Ethan tomó el trozo de pergamino y tras unos minutos recordó haber visto esa dirección mientras investigaba el paradero de su antiguo profesor de defensa contra la magia tenebrosa.
Lo más probable es que los enmascarados estuvieran tras el rastro del profesor, la pregunta es, para qué.- Conoces la dirección?- Preguntó Ahmed que miraba como su amigo murmuraba algo al tiempo que sus ojos giraban de un lado a otro dentro de sus cuencas.
- Sí, estoy casi seguro que se trata de la dirección del profesor Cano. Estuve revisando unos archivos y recuerdo que esa dirección constaba como uno de los lugares donde pudo ir después de su retiro-
- Es una suerte que recuerdes todo lo que lees- Lo felicitó Ahmed.
- Si salimos vivos de esto le haremos una estatua a tu cerebro, pero por ahora deberíamos concentrarnos en encontrar al profesor antes que los enmascarados, ya nos llevan ventaja- Puntualizó Arthur para que sus amigos se pusieran manos a la obra.
- Bien, cómo llegaremos allá?- Preguntó Ahmed con curiosidad.
- Está algo lejos, no será sencillo llegar a pie o conseguir un auto que nos lleve hasta allá- Se lamentó Ethan.
- Llegar a pie? Auto? Quién dijo que llegaríamos por tierra? Siganme-
Arthur guió a sus amigos a la parte trasera de la cabaña, hasta un pequeño cobertizo que no había sido saqueado.
- ALOHOMORA- Murmuró el muchacho apuntando al candado con su varita y este se abrió.
Dentro del pequeño cobertizo había varios cosas apiladas, abrigos, botas, un caldero y lo que Arthur buscaba, un par de escobas.
- No son las más rápidas pero es mejor que caminar, desgraciadamente por el alboroto no pude traer mi Flecha Roja, así que tendremos que usar estás viejas Estelas Blancas-
- Yo no soy experto en números pero ahí sólo hay dos escobas y nosotros somos tres-
- Lo sé, por eso tú toma una, Ethan y yo iremos juntos en la otra-
Arthur y Ahmed tomaron cada uno una escoba y los tres se dirigieron hacia la parte de enfrente de la cabaña.
- Vamos a necesitar un buen lugar para despegar, aquí los árboles son demasiado densos para elevarnos, necesitamos salir a campo abierto pero nadie debe vernos, ya estando arriba debemos volar sobre las nubes para que los muggles no puedan vernos.- Les explicaba Arthur a sus amigos, era de vital importancia que no fueran detectados por nadie.
- Bien, un poco más adelante había un claro, creo que servirá, no creo que las personas vengan mucho por ese camino así que deberíamos estar a salvo de las miradas- Sugirió Ahmed al tiempo que se echaba la escoba sobre el hombro.
Los tres chicos se pusieron en marcha hasta el lugar acordado, Arthur volteó la cabeza para echar un último vistazo a su cabaña y sintió una punzada de dolor en el pecho, muy parecida a la que sintió la noche anterior en su habitación. Esa cabaña guardaba muchos recuerdos muy especiales y ahora sin más debía dejarla atrás. Tragó saliva, levantó la mano derecha donde llevaba la varita y apuntó hacia la vieja cabaña.
- CONFRINGO- Dijo Arthur casi con lágrimas en los ojos. La maldición explosiva hizo estallar la pequeña cabaña hasta reducirla a un montón de escombros y madera humeante.
- Pero qué haz hecho?!- Gritaron al unísono Ethan y Ahmed, no podían dar crédito al acto de su amigo.
- No quiero que alguien más venga a buscar información sobre mi o mi abuelo, además si utilizan el hechizo rastreador averiguaran lo que hicimos, lo mejor es destruir toda la evidencia-
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Luces y Sombras.
FantastikAl quedarse solo después de la muerte de su abuelo, Arthur, un joven mago decide embarcarse en una búsqueda de venganza acompañado de sus mejores amigos, sn saber que descubrirá un secreto que recae sobre su familia y que puede cambiar todo el curso...