ErLu IV

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Capítulo 4

Lucy se sentó al lado de Natsu, sin dejar de buscar a Erza con la mirada. El gremio noto que la maga estelar estaba inquieta, creían que en cualquier momento saldría y buscaría a Erza para alejarla de Jellal.

—¿Cómo crees que sea tu bebe? —pregunto Happy sentándose en el hombro de la rubia. En ese momento muchos le agradecieron al gato azul. —¿Crees que le gusten los pecados? —

Lucy no pudo evitar reírse ante lo dicho por el gato azul. —No lo sé, Happy. Pero dudo que le guste el pescado. —

—Yo le enseñare a pescar.—dijo Natsu.

—Yo hacer muñecos de hielo.—dijo Gray con una sonrisa.

—No esperen yo le enseñare a jugar cartas—agrego Cana.

—Yo le enseñare a pelear con hombre.—dijo Elfman, todos tenían una gotita de sudor en la nuca.

—Aún falta mucho para que nazca.—dijo Lucy con una sonrisa nerviosa al ver que todos ya estaban haciendo planes.

—Eso no quita que nos imaginemos a nuestro sobrino o sobrina.—dijo Lisanna. —Espero que no saque el temperamento de Erza.—

—Eso no te lo puedo asegurar.—dijo Lucy riéndose. —Puede que sea como Erza y eso sería muy lindo.—

....

—¿Qué pasa? —pregunto Erza al estar fuera del gremio.

—Solo quería disculparme por como de deje aquel día en la playa.—dijo Jellal, Erza sabia de lo que estaba hablando. Ambos se habían caído, el encima de ella. Erza habían sentido incomodidad al creer que la iba a besar, pero cuando él se retiró diciendo que tenía novia ella se sintió aliviada.

—No hay nada de que disculparse.—dijo Erza con seguridad. —Solo fue un accidente. —

—Te mentí.—dijo Jellal. —No tengo novia.—

—Lo supe desde el principio.—dijo la peli escarlata con una sonrisa de autosuficiencia.

Erza noto que Jellal se iba acercando mucho, él estaba empezando invadir su espacio personal y eso no le estaba gustando. Se alejó de el.

—¿Qué haces? —pregunto Erza sabiendo que si ella no ponía una distancia Lucy saldría.

—Quiero que me des una oportunidad.—dijo Jellal mirando a Erza a los ojos.

Erza se quedó en shock, si había querido a Jellal hacía mucho tiempo pero desde que Lucy llego a su vida todo cambio, todo tuvo un nuevo sentido. Quizás porque estaba destinada a estar al lado de la rubia de por vida o quizás lo que la había capturado era la personalidad de la maga estelar, nunca sabría la respuesta a ese misterio. Pero daba las gracias de tenerla en su vida, y que ahora ambas estaban por formar una familia.

—No puedo.—dijo Erza.

—¿Por qué no? Sé que estas enamorada de mi.—aseguro el peli azul.

—Eso fue cuando éramos niños, Jellal.—replico Titania. —Las cosas han cambiado.—

—Crees que eso va a cambiar tan fácil.—dijo Jellal acercándose a Erza.

—Tengo pareja.—dejo salir Erza sin mas. Lo que menos quería era que el chico se le siguiera acercando y que eso provocara problemas.

—¿Quien? —pregunto Jellal. —No hay nadie a tu altura.—agrego después. —No existe ningún hombre que no te tenga miedo por ser Titania.—

—Te equivocas.—dijo Erza con una sonrisa en el rostro. —Hay alguien que si me ama. Hay alguien que lo primero que pensó cuando me vio fue que era hermosa.—

Jellal tenso la mandíbula al ver la sonrisa sonadora en el rostro de la peli escarlata, había alguien que le estaba quitando la oportunidad de estar con su primer amor. Él no lo iba a permitir.

—Él no puede amarte de verdad.—dijo Jellal, Erza no se sintió ofendida ante ese comentario, sabía que muchos hombres la veían con lujuria, ninguno sentía amor por ella porque no la conocían, pero sabía que si ella quería podría enamorar a cualquier persona, pero ella ya tenía a quien amar y esa persona la amaba de regreso.

—No es un el.—replico Erza. —Es un ella.—

La mandíbula de Jellal cayo desencajada, Erza lo estaba rechazando por una mujer, lo estaba dejando a él solo que una mujer le había dicho que era hermosa. No lo podía creer. Pero algo hizo clic en la mente de Jellal, el vio a Lucy y Erza estar muy apegadas cuando entro en el gremio.

—Es Lucy.—dijo Jellal.

—Si.—dijo Erza sin dudar y sin dejar de sonreír al escuchar el nombre de la mujer que le hacía sentirse amada, que hacía que sus pesadillas desaparecieran por completo, que le brindaba ese calor de hogar y que le hacía ver y sentir que era la mujer más hermosa del mundo.

Jellal no lo podía aceptar, el lucharía por recuperar a Erza. Erza dejo a Jellal solo, entro al gremio y noto que su novia aún seguía en el lugar donde la había dejado.

Erza se acercó a Lucy y cuando esta levanto su mirada solo se sentó en su regazo. Todos en el gremio vieron eso con un gesto de ternura, pero para Lucy era un signo de que la peli escarlata quería que se relajara. Erza escondió su rostro en el cuello de la rubia, relajándose al instante de sentir el aroma de la maga estelar en sus fosas nasales.

—Quiero pastel de fresas.—murmuro Erza sin de salir de su escondite. Lucy solo acaricio la espalda de Erza para luego pedirle a Mirajane una porción de pastel de fresas.

—¿Todo bien? —pregunto Lucy con curiosidad.

—Luego hablamos.—murmuro Erza, salió de su escondite cuando sintió el aroma del pastel de fresas.

Los miembros del gremio se habían divertido complaciendo a Bisca en el embarazo de Asuka y ahora lo harían con Erza. No les importaba si Erza tenía un mal humor con su embarazo, pero harían todo lo que estuviera en sus manos para hacerla feliz.

......

Erza se estaba preparando para meterse en la cama, Lucy estaba poniéndose ropa más cómoda para dormir.

—Me dirás.—dijo Lucy.

Erza se recostó en la cama, dejando salir un suspiro. —Jellal quería que le diera una oportunidad.—

Lucy se tensó y Erza lo noto. —¿Oportunidad de qué? —

—Una oportunidad para ser mi pareja.—dijo Erza, Lucy en sentó a la orilla de la cama. —Dijo que él sabía que yo estaba enamorada de él. No pude evitar sentirme mal ante eso, el creía que yo le diría que sí, pero cuando le dije que estaba contigo se decepciono.—

Lucy se dio la vuelta para mirar a Erza, ella no tenía miedo de que Erza la dejara, estaba muy segura de que Erza la amaba. De lo único que tenía miedo era que Jellal quisiera hacerle daño a su novia e hijo.

—No quiero que nada te pase.—murmuro Lucy acariciando el rostro de Erza.

—No se olvide que soy Erza Scarlet.—dijo Erza con una sonrisa mientras se acercaba más a Lucy. —Tal vez no esté hecha de titanio, pero soy fuerte.—susurro cerca de los labios de la rubia. —No dejare que nada le pase a nuestro bebe.—

Lucy no pudo evitar acercarse más y besar a Erza, Erza se movió para quedar sentada a horcajadas en las piernas de la maga estelar. Ambas suspiraron ante el beso, ante las caricias que se brindaban, ante el calor corporal de la otra. Con ese beso estaba más que claro que ambas se sentían seguras de los brazos de la otra. Erza se separó, dejo descansar su frente junto a la de Lucy.

—Te amo.—le susurro Titania.

Lucy miro a su novia directamente a los ojos sin poder evitar que una sonrisa invadiera su rostro. —También te amo.—susurro Lucy antes de volver a besar a Erza y recostarse en la cama con la peli escarlata sobre ella.

Erza inmediatamente se acurrucó contra el pecho de Lucy, sintiéndose más relajada. Se separaron del beso, Erza dejo descansar su rostro en el hueco del cuello de Lucy, luego sintió como la rubia depositaba un beso en su cabeza.

—Descansa.—susurro Lucy con dulzura.

—Buenas noches.—bostezo Erza. 

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