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Soobin consiguió turno para comenzar con el psicólogo esa misma semana, iría al mismo que había ido Yeonjun en su momento, le parecía lo mejor, le tenía confianza y no tenía que explicarle nada de su delicada situación de vida, porque Kai Kamal Huening ya lo sabía.

A pesar de que estaba bastante negado a ir, se lo había prometido a Yeonjun, y el mayor lo había despedido con un abrazo, recordándole que él estaría bien, y que regresaría mejor que antes, y más rápido de lo que creería.

Aunque Soobin supo que no sería tan bueno en cuanto HueningKai hizo la primera pregunta.

— ¿Quieres comenzar contándome de ese día?

El día que él más deseaba olvidar, posiblemente.

El pelimenta preparó los pañuelos y un vaso de agua frente a él, porque sabía que lo necesitaría.

— Pues... Habíamos tenido una cita, fuimos al cine y a cenar, y Yeonjun me acompañó a casa.— comenzó, recordando los últimos momentos que había tenido con su novio.— Y él se negó a tomar un taxi porque quería caminar... Recuerdo que molestó con que tenía que bajar todo lo que había comido esa noche... Como si no notará que estaba perfecto.

>> Nunca recibí un mensaje de que había llegado, y luego de unas horas sin responder... Me llamaron, desde su teléfono, para pedir una recompensa altísima... Luego llamaron a sus padres, luego sus padres me llamaron a mí...

>> No dormí nada esa noche, ni las siguientes.

— ¿Quieres contarme de los siguientes meses? ¿O prefieres hablar de solo esa noche?— preguntó HueningKai, sin querer presionarlo, hablar de esa noche ya parecía demasiado, no quería hacerlo sentir mal (aunque sabía que era inevitable, y que era algo que debía afrontar, debía tener un límite, por eso iría despacio).

— Es que... Es difícil separar esa noche del resto de las noches.— dijo el pelinegro.— Todas parecen iguales, en todas lloré, y busqué por él, no dormí nada... Todas las noches y los días seguían y todos parecían iguales, eran eternos.

>> Es más yo... Ni siquiera me di cuenta cuando pasaron tres meses, no fue sino hasta que lo encontraron cuando me di cuenta de... Todo el tiempo que había pasado.— se encogió de hombros, estaba temblando completamente.— Parecía como si hubiera entrado en una laguna de tiempo o algo... No sabía qué día era, y todo era tan rápido y tan lento a la vez... No recuerdo casi nada.

— Bien ¿Qué me dices del día en que lo encontraron?

Soobin lo pensó un rato.

— Por un momento creí que había terminado... Y tres meses se habían sentido como siglos, y no sé qué esperaba... Quizás imaginaba que cuando lo encontrará estaría el Yeonjun que dejé ir esa noche... Que me iba a sonreír y decirme "Binnie, eres un llorón" y me abrazaría, porque también me había extrañado...

Kai asintió, le dejo un momento para que llorara en paz, cuando notó que se recompuso un poco volvió a preguntar.

— ¿Y qué encontraste?

— Primero... Estaba en coma y no me dejaban verlo, sus padres me decían que era mejor que no lo viera en ese estado... A las tres semanas me dejaron pasar a verlo, y él se asustó tanto al verme, como si yo fuera un monstruo... Me dijeron que hacía eso con todos, que no me lo tomé personal pero... Solo quería abrazarlo y decirle que todo iba a estar bien pero él no dejaba que nadie lo tocara...

>> Y él no era él... No hablaba, gritaba, cuando me acercaba demasiado me mordía para que me fuera, no podía caminar, gateaba... Y yo lo vi en la rehabilitación, sufriendo y luchando para moverse, podías ver cómo calculaba cada movimiento de cada paso que hacía... Estaba roto, y eso también me rompía.

𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐞𝐬 || 𝐒𝐨𝐨𝐣𝐮𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora