Lunas | Kookmin

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Nochu rasguñaba en su interior con más ganas de tomar el control total de su cuerpo, el aroma a miel no ayudaba a la causa y junto con la insistencia del Omega terminaron pasándole factura, pues sin precio aviso le dio lo que había prometido, sus labios impactaron con los del contrario, sumiendolos en un apasionado beso.

Todo era mágico, el suave baile que creaban sus belfos era digno de apreciar, parecían que estaban destinados a encajar como dos piezas en un pluzze, poco a poco las manos del Alfa fueron a dar a los glúteos del Omega, la alerta en su mente se encendió, esto no estaba bien, no se conocían y no podía aprovecharse de la situación.

A regañadientes se separó del menor, Jimin estaba embobado con lo que sus ojitos captaron, los orbes del Alfa estaban teñidos con un color violeta intenso, eso le dio el indicio de que el lobo estaba batallando para tomar el control.

-Quiero más besos- pidió y sin esperar respuesta unió sus labios nuevamente.

Jungkook no podía negarse a tal privilegio, pero esta vez estaba más conciente de marcar límites con nochu.

Los besos subieron de intensidad y si había algo claro era que el Omega no se rendiría hasta tener lo que quería.

En un movimiento volteo el cuerpo del Omega y lo abrazo por la cintura, Jimin podía sentir la erección del Alfa y su emoción se reflejo en un pequeño gemido que salió de sus labios.

Jungkook había terminado accediendo a tocarlo, sin embargo no tendría sexo directo con él, empezó a besar lenta y torturosamente el cuello del Omega y este estaba deshaciéndose entre sus brazos.

A tientas Jungkook llevó al Omega hasta el sofá donde momento antes había estado el Omega tocándose.

-🔞

El Alfa se sentó primero y atrajo al Omega hacia su regazo, Jimin estaba más que feliz de tener la erección de su Alfa en su parte trasera.

-Bien Lobito, vamos a hacer esto, puedes pedirme que te haga lo que sea menos que tengamos sexo-

Esas palabras detuvieron el accionar del Omega, Mochi quería eso, pero si el Alfa dijo que pidiera lo que quisiera no iba a desaprovechar la oportunidad.

-Tocame-

Jungkook pensó que el Omega crearía algún berrinche, pero estaba actuando bastante tranquilo. Con un asentamiento se dispuso a iniciar su trabajo. Se acomodo más en el sofá para que el Omega se recostara en su regazo.

Subió las piernas del contrario hasta tenerlas una a cada lado de su cadera dejandolo completamente expuesto, y bajo su mano por el abdomen descubierto del menor.

Jimin siseaba por el escalofrío que le creaba el recorrido que el Alfa estaba haciendo sobre su piel.

Cuando llego al inicio de su ropa interior se detuvo. Jimin ladeo su cabeza y buscó la mirada del Alfa. Este parecía pedir permiso para dar el siguiente paso.

-Hazlo-

Y al recibir esa respuesta término de introducir su mano, el tacto frío del Alfa caló en la entrepierna caliente y húmeda del Omega, era satisfactorio para ambos estar en aquella posición.

Comenzó a hacer movimientos de arriba a abajo, haciendo gemir de placer al menor. Mientras que con su otra mano atraía el cuello del contrario en su dirección para besarle devotamente. Jimin disfrutaba de todas las atenciones que estaba recibiendo, con los ojos cerrados y pequeñas gotas de sudor cayendo de su frente las cuales  hacían que su cabellera se pegara término llegando al primer clímax de la noche.

Jungkook había hecho todo lo que el Omega le había pedido, empezando por tocarlo en su entrepierna, luego atendiendo su entrada y justamente estaba terminando de hacerle una felación.

El ojiazul estaba recostado sobre el sofá y la imágen que tenía Jungkook de su cuerpo era única, término de limpiar sus comisuras y se lanzó a besar los pomposos labios del menor.

A estas alturas lo único que nochu le pedía era complacer a su Omega y justamente eso había hecho, el ojiazul estaba agotado y se notaba en lo torpe que eran sus besos y como sus ojos no podían mantenerse abiertos tanto tiempo.

Cuando Jungkook se separó de él, verificó la hora, eran las 3:13 de la madrugada, era entendible el estado del Omega.

Con sumo cuidado limpio el cuerpo que yacía dormido sobre el sofá, le puso una de sus camisetas y ropa interior, lo cargo hasta su habitación y lo dejó descansar.

En todo momento velo porque el Omega se sintiera bien que había olvido el como estaba él. Junto a una ducha caliente que le despejó la mente, término por autocomplacerse.

No habían rastros de nochu, y le agradecía por eso, su lobo se había comportado en presencia del Omega.

Bañando, cambiado y relajado, volvió a su habitación donde el Omega se apegada a las sabanas e inhalaba el aroma impregnado del Alfa.

Eso le saco una sonrisa a Jungkook. Ese Omega era demasiado lindo para ser real.