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La suave brisa movía los cabellos de un pequeño pelinegro que observaba desde lejos al Omega bajo el árbol de follaje amarillo, era el árbol donde alguna vez esparcieron las cenizas de su difunta madre, y también el lugar favorito de Minji y él.

Su lobito le incitaba a que bajara hasta donde estaba el Omega; desde la primera vez que lo vieron su lobo se sintió feliz y una tranquilidad que ningún otro Omega le había causado se instaló en su corazón, era extraño porque a él no le gustaba estar cerca de ningún Omega. Soportaba estar en presencia del novio de su tío Tae porque lo conocía, además que él solía pasar más tiempo con Minji que con él así que no se relacionaban mucho. Su tío Jinnie era la única excepción, él los cuido como si fueran sus cachorros desde pequeños, pero con Jimin era todo distinto. Con él se sentía en casa.

Salió de su escondite y a pequeños pasos bajo la colina hasta donde estaba el Omega.

-Jimin Hyung ¿se perdió?- soltó cuando se encontraba a solo un par de metros del Omega que tenía sus ojos cerrados.

-¿Seolyul? ¿Que haces aquí bebé?- Jimin se incorporó y sacudió sus prendas mientras miraba extrañado al menor.

-Lo ví salir de la casa y se que es su primera vez en casa de mis tíos, así que supuse que se podía perder y no iba a permitir eso, yo conozco todo el terreno- el niño le sonrió y señalo los alrededores.

-Fue una tontería salir así de la casa, pero por suerte encontré este bonito lugar- Jimin estaba encantado. El árbol amarillo se encontraba a unos metros de una bonita Laguna de aguas cristalinas.

-Se llama la Laguna de Jinjin- contestó el más pequeño.

-¿Enserio? ¿Es por Jin Hyung?

-No, el nombre se lo puso mi papá, por mi mamá. En este pequeño terreno se encuentran sus cenizas.

La cara de Jimin lo decía todo, esa respuesta no se la esperaba.

El menor tomó asiento justo donde unos minutos atrás estuvo el Omega. Y golpeo el lugar a su costado.

-Siéntese ya casi es hora de que lleguen los patitos de la tía Woo.

El pequeño pelinegro había salido detrás de Jimin cuando lo vio correr hacia la parte trasera de la casa, a pesar de su corta edad, sabía la consecuencias que podrían surgir ya que Jimin no conocía la Propiedad de sus tíos y era muy probable que e...

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El pequeño pelinegro había salido detrás de Jimin cuando lo vio correr hacia la parte trasera de la casa, a pesar de su corta edad, sabía la consecuencias que podrían surgir ya que Jimin no conocía la Propiedad de sus tíos y era muy probable que el pelinegro mayor terminaría perdido.

Camino por el sendero donde vio que el mayor había corrido. Ese lugar se lo sabía cómo la Palma de su mano, era justamente el lugar donde fueron esparcidas las cenizas de su difunta mamá.

Después de unos minutos pudo ver como el mayor descansaba a las faldas del árbol.

Ahora ambos se encontraban sentados bajo aquel enorme árbol, esperando a los dichosos patitos.

Lunas | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora