XLV

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25 DE DICIEMBRE

Estaba en mi casa esperando a que nos dijeran donde lo velarían. Samu había ido a comprar todas las coronas y a ayudar con la organización.

Me cambié con unos pants negros y una sudadera. Me hice un chongo mal hecho y me quedé sentada en la cocina con una tasa de café negro entre mis manos.

Pasaban las horas, el sol salió y aún no nos resolvían nada. Era de esperarse pues era una persona buscada por la ley, había sido un asesinato, y todos esos peros que pone el gobierno.

- Amor, cómo te sientes?- habló Samuel antes de darme un beso.

- Pues- dudé- supongo que bien- me encogí en hombros.

- En un rato lo van a entregar mi vida-

- Me resulta increíble, no sé como pasó, el- me trabé- el no puede-

- A todos mi niña-

Negué y me recargué en su pecho mientras el sobaba mi brazo y tomaba mi cara con la otra mano.

- Hay que dormir un rato de perdida amor-

Asentí no muy segura y nos fuimos a acostar. En cuánto se acomodó se durmió pero yo solo seguía dandole vueltas a todo en mi cabeza.

Estaba a punto de caer rendida ante el sueño pero un ruido demasiado fuerte interrumpo mis intenciones, me asomé por la ventana y solo miraba muchisimas patrullas y hombres uniformados entrando y abriendose paso, Samuel estaba muy cansado por lo que no lo notó hasta que comenzaron los disparos.

Volteé a verlo justo cuando despertó, sacó el arma de debajo de la almohada e intentó abrazarme.

- Alice!- gritó y me acerqué tapandole la boca.

- Aquí estoy, shh te van a oir, tenemos que irnos Samu- me puse una bata y me puse mis crocs.

- No, aquí quedate, voy a ver qué es-

- Son policias Samuel, no puedes salir-

- Policia?- pasó su mano por su cabello- puta madre, Alice no salgas- me dio un beso y se levantó.

- A dónde vas?- pregunté siguiendolo, escondete Samuel no salgas.

- Si me escondo va a ser inutil, me van a encontrar- negó.

- Debe haber alguna forma de salir o algo-

- Amor, no hay salidas en la casa, solo hay dos y están rodeadas ya- tomó mi rostro entre sus manos e intentó tranquilizarme pero fue en vano pues justo se olló como entraban a la casa- ya saben que estoy aquí, te amo, no lo olvides nunca mi chula- me besó y sonrió un poco, despues se separó y se puso una camisa antes de salir.

Salió tan rápido que no me sio tiempo a reaccionar y para cuando bajé ya lo tenían hincado contra la pared con las manos sobre la cabeza.

- Samu- solté y me acerqué.

- Comandante la esposamos?-

- No ella no tiene nada que ver, ella no sabe nada- habló Samuel desde su lugar.

- No, dejala, pero no puede intervenir en el operativo- respondió el hombre al mando.

- Tranquila mi amor todo está bien- Samu me sonrió antes de que se lo llevaran.

Pronto mi casa estaba vacia, ya había amanecido bien. Había un desordem total por la visita inesperada, inoportuna e indeseable. Estaba parada viendo de frente a la salida, el interior estaba solo, pero en el jardín delantero había peritos levantando cuerpos de hombres que cuidaban a Samuel. Subí a mi cuarto, agarré una mochila y eché un poco de ropa y unos tenis comodos. Bajé rápido, solo agarré las llaves y salí directo a mi camioneta.

Me subí y arranqué directo a la casa de Clau. Al llegar me dejaron pasar, entré y la vi sentada desallunando.

- Clau-

- Güera- se levantó y me abrazó- lo siento mucho mi niña-

- Clau se lo llevaron-

- Ay mi chiquita, tu sabes que el siempre te va a cuidar, el te quería-

- Prestame tu carro-

- Mi carro?-

- Si, lo ocupo, te dejo la camioneta, tiene carga y está recien lavada-

- Okey, todo bien?- asentí- segura?- volví a asentir.

- Te veo al rato, te amo-

Le di un beso en la mejilla y salí en dirección al rancho de Iván.

Llegué y no había nadie. Me dejaron pasar sin problema y me quedé en la cocina, solo mirando un punto fijo aunque siendo franca estaba hundida en mis pensamientos. Mi 25 no podía ser peor.

-Lichia-

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, me quedé totalmente helada, reconocí su voz apenas comenzó la palabra.

- Qué haces aquí mi Güera?-

Para que terminara de creermelo volvió a hablar y tocó mi hombro.

Volteé  lentamente lo vi, ahí estaba, me miraba con tristeza y atención, abrí los ojos con dificultad pues tenía demasiado sueño pero era el.

- T- tartamudeé- Tu?-

Me miró con tristeza pero no respondió.

- Qué haces aquí? Tu no, tu estás- pausé sin poder procesar lo que pasaba- estás muerto, qué haces aquí tu Alfredo?-

- Te lo puedo explicar lichia-

- Explicarme qué? Explicarme qué Jesús no mames, estabas vivo y yo de tu pendeja, con razón- mis ojos se llenaron de lágrimas y el solo agachaba la mirada.

- No lo hice oara hacerte daño-

- No pero lo hiciste Alfredo, dime por favor, dime dónde está Andy- comencé a buscar a Andy por toda la casa.

- André no está- me quedé parada frente a el viendo al techo para intentar no llorar- está en el rancho, tranquila, está bien-

- Alfredo te juro que quiero matarte yo misma- comencé a llorar y limpiar mis lágrimas- en qué estabas pensando? No mames Jesús-

- Perdóname mi güera-

- Como vienes y me pides que te perdone así como si nada? Casi me muero Alfredo, literalmente casi me mato- las lagrimas salían más y más cada vez- eres un sin vergüenza, solo piensas en ti, cómo chingados se te ocurre Alfredo?- comencé a golpear su pecho con la poca fuerza que me quedaba. Sin decir nada se acercó y me abrazó, me acurruqyé en su pecho llorando demasiado.

- Perdón- dejó un beso en mi cabeza y me abrazó- te lo juro que todo tiene una explicación pero antes dime qué haces aquí, se supone que todos están con el chikillo no?-

Suspiré y le alejé un poco antes de responder- Agarraron a Samuel-

- Cuándo?-

- Ahorita, antes de venir-

- Ya le hablaste al chavo?-

- No-

- Hazlo- sacó un teléfono y me lo dio- ten, tienes que avisarles a todos-

~𝑫𝒆𝒍 𝒐𝒅𝒊𝒐 𝒂𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓~    -terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora