Yeonjun vive con Soobin, quien es como su hermano, para él es el lindo chico que lo cuida todos los días, lo protege de todos los males y lo salva de sus horribles pesadillas.
Soobin vive con Yeonjun, su novio, que luego de ser secuestrado y abusado...
Beomgyu estaba muy preocupado por los golpes que tenía Taehyun que por sí mismo, él no había sufrido daños, tal como le contó a él y a Yeonjun rato después — cuando se reunieron en la habitación de hospital del castaño— lo habían bajado del auto y le habían colocado una bolsa en la cabeza, así que no podía ver nada, luego lo habían metido en el baúl del auto y habían arrancado a toda velocidad.
Ni siquiera habían atado sus manos, ni piernas, solo lo habían metido rápido y se habían ido, otra evidencia que la policía tomó para llegar a la conclusión de que todo había sido improvisado.
— ¿Tú estás bien, Junie? — Beomgyu parecía más preocupado por Yeonjun que por sí mismo, en general, él no se preocupaba por si mismo.
— Si, Beomie, no es la primera vez que vengo aquí por esto... Estoy bien — dijo el castaño, su mejor amigo estaba sentado a su lado sobre la camilla del hospital. — No sé cuánto tiempo me van a tener aquí, pero igual voy a esperar a que Soobin venga.
— Él está con HueningKai ahora, luego lo iré a ver y te cuento qué tal — dijo Taehyun, Yeonjun sonrió y le agradeció.
Yeonjun estaba tranquilo porque estaba con sus amigos y tenía a Beomgyu abrazándolo como un koala pero estaba acostumbrado a que Soobin estuviera a su lado cada vez que terminaba en el hospital, que eran más veces de las que le gustaba.
Sus amigos le hicieron compañía todo el rato, incluso pidieron pollo frito para compartir, y Taehyun se ofreció ir a comprar helado, pero ninguno de los dos lo dejó ir.
Yeonjun no hizo muchas preguntas al respecto, porque no sabía cómo lo había afectado a Beomgyu, él era bastante serio y era difícil leer por sus expresiones si estaba mal, si seguía asustado o si no le había afectado tanto pero le preguntó que había pasado con aquellas personas.
— La policía se los llevó— respondió Beomgyu —. Cuando me sacaron a mí del auto ellos ya estaban esposados... Luego me hicieron preguntas, pero no me habían hecho nada y me llevaron al hospital.
— Qué bien, Gyu— Yeonjun estaba genuinamente feliz de que su amigo no había pasado por lo mismo que él.
Yeonjun no quería que nadie tuviera que vivir lo mismo que él.
Su charla fue interrumpida cuando tocaron la puerta, Taehyun fue a abrir, del otro lado había un joven pelimorado, acompañado de otro más bajito que se escondía a su espalda.
— Hola, soy Jung Wooyoung, veníamos a ver a Yeonjun ¿Él está disponible?
— Oh, claro— el rubio se volteó hacia Yeonjun y Beomgyu, muy acurrucados en la cama —. Yeonjun, tienes visitas.
— ¡San! ¡Wooyoung! Oh, vinieron... — el rostro de Yeonjun se iluminó completamente, no esperaba que San fuera capaz de salir.— Que lindo verlos aquí.
— Nos enteramos en las noticias que habían atrapado a un par más — dijo Wooyoung, acomodó una silla en un rincón alejado de los demás para San , quien se sentó y se quedó tomando su mano con firmeza —. ¿Tú debes ser el chico que mencionaron, no? — preguntó el pelimorado de forma amable, mirando a Beomgyu, quién estaba ignorando todo contacto visual pero asintió —. Es un alivio que estés bien.
— Sí, Beomie es mi mejor amigo— dijo Yeonjun abrazando al koala que tenía enganchado a su cintura—. Y él es Taehyun.— señaló al rubio, quien sonrió de forma amable, cosa que hizo que le doliera el rostro por los golpes.— Ellos son Wooyoung y San, San es como yo, también es mi amigo.
Taehyun y Wooyoung sonrieron apenas por aquellas palabras.
— San me pidió venir porque te quería dar algo — lo incentivo el enfermero, el menor mostró una bolsa de plástico que llevaba consigo. Dáselos, San.
El menor se levantó con cuidado, como si en su mente calculará cada pequeño movimiento, se acercó a la camilla del castaño para dejar la bolsa de plástico, Yeonjun la tomó en cuanto el otro se apartó para no tener que tocarlo y ponerlo más nervioso de lo que se notaba, dentro había una bandeja de plástico que tenía seis cupcakes de chocolate con distintas decoraciones en crema.
— Oh, San... Muchas gracias— dijo el castaño con agradecimiento.— Por favor, come unos con nosotros — le ofreció al mayor, quien tomó uno con una sonrisa, seguido los demás presentes tomaron uno cada uno, el sobrante se lo iba a guardar a Soobin.— Gracias... Soobin solía traerme dulces cuando estaba en el hospital.
— Oh, ¿Dónde está él ahora? — preguntó Wooyoung.
Yeonjun negó, sintiéndose triste por dentro, pero no quería demostrarlo.
— No... No lo sé... Estoy esperando a que regrese.
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