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5 de diciembre

Ya han pasado 2 semanas desde aquel incidente con Juan y no he sabido nada de él, según tengo entendido Iván y Alfredo se fueron a la casa y lo levantaron o algo así. Siempre he podido sacarles información sobre cualquier cosa, pero esta vez me lo estaban haciendo imposible, no me decían nada. Ovidio e Iván estaban tratandonos como reyes a Andy y a mí, pero Alfredo solo a Andy, estaba más serio y sangrón conmigo como si yo tuviera la culpa de eso. No me hablaba pero yo a él tampoco y estaba haciendo el intento de tratarlo mal para facilitarle su trabajo de odiarme. Me estaba resultando demasiado difícil, después de todo lo que me había dicho ese día, de todo lo que había hecho por mí. Ovidio se la pasa diciéndome que ignore todo lo pasado y que vuelva a hablarle, pero ni Ovidio sigue sus propios consejos por algo. Estaba ayudando en la cocina porque no sé si vuelva a ver a Juan y tenía que aprender a hacer las cosas indispensables como cocinar o hacer algo mínimo. Estaba aprendiendo a hacer sopa, terminamos y serví un poco para Ovi que desde que decidí aprender ha sido mi juez, Iván no se anima y ni de pedo le pido ese favor a Alfredo.

- Ahora si te quedó bien, güera- siguió comiendo

- ¿Si te gustó? - estaba de lo más feliz, mi primera vez haciendo una comida buena.

Asintió y siguió comiendo.

- A ver, dame licha - Iván se sentó en la mesa y le di un plato. Inmediatamente comenzó a comer-. No mames, si te quedó bien buena, morra.

- A ver yo tambien quiero- Alfredo también se sentó y yo solo lo miré de reojo y lo ignoré.

- Sírvete- salí de la cocina y caminé hasta la sala, después de eso Alf me siguió.

- ¿Qué tienes? ¿Por qué estás así?

- ¿Ahora no sabes? Te dije que te ayudaría a odiarme, ¿no?- me levanté y caminé a las escaleras y las subí rápido, entré a mi cuarto pero olvidé ponerle seguro a la puerta y Alfredo entró- deja de seguirme.

- No te quiero odiar, entiende por favor, solo deja de andar así, o mínimo enfrente de los plebes, ya sé como solucionar tu problema de Juan, pero antes quiero que te despidas de el por el cariño que le tienes.

- ¿Lo van a matar? No pueden, Alfredo, no lo hagan por favor.

- Alice, no puede seguir haciendoles daño, y tus problemas ya tienen una solución, te vas a quedar nosotros, no vas a ser mi mujer, ni la de Iván, ni la de Ovidio. A menos de que quieras, claro. Pero vas a vivir con nosotros, solo vas a ser tú, si no me quieres hablar no lo hagas. Solo te quería decir esto- se levantó y caminó a la salida.

- Alfredo- volteó a verme muy serio- llévame con él, por favor.

- ¿Pá qué? ¿Pá que pidas que lo suelten? No, dile al Iván, él es único que no cae ante ti- salió del cuarto y pensé en lo que había dicho, pero nunca lo entendí.

Volví a salir y me acerqué a Iván.

- Llévame con Juan- él me miró negando y siguió comiendo- ya sé que lo tienen ustedes, Iván, quiero despedirme.

- Alice, la última vez que lo viste le apuntaste con un arma para que dejara de pegarte, no mames, Alice - habló Ovidio con un tono de voz fuerte.

- Ey, pendejo, tampoco le grites. Está confundida.

- Si, cabrón, aplacate, y no, no te voy a llevar, licha, y no quiero que ninguno de ustedes dos lo haga. No puedes ir porque sabes como hablarles, que prometerles y que decirles para que lo suelten. Y yo no te quiero ver llorando por defender a un pendejo. Haz como que él no existió nunca y busca a algo que te haga feliz.

- No mamen, no les estoy pidiendo permiso, si no me van a llevar díganme donde está y yo veo como llego, pero quiero verlo y lo voy a hacer a como dé lugar.

- Alfredo, te quiero lejos de ella- le ordenó Iván y este solo bufó y salió de la casa azotando la puerta- ¡no es giratoria, pendejo!- gritó molesto.

- Ay como me caga que se pongan en su plan, estoy harta de vivir haciendo lo que todos los demás dicen. Y lo saben y tu más que nadie- señalé a Ovidio- pero les vale reata lo que digo y pienso. Ya dejen de tratarme así ¡por favor!

- Alice, mira lo que dices, lo que haces, quieres defender al mismo imbécil que te golpea cada que quiere, que te trata como una cualquiera y que te hace la vida imposible, entiende por favor- Ovidio se levantó y caminó hacia mi- yo sé que estás acostumbrada a él, pero acostumbrate a vivir como la gente, mi niña, acostumbrate a nosotros, al Iván, al Alfredito, a mí, a ver feliz al Andy. Alice, ese hombre solo te manipula- me dolía oír lo que decía porque sabía que era verdad, me dolió tanto que mis ojos se llenaron de lágrimas y él me abrazó- nosotros te queremos, y te vamos a cuidar. No puedes ir a verlo porque lo va a volver a hacer y tu nos vas a obligar a soltarlo, y esto se va a volver un ciclo interminable. Ya vamos a dormir vente- me llevó al cuarto sin soltarme y después llevó a André conmigo.

Salió y me puse una pijama e hice lo mismo con André, después de eso prendí la televisión y puse una serie para ver con Andy, después de un capitulo se durmió pero yo no podía así que salí a la cocina y me preparé un café. Estaba tomandolo en la sala viendo televisión cuando llegó Alfredo con una mujer, ambos muy ebrios y casi desvistiendose ahí. Estaban que se comían pero en cuanto Alfredo me vió casi la avienta, dejó de besarla y se acomodó la ropa.

~𝑫𝒆𝒍 𝒐𝒅𝒊𝒐 𝒂𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓~    -terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora