TROUBLE ROOMIES •Choi Beomgyu/Kang Taehyun• [Hetero]

• Veinticinco •

Ese día tuve que recordarme que Soobin era mi mejor amigo "gay" porque lucía demasiado, de-ma-sia-do, hermoso.

Su cabello, a diferencia de lo desordenado que solía usarlo, ahora estaba peinado perfectamente dejando ver su bonita frente. Iba vestido de forma casual pero de cierto modo lucía muy elegante gracias a la armonía de sus prendas, se veía muy diferente a como solía verse, y eso hacía que me sintiera muy nerviosa.

—Luces muy linda, Clara. —Dijo Soobin de forma inesperada mientras conducía.

Jugué nerviosamente con mi pelo. —Gracias. —Respondí evitando mirarlo, si no lo miraba no caía en pecado. —Tú también luces muy bien, Soob.

Noté de reojo como sonreía ante mi comentario. Llené mis pulmones de aire recordándome finalmente que tenía que comportarme, Soobin y yo éramos mejores amigos, y nada más.
Fin de la historia.

—Creo que vas a agradarle mucho a mi familia, es decir, eres realmente muy amable y agradable. —Dijo él, definitivamente no me ayudaba.—Por cierto, tengo algo más que decirte, mi mamá me obligó a comprar un regalo para tí para dártelo a mitad de la cena, solo tienes que recibirlo, actuar lindo y esas cosas. Le dije que no era necesario pero parece estar sufriendo un ataque de euforia cada vez que menciona que tengo una novia, no sé como tendré que actuar después de esto.

El realmente parecía muy tenso y estresado, estiré mi mano para acariciar su brazo, su cuerpo se relajó al sentir mi tacto, realmente apreciaba que tuvieramos tanta confianza como para darnos apoyo mutuo. —Todo estará bien, actuaré como tu novia cuanto tiempo lo necesites, aunque siendo sinceros, quizá sea raro.

Soobin soltó una risa nerviosa.
—¡Por dios, si!—Exclamó. —Ni siquiera sé como tengo que tratarte, es decir, ¿Tengo que ser muy dulce, o mejor mantengo mi distancia por respeto? De verdad no lo sé, no sé en absoluto.

Soobin estaba tan nervioso que era adorable, a plena vista solo veías a un chico guapo, pero en el fondo estaba muriendo de miedo.
—Solo trátame como siempre, a diferencia de que deberías usar sobrenombres lindos, para darle realismo sabes, por ejemplo, yo te diré, "Soobinnieee"—Dije burlándome del apodo que usaba Kai con él.

El giró los ojos, pero no de mala manera, pues sonrió después. —¿Puedo decirte "amor", o prefieres "Cariño"?

Mi rostro seguramente se puso como si me estuviera quemando viva, o por lo menos así se sentía.
—Creo que "cariño" suena más a... Casados, y eso...—Respondí.

—En ese caso, ya llegamos, "Amor" —Dijo deteniendo el auto, ni siquiera me había dado cuenta de que habíamos llegado.

Soobin abrió la puerta para mi, cuando nuestros ojos se encontraron nos fue imposible controlar la risa, éramos fatales en eso.
—¿Se supone que debo tomar tu mano?—Preguntó él.

Cubrí mi rostro con ambas manos, aquello era muy vergonzoso. Por más que el fuera mi mejor amigo no estaba acostumbrada a eso, por más que hacía tiempo atrás lo había estado deseando. Envolví su brazo con mi mano creando una especie de gancho, de esa forma era menos invasiva y mucho menos incómoda.
—Solo entremos, no creo que se fijen en los pequeños detalles.

Soobin me llevó a través de la puerta, ya había estado cientos de veces ahí, pero aquel día la vibra era muy diferente, ni siquiera sabía cómo iba a responder las preguntas de aquellos coreanos con mi pésimo manejo de su idioma.
En aquella tarde, el recibidor en lugar de estar vacío como de costumbre, estaba ahora rodeado de un par de niños que se miraron entre sí y cubrieron sus bocas al ver a Soobin entrar con una chica, no quería imaginar lo que sus padres solían murmurar para crear aquella reacción. Después de un regaño de un señor, los niños saludaron a Soobin con una reverencia. El señor se acercó a nosotros nos saludó amablemente, si saltábamos la parte donde me miraba de pies a cabeza.