✧Perrito, ¿salgamos a tomar chelits y ver minits?- Heejake Chilensis✧🇨🇱

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Estaba escuchando Astronomy de conan pa escribir esto uwu. es muy sad y estaba sad asique le va al capitulo.

Pov Heeseung:

Evite al Jake la semana siguiente, no le conteste los mensajes ni lo vi en toda la semana, solo lo estaba evitando de la misma forma en que el resto de mis compañeros había comenzado a evitarme a mi.
Puros giles qlos

Nadie quería reconocer mi existencia los días después del carrete de la Yuna, excepto el Jay y un tal Choi Beomgyu del cuarto B, que se había acercado a hablar conmigo después de clases el lunes de esa primera semana.

Él también había estado en el carrete, aunque ni siquiera sabía su nombre antes de que se me acercara esa tarde.

Era un wn medio emo, demasiado delgado quizás, con una nariz bonita y el pelo negro lleno de visos rusios

— Le dejaste un ojo morado al Kai y casi le rompiste la nariz—me dijo con una sonrisa.

— ¿Qué quieres?

— Nada —dijo.— Felicitarte.

Mire a mi alrededor, a la sala de clases vacías y las millones de marcas con la palabra "maricon" "fleto", "se te quema el arroz" y los dibujos de penes que alguien había rallado en mi mesa. El Kai, probablemente. El profesor le había hecho limpiarlo en la mañana, pero no había salido todo.

Resople, sonriendo inevitablemente ante la idea de que a este wn tambien le cayera mal el Kai.

— ¿Te molesta? —Pregunte, diciéndome firmemente que era de amable nomás.

El Beomgyu levantó los hombros.

— A veces. —dijo, mirando hacia las marcas de lápiz en mi mesa.— Como a ti. —añadió, más bajo.

— No soy fleto —dije, subiendo un poco la voz.

El Beomgyu me miró entonces.

—ta bien, tu puedes ser lo que quieras ser, como diria la barbie.

Jamás me había considerado menos, no era como el Jake, rodeado de amigos y amigas, no era como el Kai, que tenía su propio grupo y una polola dispuesta a perdonarlo cuando se le pasaba la mano al tomar, pero nunca había pensado en mi como una minoría en medio de todos esos peces gordos de la vida social, no hasta este momento al menos.

De alguna forma alguien como Beomgyu me había considerado un igual ¿Y quién era yo para negarselo? Sin amigos ni alguien que fuera a pararse por mi.

— ¿te gustan los hombres? —pregunte y el contrario me miro y asintió sin duda alguna

La mirada de ese wn se sintió como una revelación, como una realidad que nunca me había permitido imaginar siquiera, y no estaba seguro de qué hacer con eso.

— ¿No te da vergüenza? — Pregunté, antes de poder contenerme.

— No —dijo beomgyu, levantando el mentón.— ¿Por qué debería?

Asenti, medio confundido.

— Vamos. Te invito una bebida. —dije, sin saber bien el por qué.

Quizá había algo en el coraje tembloroso con el que ese extraño se había parado frente a mi, sin negar la acusación, o quizás era el efecto de pasar tantos días sin hablar con nadie que no fuera de mi familia; no estaba seguro de querer saberlo realmente.

— ¿Por qué? — preguntó el pelinegro, entrecerrando los ojos desconfiados.

— Para felicitarte, yo cacho. —dije, subiendo los hombros.— Si no quieres da lo mismo. —añadi, tomando el tirante de mi mochila.