3. Desventaja

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Dante se quedó inmóvil unos momentos mirando en la dirección en la que se fue su hermana, tenía la mente llena de diferentes ideas, pero estaban tan mezcladas que no pudo sacar nada en claro, cuando estaba más perdido en sus pensamientos le llegaron voces de niños jugando, los gritos alegres de varios pequeños lo sacaron completamente de su ensoñación, pensando en su pequeña familia siguió los ruidos hasta un amplio jardín.

Varios niños corrían por el pasto mientras gritaban y reían en voz alta, alrededor de ellos estaban algunos guardias con las armas enfundadas y también algunas niñeras, por la ropa Dante pudo descubrir que no eran niñeras "ordinarias".

Había alrededor de 12 niños jugando, todos varones de entre 4 años hasta 10 años, Dante intentó reconocerlos, pero no conocía a ninguno. – Tío – uno de los mayores finalmente lo vio y se detuvo, al escucharlo los demás niños se detuvieron y corrieron a saludarlo.

- Tío – repitió el niño que lo había reconocido primero – Soy Tom... me recuerdas –

Solo entonces Dante pudo recordar al niño, era uno de los hijos de su hermana Alba, también era un mago de agua y cómo su madre era muy educado con él, la ultima vez que lo vio fue antes de enlistarse, en ese tiempo tenía 5 años, era normal que lo conociera.

- Tom – Dante se adelantó y acarició su cabeza cómo solía hacerlo cuando era pequeño

- Edrian – gritó el pequeño Tom – Ven a saludar a tu hermano – Dante se sorprendió al escucharlo, no imaginó que su desconocido hermano menor estuviera entre estos niños, cuando él era joven sus hermanos y primos nunca lo dejaron jugar con ellos, así que siempre estuvo solo, imaginar que su hermanito no era dejado de lado lo alivió.

Todos los niños se movieron a un lado para darle paso al mas pequeño de todos, la ropa de Edrian era igual a la de los demás al menos en forma y material; cuando Dante era niño la tela que le daban para su ropa siempre era de la peor calidad, comparable con la de los sirvientes mas bajos; él mas joven caminó lentamente al frente, tomando los bajos de su camisa con las manos en un gesto lleno de timidez – Hermano mayor – su voz aun lechosa sonaba especialmente dulce.

- ¿Edrian? – Dante había imaginado a su hermanito muchas veces, pero no esperó que se viera así; tan pequeño y adorable, sus ojos rasgados en forma de flor de durazno eran brillantes y azul celeste, similar a los de su madre, su cabello rubio estaba sujeto en una cola alta, su piel era blanca y delicada, sus mejillas llenas estaban sonrojadas como un par de duraznos, en su ropa llevaba un emblema familiar de jade en color azul, también usaba algunas joyas de plata, haciéndolo parecer el niño mimado de una familia muy rica; cuando Dante era niño no tenía ninguna de esas cosas, siempre fue desfavorecido y ya se consideraba afortunado si tenían suficiente de comer.

- Tío – lo llamaron los otros niños, todos acercándose – Tío... cuéntanos como es el ejército –

- Mataste malos –

- Hacia mucho calor –

- ¿Conociste el mar? –

- Muéstranos tu magia tío –

Los niños gritaban ruidosamente alrededor, no dejándolo responder ninguna de las preguntas, Dante pensó que al volver estos niños de la familia le tendrían miedo, no esperaba que lo recibieran con tanto entusiasmo.

- Mis disculpas mi señor – una de las "niñeras" se acerco a separar a los niños – Solo estan emocionados por conocerlo –

Dante asintió al escucharla, aunque algunos niños ya habían nacido cuando se enlisto la mayoría aún eran muy pequeños – Dejen al hermano mayor – un niño de 8 años se adelanto separando a los demás – Hermano soy Curt – le dijo el niño sonriendo. Este niño era su hermano menor hijo de Justin, el primer esposo de su madre; cuando Dante se había marchado solo tenía 3 años. Los otros hijos de Justin siempre habían sido muy hostiles con él, no imagino que este hermano menor lo tratara tan amablemente.

Harem imperialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora