Yeonjun no salió del hospital al otro día, tampoco en los días que le siguieron, los estudios no habían salido perfectos.
Su presión cerebral estaba más alta de lo normal, por la vía del suero, le dieron medicamentos para ayudar a bajarla, aunque debía hacer reposo.
Por su historial médico, los doctores, e incluso su psicólogo, prefirieron tenerlo en observación unos cuantos días más, tener un par de citas y revisiones hasta que todo estuviera seguro.
Yeonjun muchas veces se ponía de mal humor, él quería ir a casa, con su novio, con Soobin, y seguir haciendo su vida.
En su mente, seguía teniendo todas sus metas: ir a la plaza, comer un helado en el parque, salir a caminar con Soobin, comer afuera... Muchas cosas que quería hacer y que el hospital le impedía.
Soobin permanecía con el todo el tiempo, todos los días, por más que su espalda estaba en la ruina por dormir sentado al lado de la camilla, que ya tenía ojeras por el estrés, y que también quería ir a casa para abrazar a su pequeño mayor en la cama que compartían hasta que se le durmieran los brazos.
Solo lo dejaba cuando tenía sus sesiones con HueningKai, de poco más de una hora, donde casi siempre Yeonjun intentaba recordar algo más y el psicólogo acomodaba sus recuerdos y mente para que no entrara en pánico.
Era algo automático, cada vez de recordaba algo de su vida anterior, volvías aquellas imágenes y voces para decirle que ya nada de eso importaba, que él no importaba, que nadie iría a buscarlo... O así solía ser.
Yeonjun era muy fuerte, por más rota que tuviera el alma y la mente, había aprendido a luchar contra esos malos recuerdos, aquellos que le impedían ver hacia atrás... De tantas veces que Soobin lo había consolado, de tantas citas con el psicólogo, y tantas palabras buenas, estaba decidido a superar todo aquello y recordar quién era.
— ¿Cómo está? — preguntó Soobin, en cuanto HueningKai salió de la habitación del castaño, luego de la primera sesión.
— Lo está tomando muy bien — dijo el psicólogo, se notaba sorprendido, sonrió levemente—. Mejor de lo que hubiera esperado hacía unos meses.
— ¿Qué tanto... Recuerda? — Soobin tenía muchas dudas. — ¿Va a recordar todo?
— Es imposible saberlo con exactitud... Pero creo que ahora solo comenzará a recordarlo todo, o casi todo, de a poco. — dijo, su tono era bastante serio, ni siquiera él estaba seguro si eso sería bueno para Yeonjun —. Es como si hubiera abierto una puerta, y ahora todos los recuerdos que guardaba allí están saliendo... Puede ser muy abrumador a veces, Soobin, pero ya sabes cómo tratarlo, dale su espacio, hay que ser suave con él.
Soobin sólo asintió, dispuesto a entrar a la sala a acompañar a su novio.
— Soobin, ¿Cómo estás?
El pelinegro sonrió un poco, asintió, feliz.
— Estoy muy bien, en realidad.
— ¿Seguro? — preguntó, desde lo ocurrido con Yeonjun habían cancelado sus sesiones, porque tanto Soobin como él estaban muy ocupados con el pequeño rubio. — Sabes que puedes hablar conmigo si necesitas, ¿No?
Soobin asintió.
— Si bien estoy algo preocupado por él y lo que pueda pasar... Estoy feliz, porque sabe quién soy. — dijo, sonrió ampliamente, creando arrugas en sus ojitos — Y al parecer... Somos novios de nuevo.
>> Sé que al final... Él no será nunca como era antes, y creo que tampoco será como el nuevo Yeonjun, supongo que ahora el cambiará de nuevo y aún queda mucho tiempo, pero si salimos de esta... Siempre será mí Yeonjun, no importa qué versión de él... Siempre será él.
HueningKai asintió, tenía una sonrisa de ternura en su rostro, de sólo escuchar el tono tan tranquilo y amoroso que tenía Soobin para hablar de Yeonjun se sentía cálido por dentro, se notaba mucho su amor.
— Eso es algo muy maduro de tu parte, Soobin. — dijo, palmeó su hombro para despedirse antes de irse, diciendo que siguiera bien y que lo vería pronto, ya que Yeonjun tenía entre dos o tres sesiones a la semana.
El pelinegro entró de nuevo a la sala de su novio, Yeonjun lo esperaba con un puchero en sus labios y los brazos cruzados.
— Te tardaste mucho. — dijo, inflando sus mejillas con furia.
— Lo siento, lindo, estaba hablando con HueningKai — fue hacia él para tomar sus mejillas, y besar aquel lindo par de labios, que formaban un hermoso mohín, dando miles de besitos hasta que el castaño correspondió, profundizando el beso en un dulce baile de lenguas y pequeños chasquidos, que hacían el corazón de ambos acelerar y a sus mejillas enrojecer.
Yeonjun no podía enojarse nunca con aquellos besos, y por más que estaba algo sensible y berrinchudo, se calmó enseguida, para sonreírle de forma adorable y encantadora.
Soobin se dejó perderse en ese cálido sentimiento que crecía en su pecho, en aquel cosquilleo que quedaba en sus labios después de tocar los de su amado, mirando los ojitos de su pequeño mayor, que estaban cargados de amor y hermosos brillitos.
Era tan lindo que se lo quería comer a besos y abrazos.
— Te amo mucho, Yeonjun. — murmuró el pelinegro, casi en un susurro, estaban tan cerca que su tono sonó tan íntimo y bonito que le dio cosquillas internas al rubio.
— También te amo, Soobinie. —correspondió Yeonjun, era la primera vez en años que lo hacía, dejando a su dulce novio al borde de las lágrimas, antes de abrazarlo firmemente.
[4/8]
Al final me puse la foto en mi cuenta secundaria (DagmarSJ_2 )nomás lo hice porque el patrón Wattpad me mandó un mensaje y ya me asusté, por eso está historia está en la categoría "madura".
Si desean pueden seguirme, en caso de que pase ESO, subiré las historias por ahí.
҂Si encuentran algún error avísenme, lo corregiré de inmediato.
҂ Denle amor y apoyo a esta historia para saber que les agrada 🥀.
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𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐞𝐬 || 𝐒𝐨𝐨𝐣𝐮𝐧
FanficYeonjun vive con Soobin, quien es como su hermano, para él es el lindo chico que lo cuida todos los días, lo protege de todos los males y lo salva de sus horribles pesadillas. Soobin vive con Yeonjun, su novio, que luego de ser secuestrado y abusado...