Jungkook es padre soltero de dos gemelos. Conoce a Jimin en la fiesta de cumpleaños de su primo Taehyung. Ambos terminan involucrados en una situación bastante comprometedora.
-Dejame volver besar todas tus lunas- le susurró al oído.
-PAPAAAA- múl...
Taehyung había llegado detrás de los pequeños y al ver la escena en la que se encontraban aquel par de lobos saco inmediatamente a los menores de la habitación, no sin antes mirar burlonamente a aquel par.
Había planeado tanto tiempo presentarlos pero no se había dado la oportunidad, no hasta su cumpleaños, y al parecer se conocieron mejor que como el lo había imaginado.
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Jimin estaba en shock, ¿como era posible que Minji y Seolyul fueran los hijos del alfa sobre el cual estaba sentado? Sus neuronas conectaron he inmediatamente salto a su lado de la cama.
-Perdona por eso, no recordaba que mi primo los traería a casa- habló el alfa- no quiero que te sientas incómodo ellos son parte de mi familia.
El alfa estaba en desesperación, no había tenido tiempo para hablar con el Omega sobre sus hijos, pero recordó las palabras de su hijo.
-Un momento- sus ojos se abrieron como platos -¿TU ERES JIMIN?- grito asustando a Jimin y Jungkook se golpeo mentalmente por su arrebató.
-Si, soy Jimin el hermano de Yoongi y cuñado de Tae tu primo, Dios perdón por hacerte pasar este momento incómodo con tus hijos, Seolyul debe estar odiandome porque me encontró con su papá.
-A quien deben estar odiando justo ahora es a mi, Yoongi va a querer matarme cuando sepa lo que te hice, siempre habla de tí como su mayor adoración y con el embarazo sus emociones siempre están al límite- el alfa temia por su vida.
La suave risa de Jimin inundó la habitación, las palabras de jungkook habían aligerado la situación.
-Mierda, si que eres perfecto- salió de los labios del peligro mayor y Jimin dejó de reír para mirarlo fijamente y con las mejillas sonrojadas por el alago.
-Tu eres perfecto, tus hijos son increíbles y ahora entiendo porque- el Omega le sonreía al alfa- ese par de niños tiene al mejor padre.
Jungkook juraba que si el Omega le seguía diciendo esas cosas se lanzaría a llorar, Jimin era todo lo que siempre buscó, y si todo marchaba como él esperaba, estaba seguro que el Omega sería el complemento perfecto para su pequeña familia.
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