• Epílogo •

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"El estereotipo femenino siempre había sido "ser inferior a un hombre", dándole a él el derecho de hacer cualquier cosa y respaldarla con "Pero es hombre" como si el hecho de haber nacido con el aparato reproductor masculino les diera el derecho de comportarse como animales cuando realmente ambos sexos no tendrían diferencias más allá del rol de género que se les habría asignado al nacer, haciendo que cada mujer que hiciera lo mismo que uno de ellos fuera visto como grotesco y vulgar.

Dándonos en la mayoría de casos el puesto de delicadeza y pureza siendo ellos una especie de lobo salvaje en la mayoría de los casos. ¿Por qué no encargarme de ser yo quien iba a devorar?

Si intentábamos conocer a un chico en profundidad, lo más probable es que consiguieramos cosas simples como deportes, juegos, música y en la mayoría de ellos, sexo... Entonces, ¿Era tan divertido saber que pensaría un hombre?

¿Por qué querríamos saber que hay en la mente de un hombre pudiendo navegar dentro de nuestra propia mente de mujer?

¿Acaso era tan importante pensar que deberíamos poder leer sus pensamientos para poder satisfacer sus expectativas?

De algo estábamos seguros, y era que la mayoría de ellos solo piensan en si mismo, entonces... ¿Por qué no hacer nosotras lo mismo?

¿Por qué no encargarnos de disfrutar tanto de nosotras como de nuestro entorno, viviendo, sonriendo, besando, amando y por supuesto, tomando de los hombres lo que ellos pensaban que podían tomar de nosotras para nuestro propio placer?

Habíamos desperdiciado mucho tiempo buscando entrar en la cabeza de un hombre en lugar de simplemente olvidar que a ellos se les había metido un chip en la cabeza en la cual se nos ponía como inferiores teniéndo nosotras el derecho de disfrutar tanto como ellos, de todas formas, ¿Tan siquiera les importábamos?

Y si fuera así, ¿Por qué había de importarnos?

Podría salir, bailar, disfrutar, festejar, estudiar, celebrar, cumplir mis metas y sueños, caer y llorar, levantarme y triunfar, salir con la persona que más me gustaba y finalmente decirle que no a aquella que por educación aún no rechazaba, podría comer, vestirme como quisiera, despertarme tarde y fantasear con lo que me diera la gana, total, no me importaba lo que un hombre sobre mi iba a pensar.

Y definitivamente a ninguna chica, le debería interesar. "

Cerré aquella página, aún avergonzada de haberme atrevido a escribir aquello, especificamente por que solo era una parte, tenía cientos de referencias a escritoras célebres y a estudios científicos sobre la sociedad y el genero. Me había arrepentido cientos de veces pero el profesor había amado tanto el concepto feminista y de empoderamiento femenino que transmitía que lo había enviado a primera plana, y había sido un éxito... Únicamente entre el público femenino.

La cantidad de chicos que habían ido a quejarse en la sala del periódico universitario era incontable, y la cantidad de polémica que había causado había hecho que los encargados del periódico estuvieran eufóricos al ver que nunca en la historia había tenido un incremento de ventas tan fuerte como en aquella sección.

De algo estaba segura, y era de que aquel mensaje desafiante y atrevido había hecho que muchas chicas tomaran la inciativa para hacer lo que querían, formando una especie de revolución en aquella semana.

Y pensar que había escrito todo aquello únicamente por qué había estado enojada.

Lo que realmente me imporesionaba, era que mis notas, habían sido las mas altas de mi curso, y que los encargados del periódico me había contactado para hacer más reportajes con características desafiantes. Todo aquello era una locura, mi vida aquél trimestre había sido una completa locura.

TROUBLE ROOMIES •Choi Beomgyu/Kang Taehyun• [Hetero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora