestado no es algo de lo que me sienta orgulloso.
-Sin duda no es algo de lo que debas sentirte orgulloso. - destapó el líquido para limpiar a tiempo que tomaba un trozo de algodón-. ¿Fueron a alguna pelea callejera? Si estás en eso es mejor que me lo adviertas para que mi corazón no salte de mí pecho.
- ¿Estás enojado conmigo?
Vio los bonitos ojos de su novio para reprenderlo sin responder y luego regresó a lo que hacía.
-De acuerdo.

Can comenzó a derramar la salsa. El grupo problemático, la discusión en el restaurante y la pelea en el estacionamiento. Mean escuchó sin moverse, su plan era limpiar las heridas de su pareja, pero el relato era simplemente absurdo y no podía dejar de escuchar.

- ¿Por qué se enojaron de esa manera con ustedes? - preguntó con evidente molestia en su voz-. ¿No había otro tipo de solución?
-Hay personas que simplemente buscan problemas, tratamos de evitarlo, pero lastimar a Del no es algo con lo que club sea inflexible. El novio de la loca estaba aún más loco que ella, traté de convencerlo de que no necesitaba golpearme, pero parece que escuchó que era su saco de boxeo.
-Dime que está peor que tú. - la violencia no se solucionaba con más violencia, pero necesitaba saber que el tipo había tenido su parte justa de daño.
-Si preguntas si me defendí, no, no lo hice. Me concentré en neutralizarlo lo mejor que pude.
- ¿Por qué? - sintió su mandíbula tensarse.
-Porque podría matarlo.
Sintió sus cejas fruncirse. - ¿Qué?
-Soy deportista y aunque no sea de artes marciales sin duda iban a culparme al momento de tocarlo. Era alto, pero tan delgado que un golpe mío lo hubiese dejado fuera de combate.
- ¿Y solo lo dejaste golpearte?
-Gulf lo noqueó y fue justo por eso que nos arrestaron.
Abrió la boca y la cerró.
-Fue honestamente impresionante.
- ¿Por qué no me llamaste?
- ¿Respeto a tu sueño reparador? - sonrió tratando de colar su excusa-. ¡Oye!
Mean presionó fuertemente el algodón contra su labio haciendo que Can lloriqueara ante el dolor. - Pensamos que la celebración se había extendido, así que asumimos que estarías divirtiéndote hasta mañana ¿Cómo crees que me siento por verte de esta manera cuando podía jurar que estabas a salvo?
-De acuerdo. - se quejó como un niño pequeño-. Mi celular está muerto.
-Mjm. - el toque del algodón se hizo más suave y superficial.
-Todo pasó demasiado rápido.
-Pudiste llamarme desde la cárcel.
- ¡Lo de la llamada es una absoluta mentira! ¡Ouch!
Mean presionó un nuevo algodón sobre la herida de la ceja. - Baja la voz, es demasiado tarde y todos duermen.
Can cubrió su boca y se arrepintió inmediatamente. - Lo siento. Honestamente todo fue un caos y no pude recordar el número de nadie más que mi padre y si le llamaba seguramente se hubiese vuelto loco.
- ¿Cómo saliste sin pedir ayuda?
-Nos trataron como los malos hasta que Gulf logró arreglarlo todo. Asumieron que dos chicas llorando era prueba de que éramos los incitadores, pero luego de que el presidente se sentase a hablar con ellos nos dejaron ir. Nunca pensamos que él pudiese moverse tan bien en el ambiente hostil y sobre todo parecía experto en meterse en pelas, fue impresionante. Logramos demostrar que éramos las victimas y nos dejaron ir con una advertencia, nada en nuestro archivo.
-Tuvieron suerte de tener a Gulf con ustedes, lo sabes ¿Cierto?
Asintió.
-Pero realmente no me sorprende que hubiesen reaccionado así cuando hirieron a Del. - por fin dejó de apretar la mandíbula-. ¿Cómo está ella?
-Tendrá una herida en su rostro, pero no cree que le deje una cicatriz. La chica con la que peleó no tuvo la misma suerte. Del es pequeña, pero su fuerza es superior y no temió las repercusiones de un asalto físico.
- ¿Y todos los demás?
-Champ logró hacer que Jimmy y Pete desaparecieran antes del arresto. Jimmy no puede estar involucrado en un escándalo como este ya que vive solo y Pete tiene asuntos familiares que lo harían enloquecer si sus padres hubiesen escuchado de la pelea. Mild salió prácticamente ileso ya que Champ jamás permitiría que saliese herido y Gulf tuvo el récord de daño infringido. Nuestro presidente simplemente evitó que nos lastimasen más, seguro tendrá alguna consecuencia ya que usó el nombre familiar y teníamos el uniforme del equipo en todo el altercado. - Can acunó su rostro en sus manos y suspiró-. Ha sido una madrugada de mierda.
-Ven aquí.

1.2 - Pink Hair - MeanCanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora