Erlu XXV

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Capítulo 25

Ultear sabía cuando algo estaba molestando a Meredy, podía verla inquieta desde que regresó de su cita con Minerva, pero Minerva parecía estar muy feliz y orgullosa de Meredy. Todo eso la había dejado confundida. Después de pensarlo tanto se dirigió hacía la habitación de su hija.

—¿Qué fue lo que pasó? —Pregunto Ultear mirando como Meredy abrazaba su almohada con fuerza.

—Nos encontramos con una chica, ella es una omega. —Dijo Meredy sabía que no iba a servir de nada tratar de ocultar lo que había pasado ese día.

—¿Ella hizo algo?

—Coqueteo con Minerva y me enoje.

Pocas eran las veces que había visto a Meredy enojada, siempre tenía una sonrisa en el rostro como si nada le molestara.

—¿Minerva intervino?

—No, ella dejó que yo manejara la situación. —Dijo Meredy. —Me sorprendió pero me hizo sentir importante.

Ultear frunció el ceño al no entender qué era lo que había molestado a su hija cuando estaba claro que Minerva le había dejado manejar las cosas cuando pocos alfas lo hacían. —¿Cual es el problema?

—Actúe de manera muy posesiva después de que la chica se fue.

Ultear se quedó callada y entendió que era lo que estaba pasando, su hija no estaba acostumbrada a ser posesiva y esa era una nueva emoción, algo que tenía que aprender a controlar si no quería perder el control.

—Es normal. —Dijo Ultear recostandose al lado de su hija. —Esa chica cuestiono tu posición como alma gemela de Minerva y tenias que dejar en claro las cosas. Habla con Minerva y pregúntale cómo se sintió después de la situación, como se siente ahora después de todo paso.

Meredy se acurruco contra el pecho de su madre, siempre que se sentía tan abrumada con sus pensamientos y emociones estar cerca su madre le ayudaba a calmarse. Meredy dejó salir un suspiro de alivio al saber que todo estaría bien después de hablar con Minerva y saber como esta se sentía.

..........

Minerva tenía curiosidad de saber qué era lo que Meredy quería hablar con ella, había notado a la pelirosa muy inquieta desde que se encontraron con aquella omega. Ver a Meredy tan posesiva había provocado un gran revoloteo en su estomago, nunca la habian defendido de esa manera, su padre siempre esperaba mucho de ella, el gremio también lo había hecho provocando que se aislará de todo y todos.

Ahora tenía personas a su alrededor que se preocupaban por ella y su bienestar físico y emocional. Su alma gemela era la mujer más amable, dulce, tierna y comprensiva que había conocido, no entendía cómo había tenido tanta suerte de poder compartir toda su vida con ella.

Sonrió al ver a Meredy acercarse a ella a paso lento y con una enorme sonrisa en el rostro. —Hey. —Saludo Minerva sonriendo abiertamente.

—Hola. —Dijo Meredy antes de acercarse aún más a Minerva, la leona se acercó aún más a Meredy y le dio un suave beso en la mejilla provocando que Meredy se sonrojara. Meredy no dudo en darle un abrazo a Minerva con fuerzas y dejar salir un suspiro de alivio al estar en los brazos de su alma gemela.

Al separarse del abrazo Minerva no dudó en tomar la mano de Meredy y entrelazar sus dedos. —¿Sobre qué deseas hablar? —Pregunto la pelinegra mientras empezaban a caminar a paso lento.

Meredy apretó la mano de Minerva provocando que la pelinegra la volteara a ver con preocupación. Meredy aclaró su garganta. —Quiero hablar sobre lo que pasó en nuestra última cita. No me sentí muy cómoda después de actuar de esa manera contigo, ¿quiero saber como te sentías al respecto? Nunca he tenido una reacción tan posesiva y no quiero que te sientas incomoda, ni nada por el estilo asi que hable con Ultear y ella me ayudó, me dijo que tenía que preguntar...—Meredy dejo de hablar la sentir un dedo sobre sus labios y cayó en cuenta que se había ido por la tangente con el tema, se sonrojo al ver la pequeña sonrisa en el rostro de Minerva.

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