VIII: Valorar

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Jimin estaba tumbado en el borde de la cama, con las piernas colgando. Estaba jugando al Minecraft con el móvil y había tirado su mochila en alguna parte de la habitación.

—¡Maldita sea! ¡No encuentro ninguna mena de diamante sin morir!

—Ni siquiera sabes jugar a juegos de niños pequeños —me reí mientras rebuscaba en mi armario.

—Minecraft NO es para niños, Lee Jinhee. Imagínate la de pesadillas que tendrían por las escalofriantes criaturas que tiene el juego —pausó la partida y se sentó recto.

—No dan miedo, Park Jimin. Solo son gráficos pixelados que se mueven en tu pantalla y no te pueden hacer daño. —Iba a rebatir mi afirmación, pero entonces añadí:—. En la vida real.

—Oye, ¿qué te parecen estos? —Le enseñé unos tejanos anchos con agujeros.

—Ni se te ocurra, parecerías una vagabunda.

—¡Pero dijiste que eran chulos! —me quejé, frustrada. Esta era la novena vez que le ponía pegas a mi elección de conjunto.

—Sí, pero no para una cita —Estiró las manos y dijo:—. Parece que necesitas una pizca de la magia de Park Jimin.

Se acercó a mi armario y buscó ropa que creía que sería decente para mi cita.

Finalmente sacó una camisa blanca de manga larga, era grande con forma cuadrada, también sacó mi falda-pantalón de cuero y un abrigo granate con los bordes medio ajustados.

—¡Ta-da! Negro, blanco, y rojo. Totalmente el estilo de Jungkook —Se aplaudió a sí mismo.

—Tío, ¿te gusta Jungkook o algo? —En realidad pensaba que su elección se veía bien y era muy de Jungkook.

—De hecho, ¿sí? —Me miró agitando las pestañas muy deprisa.

—Qué cojones, Jimin —Me reí de él—. Ahora sal de mi habitación, voy a darme una ducha.

Gruñó y arrastró los pies mientras salía de mi cuarto, cerrando la puerta detrás de él.

Pasaron unos 10 segundos.

—Jinhee-yah, puedo...

—¡Sí, puedes comerte la tarta que hay sobre la mesa!

Escuché su leve risa.

—¡Te quiero!

Me reí por su declaración y entré en el baño.

Después de ducharme me puse la ropa que Jimin había elegido para mí. También me puse unas medias de color carne porque hacía frío. Sin embargo, aún quedaba otra hora y media para las cuatro. Decidí bajar a la sala de estar, donde estaba Jimin.

Estaba sentado en el sofá, mirando la televisión mientras se deleitaba con la tarta. En ese momento se dio cuanta de mi presencia y comentó:

—Yahhhh... la intuición de Park Jimin nunca falla. Estás guapísima.

Hice algunas poses raras de modelo y le hice partirse de risa.

Entonces me hizo gestos para que me sentara a su lado.

—Ahora deja que te alimente, así no te pondrás a comer como una cerda cuando estés en la cita.

Fue a darme una trozo de tarta de chocolate con las manos, pero me quedé callada y no abrí la boca.

—Sí, me he lavado las manos, ahora come.

Me reí de él por ser tan diligente y abrí la boca. Ahora saboreando la tarta que me había dado. Empecé a mirar la tele, donde se podía ver el MV de un grupo masculino. Era Stop Stop It de GOT7. Menee la cabeza al ritmo de la música y Jimin me imitó. Después del tercer estribillo, más o menos, Jimin me miró y empezó a cantar, haciendo como si estuviera hablándome a mí.

COLORS || pjm. (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora