~𝑫𝒆𝒍 𝒐𝒅𝒊𝒐 𝒂𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓~ -terminada-

XLIX

24 DE ENERO

- Qué te pasa güera?-

No respondí, me recargué en su hombro y solo negué acariciando el cabello de nuestro hijo.

- Qué tienes? Algo te pasa-

- No, todo está bien, solo que ir a ver a Samu me bajoneó-

- Mami el Tio Samuel dónde está?-

Miré a otro lado buscando alguna explicación.

- Samuel está con tu abuelo- Alfredo alborotó el cabello de Andy.

- Y cuándo volverán?-

- No lo sabemos mi niño, pero van a volver- sonreí.

Andy se quedó dormido y yo me levanté. Me metí a bañar, dejé la puerta abierta por las prisas y me metí en la bañera.

Estaba super tensa pensando en lo que iba a hacer. Claramente no podía solo llegar y decir "ay voy a ser mamá pero Samuel no quiere un hijo" nombre me lo matan.

- Ya me vas a decir en qué piensas?- Alfredo me sacó de mis pensamientos.

Pegué un brinquito por el susto- Jesús no hagas eso-

- Quiero que me digas Lichia. No es bueno guardarse las cosas-

Suspiré- Es que no está facil decirlo Alf-

- Solo dilo, yo escucho-

- Pues- hice una pausa y el abrió un poco la cortina viendome a los ojos- Alf estoy embarazada-

Y como si la historia se repitiera el solo me miró asombrado y sin decir nada salió del baño.

Terminé de bañarme y me cambié, salí a la sala buscandolo y lo vi en la barrita del mini bar con un vaso en la mano.

- Estás embarazada?- asentí- cuánto tienes?-

- Poco- mis lágrimas amenazaban con salir, las mismas palabras de hace casi 6 años me llegaban junto al recuerdo.

No dijo nada, asintió y se terminó el vaso de un trago para después empinarse la botella.

- Alf no tomes así-

- No te preocupes por mi Alice, no soy un niño-

- Ey no puedes juzgarme tu-

- Estaba muerto- interrumpió- estaba muerto Alice- me miró con ojos de decepción y coraje- pero tienes razón, tu y yo no eramos nada. Simplemente me creí de más todas las veces que dijiste que era el amor de tu vida y no sé que tanta mamada-

- Alfredo piensa lo que dices-

- Por qué? Ahora resulta que tambien es mio-

- Alfredo baja la voz-

- No! No Alice, no- me miró- qué te dijo Samuel? Por qué andas triste? Te mandó a la verga no?- con lágrimas desvié la mirada hacia un lado dándole la razón- ese hijo de su-

- Me pidió que fuera feliz- lo interrumpí ahora yo.

- Y mirate, te ves feliz?-

- Pero el no tiene nada que ver-

- Tiene todo Alice, no puede embarazarte y dejarte así nomás- se calló y poco después habló de nuevo- o te dijo que me lo encasquetaras?-

- Qué onda con tu vida Jesús? No te creas tan importante, para eso estabas chingue y chingue que te dijera? Mirame bien, estoy confundida, no pendeja, yo no sé en qué pensaba al decirte pero mirate-

- Qué querías que hiciera Alice? Que festejara?-

- Lo que sea menos un pancho Alfredo. Ya sabía yo que no tenía que decirte pero aquí está doña pendeja. Y ya no quiero andar peleando el niño se puede despertar-

- Ahora si te importa el niño?- se levantó del banco y comenzó a caminar hacia mi con la botella en la mano- ahora si te importa? Y cuando estabas con Samuel-

Cuando estuvo lo suficientemente cerca le di un bofetón volteandole la cara, el solo puso su mano sobandose y me miró aturdido.

- Según tu muy pendiente? No me viste llorarle cada puto día? Ya me harté de ti, de todos, ya me tienen hasta la chingada creyendo que pueden juzgarme- alcé la voz- mientras tu estabas a gusto metido en cuatro paredes yo estaba teniendo que fingir estar bien delantr de todos, he tenido que ir a lugares que me hacen sentir de la verga y todo para qué? Para que cualquiera venga y me diga esto?- sin quitarse la mano de la cara se paró bien- Si Alfredo, estoy embarazada, te cala que cogí con otro pero a mi tus chantajes no me hacen, sabes por qué? Porque yo te vi con un chingo de viejas cuando tu si no sabías si estaba muerta. Yo pasé un chingo de cosas mientras tu estabas con una y con otra. Por tu puta culpa me tuvieron en la quinta chingada amarrada porque "era importante para ti" si supieran que a la primera ya tenías otra vieja- solté una risita sin chiste- no tienes derecho Alfredo- bajé la voz y lloré.

Asintió y se quedó procesando lo que había dicho. Solo lo miraba enojada, triste, confundida. Tenía de todo en ese momento.

- Perdón- me abrazó- perdon tienes razón, yo- se trabó intentando no llorar- yo no sé que me pasó, todo está pasando muy rápido- asentí.

- Ya no puedo con todo- lloré en su pecho.

- Yo te voy a ayudar en todo mi güera- habló y yo negué.

- Me quiero ir- me separé de el de golpe- ayúdame a irme con mis hijos-

- No te puedes ir así nomás-

- Si, si puedo, este ambiente no es para mi Jesús, aquí no puedo ser feliz, por cada cosa buena me caen dos cosas malas y no se puede vivir así-

Me miró serio unos segundos.

- Vamos a formar una familia en otro lado, no en otro lugar, pero si lo suficientemente lejos para tenerlos a salvo- lo miré confundida- te prometo que ahora si no la voy a cagar, tanto tiempo sin ti me hizo recapacitar, realmente te necesito a mi lado y solo quiero que seamos felices güera-

- Y mi bebé?- hablé solté poniendo mis manos en mi abdomen aún plano.

- Será nuestro bebé-

Comencé a imaginar la vida que Alfredo me ofrecía. El, yo, Andy y mi bebé lejos de todo peligro. Sabía perfectamente que Alfredo jamás podría dejar a su familia, y eso no me molestaba, al contrario. Me hacía ilusión ser como la tia que vive lejos pero te visita seguido. Seguir en contacto con todos, seguir viendonos, era el plan perfecto. Pero había una sola cosa que no me dejaba ser feliz.

Despues de tantos años, de tantos intentos, de tantas traiciones.

¿Aún confiaba en el en verdad?

Digo, no me engañó una vez, ni dos, ni siquiera 10. Fueron demasiadas. Un número tan algo que no lo sabía y apuesto que el tampoco.

Estaba confundida.

¿Y si ahora si era real? ¿Por qué hasta ahora? ¿Iba a ignorar todo lo que me había dicho?

- No- solté sin más y me miró confundido- No otra vez Alf, gracias por la oferta pero tengo que trabajar yo, tengo que ganarme la vida, ya basta de depender de alguien- se quedó sin palabras, no sabía que decir o como reaccionar- cuentas conmigo para todo, pero esto, ya no-