➥ Jungkook
Una suaves risas provenían de la planta superior de aquella acogedora casa.
Eran alrededor de las 7 de la noche cuando Jungkook arribó en su hogar, luego de una larga jornada de trabajo, sus ánimos estaban por el piso, pero con solo escuchar las dulces risas de sus hijos sintió como su día mejoró en segundos.
No sabía cuál sería el escenario que encontraría en aquel salón de juego que pertenecía a los menores, pero si de algo estaba consciente era que cada día lo sorprendían con nuevos panoramas y travesuras.
Aún recuerda la vez en la que encontró a Seolyul atrapado entre las enredaderas del jardín por creerse Spider-Man. O el día que Minji decoró la gran mayoría de sus trajes con piedritas de colores solo para que brillaran y ni decir cuando le pintaron los bigotes al retrató de la tatarabuela Jeon. Aun lo tienen guardado en el ático y cada vez que la abuela pregunta por él, Jungkook mantiene la mentira de que lo están retocando por ahí en algún lado.
A pasos tranquilos sube uno a uno los pocos escalones que restan para llegar al segundo nivel. Toma el pomo y lo gira lentamente.
Inconscientemente una sonrisa empezó a decorar sus labios y está solo aumentó hasta convertirse en una risa que provocó que ambos menores se quedarán en silencio.
Jamás hubiera imaginado presenciar aquello. Los dos pelinegros con sus pijamas de osos, regalo de su tio Taehyung, con una almohada en sus manos, cabellos revueltos y sus caras manchadas de diferentes marcadores de color. El silencio de ambos duro poco, pues segundos después acompañaron a la risa de su padre.
-Papá, ¿quieres jugar a la guerra de almohadas?- preguntó Minji con voz entrecortada producto del cansancio después de un arduo combate.
-¿Papá está invitado al show de payasos que tienen los enanos Jeon?- preguntó un Jungkook que no podía dejar de sonreirles.
-¿Cuales payasos?- y si, al parecer a Seolyul le hicieron un buen reinicio de Windows porque estaba aturdido aún.
-¿Cuanto tiempo llevan jugando acá? Deberían estar durmiendo, mañana hay jardín y miren sus caras, ¿son marcadores permanentes? Dios, espero salgan con agua o quedarán marcas- una a una las preguntas salieron, apaciguado el buen humor del comienzo.
-Tranquilo papá, son las acuarelas que tío Jinnie nos regalo para nuestro cumpleaños, se quitan con agua, ¿ves?- Minji restregó su manita sobre su mejilla y una buena parte de la pintura quedó sobre su palma.
Jungkook suspiro un poco más aliviado, aquellos dos traviesos lo hacían reír y preocuparse en segundos.
-A todo esto ¿Donde está la Señora Shin? Cuando entre a casa no la encontré en la Sala como todas las noches- la nana de los pequeños solía esperar a Jungkook en la acogedora sala de su hogar para poder retirarase a su casa que estaba a unas cuadras de la de los Jeon.
-Mamá Ji esta terminando de arreglar las plantas de la azotea, cuando regresamos de la salida con el tío Tae nos contó que pensaba plantar nuevas flores allá arriba, porque te gustan y te recuerdan a mamá- el pequeño contó mientras Minji le tallaba el rostro con una toallita húmeda.
Jungkook sonrió en dirección a ellos, pues era verdad, a RyuJin le encantaban las flores y por esa razón acondicionaron la azotea con un pequeño vivero cuando construyeron su hogar, el cuál la señora Shinji solía mantener con vida.
Recordar a la mamá de sus hijos siempre le traía los más bonitos recuerdos. Ver a sus bebés creer felices, el como sonrien cada vez que escuchan las historias sobre ella que suele relatarles cada noche antes de dormir o apreciar toda esa energía que tenían día con día a pesar de solo tenerlo a él en sus vidas, lo mantenía con la tranquilidad de que siempre tendrían un poquito de ella con ellos.
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Lunas | Kookmin
FanfictionJungkook es padre soltero de dos gemelos. Conoce a Jimin en la fiesta de cumpleaños de su primo Taehyung. Ambos terminan involucrados en una situación bastante comprometedora. -Dejame volver besar todas tus lunas- le susurró al oído. -PAPAAAA- múl...