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Canción: Cherry Bomb - The Runaways

Canción: Cherry Bomb - The Runaways

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Tome asiento en su cama mientras él buscaba alguna frazada para prestarme, al final lo mejor sería dormir en mi auto para que en la mañana pudiera llamar a alguien para que lo arreglara.

_ Contéstame lo que te pregunté o me voy - dije cruzándome de brazos.

_ No recuerdo que me preguntaste -

_ No finjas - levante un poco el tono de mi voz- hace años que me odias y no sé por qué lo haces, ¿te caíste de chiquito o algo? -

_ No me insultes muñeca barbie -

_ ¿es el mejor insulto que se te ocurre? - Reí.

_ si, porque tienes el cerebro de plástico - bufó.

_ Eres tan patético - me paré quedando frente a él.

_ y tú eres una llorona de mierda - escupió.

_ dime de una vez lo que quiero o me largo de este asqueroso lugar - dije entre dientes con furia.

_ Oh! disculpa ¿no es lo suficiente lujoso para la princesa? - contestó de la misma manera.

_ Púdrete Munson, eres un estúpido niño asustado que no sabe lo que quiere -

_ ohh BIEN, empezamos a sacar las verdades. - empezó a dar vueltas en la habitación con las manos en su cadera, se notaba su frustración - Entonces déjame decirte, señorita perfección, tú no te salvas de ser una miedosa y sobre todo una mentirosa.

_ ¿Mentirosa yo? ¿Quién es el que cambia de opinión cada dos segundos sobre su comportamiento? -

_ ¿Disculpa? yo siempre soy sincero, tú eres la que miente por miedo a lo que dirán - ambos empezamos a elevar la voz sin darnos cuenta.

_ ¡Sincero mis ovarios! eres un idiota bipolar que finge ser amable conmigo para aprovecharte de mí vulnerabilidad -

_ ¡pues lo siento por querer ayudar! - tomo su cabello entre sus manos por la frustración. - eres una malagradecida.

_ ¿Yo? tu eres el que me odia desde que tengo memoria ¡perdóname por desconfiar del que pego un chicle en mi cabello en la clase de química! -

_ ¡Tú le dijiste a la profesora que yo estaba copiándome! - reclamó. Buen punto, pero había sido sin querer.

_ ¡Cállate y dime porque me odias! - retruqué.

_ ¡Deberías saber por qué! -

_ ¿Por qué putas tendría que saberlo? ¡QUE YO TE GUSTE NO ES MI PROBLEMA! - bien, era lo mejor que se me había ocurrido, ridículo.

_ No todo el mundo tiene que gustar de la princesa de Hawkins - dijo con repudio.

_ Ya quisieras ser uno de mis pretendientes y llegar a tocarme- dije con odio. Era mentira, no tenía ningún pretendiente, jamás lo tuve.

_ Siendo como eres no me sorprendería que lo hicieras, ¡Eres una engatusadora! -

_ ¿¡Me estás diciendo fácil?! - eso me había ofendido.

_ ¡¿Acaso me equivoco?! -

_ ¡Totalmente! ¿sabes qué? vete a intentar ligar algo tocando la guitarra maldito drogadicto -

_ ¡y tu vete a cogerte a Billy Hargrove!

_ ¡Eres un ridículo!

_ ¡y tu una caprichosa! - Pegué un grito de la frustración y tiré un poco de mis cabellos.

_ no te golpeó solo por cariño a mis manos - dije entre dientes.

_ Esas manos han tocado cosas peores - Se acercó unos pasos para quedar frente a mí con una corta distancia. - te puedo asegurar que no te atreverías - me retó. Mala idea, sabe que, si me retan, es para que lo haga.

Levante mi brazo tomando impulso y antes de lograr tocar su mejilla con mi mano, sentí su mano parar mi muñeca y sus labios sobre los míos dándome un brusco beso. Yo me quedé estática recalculando la situación, pero cuando logré reaccionar me separé de él enseguida.

_ ¿¡Qué haces?! - pregunté alterada.

_ D-defendiéndome - Hasta él se veía confundido por lo que acababa de pasar.

_ T-tú me odias ¿por qué carajos me besarías? - Estaba totalmente consternada, no entendía nada, pero ese beso me había dejado con un cosquilleo extraño en mi estomago que no parecía nada agradable. - Creo que tengo ganas de vomitar -

_ ¿Disculpa? ¿me trataste de repulsivo? - se ofendió.

_ ¿por qué te enoja? ¡tú eres el que me grita y luego me besa! - discutí.

Se dio la vuelta, tomo una frazada y me la arrojo a la cara. - Vete a dormir al auto - ¿Estaba enojado? ¿Por qué era él el enojado aquí? que alguien me explique.

_ Eso iba a hacer, pervertido - sujeté la frazada y salí de la casa para ir hasta mi auto. Allí me acomodé en el asiento trasero y me tapé con la manta sintiendo el olor que tenía. Olía a él y yo no pude sentir más asco al darme cuenta de que el olor no me desagradaba para nada.

_ Sabía que le gustaba - dije para mí misma mientras cerraba mis ojos. Aun así, no pude pegar el ojo. Daba vueltas en mi lugar sin poder quedar satisfecha con ninguna posición. Suspire intentando dejar de pensar, pero el beso de Eddie había despertado mi curiosidad ¿por qué lo había hecho? ya había besado personas antes, pero ¿por qué se sintió tan raro?

Con un kilo de frustraciones encima, abrí la puerta del carro y salí para dirigirme directamente a la casa. Quería respuestas. Justo cuando iba a abrir la puerta de entrada alguien me gano y abrió la puerta antes que yo desde adentro.

Nos quedamos mirando a los ojos sin saber que decir, mire su torso sin alguna capa de ropa y algo dentro de mí mando todo al diablo. Me acerqué a él y uní nuestros labios en un beso brusco que él correspondió en el instante arrastrándome dentro de la casa y cerrando la puerta detrás mía. 

Fate (Eddie Munson) (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora