II: Ventana

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Sentía que me ahogaba con todos los recuerdos que inundaban mi mente. Llegué a la conclusión de que ya no tenía ni hambre. Anulé mi decisión de ir a la cafetería y, en cambio, volví a mi sitio. Crucé los brazos sobre la mesa y solté un suspiro.

Estoy harta de llorar...

Luego apoyé la cabeza encima de mis brazos.

Mirando a través de la ventana de la clase, abrí por completo las ventanas a mis recuerdos.

Cerré los ojos y dejé que mis recuerdos me arrastrasen hasta el 16 de marzo, un lunes.





Lunes, 16 de marzo.

—Hoy tengo superbuenas noticias para vosotros, puesto que os voy a poner un trabajo muy divertido —anunció el señor Jang después de recibir nuestros saludos. Se podía escuchar a todos los alumnos refunfuñando, oh, y naturalmente yo fui una de ellos. A diferencia de mí yo al que podéis ver actualmente, en ese entonces yo seguía la misma línea que mis amigos—. Lo más emocionante de todo es que vais a trabajar en parejas —prosiguió.

—Señor, ¿podremos elegir a nuestras parejas? —Se pudo escuchar la profunda voz de un chico desde el fondo de la clase. Me giré para descubrir que se trataba de Kim Namjoon, el delegado de la clase.

—Claro —dijo el Sr. Jang. Todos nos pusimos a vitorear y empezamos a mirar a nuestros "objetivos", con quienes queríamos trabajar—. No he terminado de hablar. Claro que podréis, eligiendo uno de los números que he preparado. —En una fracción de segundo, lo que eran exclamaciones de alegría se convirtieron en quejas de decepción. 

Nos levantamos uno por uno para coger nuestro papelito con el número dentro de la caja que el señor Jang sostenía. Recé en silencio mientras cogía mi número, con la esperanza de que me tocara con alguien a mi favor. De camino a mi sitio desplegué el papel. Había un gran "7" escrito en él. Me pregunté quien tendría el mismo destino que yo.

Jimin me hizo un gesto con la mano y gesticuló con la boca un "dos". Oh, supongo que no estaremos en el mismo equipo. Me encogí de hombros mientras enseñaba siete dedos. A lo que él respondió con un puchero y puso cara de tristeza, me reí por sus gestos y le contesté sacándole la lengua. Como respuesta me mostró una expresión excesivamente exagerada de él ofendido.

—Ahora, por favor, sentaos con vuestro compañero, empezando por el grupo uno, a la izquierda delante de la clase, y acabando por el grupo doce al fondo, en la esquina derecha. —Las instrucciones del señor Jang nos hicieron levantarnos de nuestras sillas para tratar de ir a nuestros asientos designados. Afortunadamente, Jimin y yo ya estábamos en los sitios correctos. Chocamos las cinco porque no nos tuvimos ni que levantar.

De pronto alguien retiró la silla a mi lado y se sentó allí.

Sujetaba un papelito con el número "7" escrito en él.

Era Jeon Jungkook y estaba sonriendo en mi dirección.

Park Jimin, que estaba al corriente de que me gustaba un poquito Jungkook, estalló en carcajadas. Jungkook parecía confundido por la situación, puse fin a las risas de Jimin dándole una patada disimuladamente a su silla. Jimin, siendo como era, fingió que le había roto el coxis y no dejó de insistir en que le dolía.

—Park Jimin, ¿necesita ir a la enfermería? —le preguntó el señor Jang, ya que estaba siendo demasiado escandaloso.

—No, señor, estoy bien —respondió, avergonzado por el hecho de que su profesor de artes plásticas hubiera presenciado como se retorcía en su asiento. Le regalé una sonrisa de suficiencia que significaba "en tu cara, Park Jimin" y él me lanzó una mirada de desprecio.

—El trabajo que os he asignado va sobre representar a alguien a través de una caricatura. Esa persona en particular puede ser cualquiera mientras seáis capaces de describir su personalidad y rasgos a través de detalles visuales en el dibujo. Elegir a un personaje conocido como Mahatma Gandhi o Adolf Hitler está bien, es correcto, pero si escogéis a personas cercanas a vosotros, como vuestros compañeros, también está permitido. Bueno, siempre y cuando tengáis su consentimiento y no dañéis su imagen. —Tomé algunas notas sobre el proyecto—. Bueno, pues os dejaré tiempo para discutirlo —continuó el señor Jang.

Me alegré de que mi pareja fuera Jungkook. Su estilo único de dibujo iría perfecto para este trabajo y por supuesto también porque, ejem, me gustaba un poquito. Hablando del rey de roma, Jungkook me dijo de repente:

—Oye, me alegro de que seas mi compañera, espero que podamos llevarnos bien y hacer un buen trabajo —dijo y sonrió.

Le devolví la sonrisa y respondí avergonzada:

—Yo también, dalo por hecho.

Justo cuando pensaba que mi vida estaba siendo demasiado tranquila sin las burlas de Jimin, este giró la cabeza y me miró con una sonrisa extraña.

—¿Qué te pasa, tío? —le preguntó Jungkook.

—Nada, solo estaba felicitando a mi mejor amiga por estar en el mismo equipo que tú —respondió. Le advertí que cerrara la boca amenazándole con la mirada.

—¿Y por qué harías eso?

—Porque a Jinhee leee g... —Antes de que pudiera terminar la frase, le tapé la boca con la mano y le pegué.

Jungkook puso una expresión de confusión, pero se rio de nosotros, para ser más exactos se rio de que le estuviese dando una paliza a Jimin desde mi asiento.

Jeon Jungkook, el que suele ser el callado de su grupo de amigos. Son cuatro, los otros tres son Kim Taehyung, Jung Hoseok y Min Yoongi. El castaño es un buen estudiante en todos los aspectos, siendo bueno e incluso destacando tanto en las materias académicas como en las que no lo son. Además, es guapo y ha sido bendecido con unas cuerdas vocales increíbles. Todas las chicas de la clase tienen a una mini fangirl dentro de sus corazones que ama a Jeon Jungkook.

—Entonces, ¿a quién vamos a dibujar? —me preguntó el chico.

—Bueno, siempre podemos dibujar a Park Jimin con todos sus innumerables defectos... —dije subiendo un poco el tono de voz para que Jimin pudiera oírme.

Jimin estaba intentando convencer a su compañero, Taehyung, de que no estaba permitido dibujar a Bart Simpson, ya que no era una persona real. Al escuchar mi comentario, volvió a girar su atención hacia nosotros, abandonando a Taehyung.

—¿Aún no estás satisfecha? ¿Después de torturar mi perfecto cuerpo todavía quieres herir más mis sentimientos? —dijo con un tono dramático. Iba a responderle cuando de repente Taehyung se puso como un loco y no pudo soportar otro abandono por parte de su compañero.

—Jimin, escúchame, Jimin-ah, Jimin-ah, Jimin-ah escúchame, Jimin-ah, Jimin, Park Jimin, Jiminnie. —Jimin finalmente se dio por vencido y se giró, dándonos la espalda a Jungkook y a mí mientras arrugaba la nariz, a punto de explotar por toda la Taehyunginidad que estaba experimentando. Jungkook y yo solo pudimos reírnos de la imagen que teníamos delante.


COLORS || pjm. (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora