Yeonjun vive con Soobin, quien es como su hermano, para él es el lindo chico que lo cuida todos los días, lo protege de todos los males y lo salva de sus horribles pesadillas.
Soobin vive con Yeonjun, su novio, que luego de ser secuestrado y abusado...
HueningKai arregló el turno de Soobin en el mismo horario en el que el menor iba a sus sesiones de terapia en grupos, así no se preocupaba por si se quedaba solo, como estaba algo lejos del consultorio del psicólogo, Taehyun cuidaba de Yeonjun hasta que Soobin salía y podía ir a buscarlo para ir a casa.
En su primera cita, luego de dejar a Yeonjun, y que el castaño le repitiera que todo iba a ir bien, que lo amaba mucho, lo primero que hizo al llegar y comenzar con la sesión fue volver a llorar al sentirse sumamente culpable.
— En ese momento no estaba pensando con claridad... No estaba pensando en realidad, era como si todo... Como si todo lo hiciera porque sí, porque no me importaba. — murmuró, HueningKai asintió, dejándolo hablar, le sirvió un vaso de agua, Soobin lo tomo enseguida y continuaba hablando entre trago y trago —. Y-y... Solo podía pensar cosas tan malas... Porque yo amo a Yeonjun, en serio lo amo pero en ese momento y-yo... Lo odiaba, lo odiaba por dejarme solo, por olvidarse de nuestro aniversario... Y también por dejarme por ir con Taehyun y Beomgyu... Y también los odiaba a ellos porque era como si... Me estuvieran robando a Yeonjun, y yo s-solo... Quería estar con él.
Kai anotó gran parte de lo que dijo, fueron un par de minutos, Soobin había terminado el vaso de agua, y lo miraba escribir con lágrimas en sus mejillas.
— ¿Y luego cómo te sentiste luego de eso?
— Y después, cuando pasó todo me sentí culpable... Porque era muy tonto, porque después me di cuenta que no quería.— murmuró, negando, fijó su mirada en sus manos, que temblaban.— Y no los odio, porque son mis amigos... Y Yeonjun es la persona que mas amo en el mundo... Y él no olvidó nada, solo fue a buscarme un regalo para darme una sorpresa, ¿Sabes? Él estaba pensando en mí y yo solo quería irme... A cualquier lado, quería desaparecer de una vez.
>> Entonces solo podía pensar que era un egoísta y- y... Un mal novio y un mal amigo.
Hueningkai asintió, volviendo a escribir un poco más, cuando terminó, Kai se levantó de su asiento y fue hacia él, alcanzándole unas servilletas de papel para que se limpie sus lágrimas.
— Soobin, quiero contarte algo que es muy importante.— habló en aquel tono de voz calmado y bajo. —No es la primera vez que lo noto, hace unos meses, cuando comenzaste a venir también me dí cuenta, y también ya te conocía desde hacía tiempo, sabía esto podía pasar... Pero no es correcto hacer diagnósticos rápidos, por eso normalmente se espera un tiempo para hablar al respecto... Lo que pasa es que tienes un trastorno depresivo, Soobin.
Soobin no respondió nada al respecto, pero aquellos ojitos desconcertados que tenía hablaban por él.
— Tienes que saber que tener depresión no es algo malo, y diría que estás en un grado de intensidad medio, no es tan malo, no significa que no puedas ser feliz y pasarla bien, y por supuesto que no es tu culpa, solo que puede ser problemático a veces. Y es algo con lo que primero tienes que aprender a convivir y solo después de eso... Puedes aprender a superar.— explicó.— Yo te ayudaré a aceptarlo y a superarlo para que puedas sentirte mejor, pero también necesito que colabores, porque eres tú el que hace los cambios en tu vida, Soobin-ah.
Soobin asintió, mordiendo su labio inferior para calmarse.
— Y necesitaré que vengas a más de dos sesiones y que no las dejes esta vez, ¿Si?
— Sí, sí, es sólo que Yeonju-
— Estamos hablando de ti, no de Yeonjun.— lo interrumpió —. Tú también eres importante, tú también necesitas tu atención y tu espacio, no estar con Yeonjun todo el día y priorizarlo.
>> Entiendo que lo hayas cuidado muchísimo estos tres años, pero tienes que recordar que es la vida de Yeonjun, y está separada de la tuya... Cada uno tiene sus problemas, y sentimientos, y está bien que se acompañen, pero no puedes resolver los problemas de otros tal como tampoco puedes usarlo a él para resolver los tuyos.— explicó con voz calmada.
Soobin asintió de nuevo, Kai frotó su hombro levemente como un gesto de consuelo.
— Bien, por esta sesión estaría bien, después de todo, es tu regreso, pero todavía nos quedan unos veinte minutos así que vamos a armar una rutina.— dijo el pelimenta—. Dime, ¿Qué haces en tu día a día? ¿Qué comes? ¿Cuándo vas al baño?
— ¿E-eso es importante?
— Todo se relaciona, Soobin, una rutina va a hacer que te organices mejor y de forma más saludable.— HueningKai hizo unos gestos raros con sus manos, y el último rato de la cita, el pelinegro se encargó de hablar de su día a día mientras el psicólogo anotaba todo, solo para terminar diciendo que debe regular sus horarios de sueño, comer más frutas y verduras, tomar menos café y, la parte más difícil, visitar menos el McDonald's.
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