VII: Primeras Citas

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Al final, Jimin decidió llevarla a una de las cafeterías de Jeongja-dong. Después de ir a la iglesia por la mañana, me quedé en casa el resto del día. Hice lo que solía hacer en casa, como hacer los deberes y ver los programas típicos del domingo como el SBS K-Pop Star con mi madre. Jimin me prometió que me lo contaría todo al día siguiente.

Después de eso, llegó el lunes.

En cuanto terminé mi rutina matutina salí pitando a casa de Jimin. Para mi sorpresa mi mejor amigo ya estaba despierto. Le estaba haciendo el desayuno a su hermano, o mejor dicho le estaba intentando hacer el desayuno a su hermano. Su madre no había llegado a casa anoche. Le dije que se preparase para el instituto y yo me hice cargo de la cocina. Media hora más tarde nos fuimos a clase, por el camino dejamos a su hermano en el colegio. Nos despedimos de él y vimos como entraba en el edificio.

Tan pronto como su hermano se fue le obligué a hablar.

—Pues... —Se rascó la barbilla con la parte de atrás de los dedos.

—¿Y bien? —respondí impaciente.

—¿De verdad quieres saberlo?

—Pues claro que quiero, me lo prometiste, ¿recuerdas?

—Ya, ya. —Se quedó en silencio durante unos instantes antes de continuar—. No era mi tipo. —Se encogió de hombros.

—Vaya, ¿en serio? ¿Por qué? —Mi curiosidad aumentó aún más.

—No sé —hizo una pausa—. Es solo que siempre he pensado que mi vida amorosa sería como... ¿nosotros? ¿Encajamos enseguida, verdad?

Alcé la ceja izquierda y me reí de su comentario.

—¿Qué encajamos enseguida? Sí, claro. Los primeros tres días que fuimos juntos a clase me caías un poco mal.

—¿QUÉ? YAH, TE PASAS —Se paró a mitad de camino y sacudió la cabeza, incrédulo.

—¡Mian*! —Me reí de él y salí corriendo.

—¡NO TE VAS A LIBRAR ESTA VEZ, LEE JINHEE! —me siguió hasta la parada del bus, caminando.


Ya que hemos terminado de contar la historia de su primera cita, ¿deberíamos continuar con la mía?


Viernes, 20 de marzo.

—Oh, cállate, Park Jimin.

Se le escapó una risita mientras se levantaba de la silla.

—Vamos a comer, Jin oppa debe estar esperándonos —Marqué el camino hacia la cafetería.

Me alcanzó y se puso a caminar a mi lado, siguió mirándome mientras se reía como... cada tres segundos o así. Al llegar a la cafetería hicimos cola para la comida.

—¡Jinhee-yah! ¡Jimin! —nos llamó Jin. Caminamos hasta la mesa donde estaba con nuestras bandejas en las manos.

—¡HYUNG! ADIVINA QUIEN ACABA DE CONSEGUIR A UN HOMBRE —dijo Jimin mientras se sentaba a mi lado, dejando a Jin oppa en frente de nosotros. Le di un codazo y le hice soltar un aullido de dolor.

—Bueno, ya veo que definitivamente no has sido tú —Jin se echó a reír—. Soy todo oídos —añadió y se metió un puñado de arroz y cebollino chino en la boca.

—¡Han invitado a salir a Jinhee, hyung! —Jimin acercó su cabeza hasta Jin y susurró:—. Ha sido Jungkook.

—¿QUÉ? ¿JUNGKOOKIE? —Se atragantó con la comida.

COLORS || pjm. (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora