capítulo 4: Cualquiera se siente atraído por Hisoka.

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Kikyo discutía con Silva por teléfono.
Ya estaba agobiada de estar sin él, cuidar de los niños sola y vivir sin los lujos que acostumbraba.
Mientras ella chillaba por teléfono, Illumi aprovechó de dirigirse a la habitación de su hermano Milluki.
El último, roncaba profundamente, abrazado de un sobre de patatas fritas vacío y una revista Hentai.

Illumi lo miró con desprecio y lo movió con fuerza para que despertara.

-Despierta, maldita sea.
-¿?¿? Illu!! No me mates por favor, te juro que nadie llamo!
-Qué mentiroso... !! Miré el historial del teléfono. Hasta contestaste la llamada, imbécil.
Milluki palideció y decidió confesar.
-probablemente fue Killu.
-Le pasaste la llamada a un niño de 9 años?
-No exactamente... Lo que pasó fue que...
-Ya da igual. Debes cuidar a Killua si se queda contigo. Eres más inútil que madre. Pero no vine a regañarte, vine a negociar tu vida.
-Eso es peor!!!
-Sé que eres un genio buscando cualquier cosa en internet. Hasta ayudas a padre en sus negocios con eso. Quiero saber dónde son las peleas clandestinas del coliseo del cielo. AHORA.
-Porque? Qué pasó? Irás allá?? Tú? Pero si no podrías pelear, hasta pareces una chica y...
-AHORA.
-Okey, okey. Pero si arruinan tu carrera de modelaje por desfigurar tu rostro, diré que no tuve nada que ver. No me mires con esa cara que no dice nada, me asusta. Ya estoy buscando.... Acá está. Mira.

Milluki explicó la dirección a su hermano mayor.

Posteriormente, Illumi bajo al garage de la casa a sacar la bicicleta. Esa bicicleta estaba ya en la casa cuando llegaron. Si tenía suerte, podría salir de la casa sin ser descubierto. No sabía andar muy bien en bicicleta y pocas veces había salido solo de casa, pero en las salidas con Hisoka había aprendido ambas cosas.

Aprovechó el descuido de la madre y el pánico de delatarlo de su hermano, y se dirigió al lugar pactado, con dos horas de atraso.

II

Luego de esquivar a los borrachos molestos, los vehículos, y correr en bicicleta con torpeza por las calles, llegó al oscuro antro mencionado.
Illumi bajó de la bicicleta y limpió sus gafas. Lentamente, entró por debajo de la rejilla rasgada y miró al terreno que tenía un escenario donde ocurrían los encuentros de combate. Dos tipos rudos se golpeaban sin medir fuerza alguna, mientras el público animaba excitado.
Tímidamente se acercó buscando al rostro conocido. De pronto, reconoció una silueta por la espalda: cabello rojo, esta vez peinado perfectamente hacia atrás. Un top mostrando la espalda y abdomen, pantalones muy apretados y tacones. Era Hisoka posado en una esquina, mirando la pelea mientras tomaba vodka de la botella. En su rostro, los dibujos de una estrella y una lágrima en cada mejilla, le daban un aspecto bufonesco y sensual.

Un destello fugaz apareció en la mirada inexpresiva de Illumi. Aceleró el paso pero se detuvo al ver que Hisoka entregaba la botella de vodka a un hombre que estaba a su lado, bajo, de cabello negro y ojos desencantados y almendrados.

Al verlos juntos, una punzada atravesó su pecho.

"No debí venir"

Estaba a punto de darse la vuelta, hasta que el hombre mencionado entregó la misma botella a una chica de anteojos, melena, vestida toda de negro, que compartía con Hisoka y el desconocido. Al darse cuenta, se trataba de un grupo completo compartiendo la botella, y no solo de Hisoka y aquel chico.

Se armó de valor para interrumpirlos.

En la medida que se acercaba, Hisoka se dio cuenta de su presencia. Lo miró de reojo con su mirada dorada, y le dio una sonrisa torcida, coqueta.

Illumi se acercó, inexpresivo. Su Corazón latiendo con fuerza.

-Hoooolaaa ❤️
-Hola.

El resto del grupo miró seriamente al desconocido que llegó. Hubo un silencio incómodo hasta que Hisoka habló:

Amantes (Una novelita Hisollumi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora