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El maestro habló, habló y siguió hablando. Los días eran cada vez más largos y las lecciones eran interminables. Suspiró y comenzó a garabatear en su libro. No eran dibujos, ni palabras, simples rayones en sus hojas blancas. Había pasado un tiempo desde la última vez que había visto a Can. Al inicio de su amistad ya era complicado encontrarse en la universidad, aunque lo buscasen, ahora que Can le había pedido que lo dejase el verlo era imposible. Nanon colocó un jugo en su escritorio y le sonrió ¿Qué había cambiado? Su percepción del joven.

Nanon era un chico realmente activo, con una voz preciosa y tantas anécdotas de hermano menor que podía hablar por horas. Nanon podría ser popular en cualquier momento que quisiese, pero por alguna razón limitaba sus contactos. Amigable, pero no se hundía en las amistades. Según decía, estudiar era su prioridad ya que quería demostrarle a su familia que él también era una persona talentosa y aunque no siguiese los pasos de sus ancestros aún tenía mucho por mostrar y no ser una decepción. Aún con ello, se acercó a Mean por el simple hecho de que su aura de hermano mayor era fuerte y se sentía seguro. Ser el menor de seis hijos varones tenía que ser algo intenso.

—Tienes ojeras.
—Tengo un proyecto que entregar.
— ¿La mezcla?
Cubrió sus ojos con sus palmas. — No logo producir nada.
—Pero eres el mejor en el área. — Nanon susurraba, pero seguramente de no encontrarse en la última fila el profesor podría escucharlos—. Tu mezcla de bienvenida fue preciosa.
Sonrió, parecía que últimamente no sonreía tanto como antes. — Estoy en blanco. Cada nota que agrego solo hace que todo sea peor.
— ¿Quieres apoyo? No es mi fuerte, pero estoy disponible.
— ¿No es hoy el juego de tu hermano?
La sonrisa se deslizó. — Rayos, lo olvidé. Lo siento.
—Tranquilo, es mi proyecto y mi responsabilidad.
— ¿Tienes planes para hoy?
—Aparté la cabina de grabación. Espero poder avanzar hoy o me cambiaré de carrera.
— ¿A cuál?
—La carrera de no graduarme.
Nanon rio fuertemente, ganando una llamada de atención por parte del profesor. — No, tenemos que graduarnos y tu producirás toda mi música.
—Setenta treinta y es un trato.
El joven abrió la boca. — Eres un desalmado ¿Cierto?
—Tengo tres ardillas que debo cuidar.
— ¿Tienes fotos de ellas? —Nanon se había enamorado completamente de sus hermanas y de Joelle. El menor de una familia de hombres era débil ante las pequeñas estrellas.
—No, no he tomado nuevas fotografías.
—Desalmado y tacaño.

Nanon no lo sabía, pero era lo único que lo animaba un poco en la universidad. El niño tonto era un prodigio e incluso su edad era menor a la mayoría de primer año. Se había saltado un par de años por lo que un joven de dieciséis ya recibía su educación superior.

— ¿Conseguiste vocalista?
Mean golpeó su frente contra el escritorio.
—Si que estás demasiado atrasado.
—No conozco a nadie que cante como tú y no conoces a nadie.
La sonrisa de suficiencia de Nanon mostró su hoyuelo. — Soy talentoso y te ayudaría si no estuviese prohibido.
—Vi a un cantante en una plaza y quería pedirle que cantase para mí, pero llegó un tipo y se lo llevó rápidamente. Perdí mi oportunidad.
— ¿Por qué no vuelves a buscarlo?
—Estoy tan cansado. — se hundió en su lugar.
—Veinte minutos y salimos de esto ¿Te apoyo antes de irme?
—Te lo agradecería.
—Mi guitarra está en el estudio.
—Hay una en la cabina.
Negó. — Necesito la mía, es especial.
—Músicos.

Podría usar la cabina, pero hasta pasadas las siete de la noche. Nanon fue agradable y se animó a grabar un par de líneas en el móvil de Mean. Quizá al escuchar el audio se inspiraría y lograría terminar su proyecto ¿Terminar? Empezar quería decir. Almorzaron y uno de los hermanos mayores de Nanon apareció.

—Es hora.
—Un segundo.
—Te espero en el auto.
—Pudiste enviarme un mensaje. — Nanon prácticamente se encontraba haciendo un puchero.
—Está bien. — dijo con veneno en su voz viendo directamente a Mean. Tomó el estuche con la guitarra dentro y se alejó—. Te espero.
—Bien. — sonrió alargando cada vocal—. Debo irme.
—Creo que me odia.
Nanon se quedó viendo el lugar por donde su hermano mayor había desaparecido. — Up es... excéntrico.
—Bonita forma de decir que quiere matarme.
—No es personal... él odia a todos excepto a la familia.
—Ve antes de que crea que te secuestré.
Sonrió.

1.2 - Pink Hair - MeanCanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora