— Muy bien, Choi, ¿Hiciste tu tarea?
— Algo así, sí... — murmuró él pelinegro, algo nervioso por su carta.
— ¿Cómo es eso? — preguntó HueningKai, acomodó su libreta para escribir cualquier detalle que considerara importante.
— Pues... En parte estoy conforme, pero en parte creo que las palabras nunca van a ser suficientes.— se intentó explicar el menor—. Siento que en algún futuro, no muy lejano... Voy a querer decir más cosas, o quizás estoy olvidando algo ahora y se me ocurre después, ¿Entiende?
— Perfectamente.— dijo Kai, hizo una anotación rápida—. Es muy normal sentir eso, Soobin, no debes pensar ahora sí se te está olvidando algo, siempre puedes agregarlo después, hacer una nueva carta, ¿Sabes?
Soobin asintió en silencio.
— ¿Tienes la carta allí? —. preguntó el pelimenta, con lo que Soobin asintió y sacó el papel de su bolsillo —. Bien, vamos a hacer un ejercicio—. HueningKai se levantó de su silla, la tomó y rodeó el escritorio con ella, dejándola a un lado de Soobin, a poco más de un metro de él.— Ahora, quiero que te voltees y mires a la silla, de frente.
Choi no cuestionó, pero si se sintió algo raro, volteó la silla para quedar frente a la silla vacía, HueningKai se mantenía de pie, detrás de él, lejos de su visión, como para que solo se concentrara en aquel mueble.
— Ahora, vas a visualizar a Yeonjun, al Yeonjun del pasado, a quien le dedicas tu carta, en la silla.
— ¿Qué? — Soobin se giró hacia él, con el ceño fruncido.
— El Yeonjun de tu carta está sentado en la silla que tienes al frente, míralo, que poca educación.— dijo el mayor, cruzado de brazos, quizás algo molesto porque no le estaba haciendo caso.
El menor se volteo a la silla, y se concentró un momento, hasta revivir la imagen del viejo Yeonjun frente a él, casi lo podía ver, con sus botas negras, sus jeans ajustados, una camisa blanca algo holgada sin contar que los tres primeros botones estaban sin abotonar dejando ver sus clavículas, tenía sus piernas cruzadas y esa sonrisa burlona que siempre le dedicaba... Aquel sonriente, confiado y energético Yeonjun que lo había enamorado hacia más de cuatro años, sin ninguna cicatriz, sin ninguna marca, sin ningún trauma neurológico o psicologico... Era su Yeonjun.
— ¿Listo? — preguntó kai, recibió un asentimiento como respuesta—. Bueno, Soobin, ahora, quiero que le leas tu carta y te despidas de él.
Soobin se puso triste sin poder evitarlo, pero asintió, comenzando su lectura.
— Yeonjun. Te quiero. Te amo, en realidad, pero antes que nada te quise y lo más probable es que te siga queriendo; pero por mi bien, y por el tuyo... No puedo seguir amándote.
>> Sé que lo nuestro no terminó como quisiéramos, y créeme, recuerdo aquello, y me culpo por todo, todos los días... Y lo siento mucho por no poder salvarte.
>> Lo siento pero... Yo no lo sabía, no sabía que iba a perderte esa noche porque de ser así... Te hubiera obligado a quedarte conmigo, aún si no querías, porque tú siempre fuiste muy libre y n-no le hacías caso a nadie...
>> Te extraño, y voy a seguir extrañándote... Cómo no hacerlo si eres una parte de mi... Pero ahora ya no puedo hacer nada con esa parte de mi corazón que te pertenece, y que siempre será tuya, Yeonjun.
>> Tengo que dejarte ir, lo sé desde hace mucho, y lo he intentado de las maneras más tontas y simples que conocía, pero ya... Y-ya es hora, de que puedas descansar en paz... Y yo también.

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𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐞𝐬 || 𝐒𝐨𝐨𝐣𝐮𝐧
FanfictionYeonjun vive con Soobin, quien es como su hermano, para él es el lindo chico que lo cuida todos los días, lo protege de todos los males y lo salva de sus horribles pesadillas. Soobin vive con Yeonjun, su novio, que luego de ser secuestrado y abusado...