Amantes (Una novelita Hisollumi)

9: Es la primera fiesta de cumpleaños de Illumi y es un desastre

-Este es el plan. Guardamos comida en el bolso, ya sin el envase para no hacer ruido, y esperamos debajo de la cama a que la fiesta empiece y vemos como son las fiestas de adultos- Dijo Killua a Alluka y a Kalluto.

-No me parece buena idea...Repuso el último.

-Claro, tú no sientes curiosidad por esas cosas aún, eres un mocoso-Se burló Killua.

-¡Ya tengo 10!-Gritó Kalluto.

-Yo 13, tengo 13!-Habló Alluka, pensando que era un juego.

-Esta bien, iré. Pero si Illumi nos descubre diré que fue tu culpa.-Repuso Kalluto

-Claro, yo no le tengo miedo a Illumi...Supongo-Dijo Killua, pensativo.

-¡Yo sí!-Levantó la mano Alluka, pensando otra vez que era un juego.

-Claro, contigo es muy pesado. Es un amargado, por eso quiero verlo hacer algo diferente que usar ropa bonita y cepillarse el pelo compulsivamente en las salidas familiares.

-¿Porqué dices esas cosas de él? Illumi es bueno contigo y eres al único que le regala postales de sus viajes y lleva al cine. No digas cosas malas de Illumi-Habló Alluka con mucha sabiduría sin tener consciencia de ello.

-Sí... supongo...-Le respondió Killua, con algo de culpa y en seguida cambió de tema: ¡Levante la mano quien se filtrará en la fiesta de Illumi!-Dijo Killua, alzando la mano.

Alluka levantó la mano alegremente y Kalluto hizo lo mismo, a regañadientes.

Llegó la hora de la fiesta de cumpleaños.

Illumi fue a dejar los obsequios a su cama sin percatarse de que sus hermanos estaban debajo, y con Gon, el mejor amigo de Killua, quien había sido invitado al plan. Se sentó en silencio. 

Illumi luego, bruscamente, buscó el regalo que le llevó Hisoka y lo abrió ansiosamente: Era un perfume Chanel nº5 y un lápiz labial de la misma marca. Illumi Sonrió y negó con la cabeza, pero se percató de que dentro del paquete había algo más: Una de las cervezas baratas en lata y un paquete de las galletas de fresa que acompañaron sus momentos, hacía 10 años. Illumi comenzó a respirar con tanta agitación que sus hermanos entraron un poco en pánico.

Cuando Killua estaba a punto de salir de su escondite y ver qué pasaba, alguien golpeó la puerta del dormitorio. Era Chrollo:

-Illumi, estás bien? Es que... te estas demorando un poco y nos preocupamos.

-Sí, sí... Estoy hablando por teléfono con mis padres.

"Que maldito mentiroso", pensó Killua.

-Lo siento! Lo siento-Dijo Chrollo tras la puerta y se retiró.

Illumi se quedó en silencio unos minutos más. Tomó las galletas, las abrió y las comió compulsivamente, de un solo bocado. Los niños, que escuchaban bajo la cama, estaban confundidos pero contenían la risa.

Antes de irse a compartir con sus amigos, Illumi fue hasta el baño de su dormitorio y vomitó las galletas que había comido recién. Se lavó los dientes, se peinó frente al espejo, se puso las gafas y salió como si nada.

Los tres hermanos menores, si bien les confundió la interacción de Illumi con aquel obsequio que había recibido, ya lo habían visto vomitar después de comer, por lo que lo último no les llamó la atención. Gon estaba lo bastante asustado como para no preguntar nada.

Ya en el salón, vio que el grupo estaba organizando un juego.

-Illumi, ven, siéntate!-Le gritó Shizuku.-Illumi se sentó entre Chrollo e Hisoka, pero vio que Machi, por alguna razón, quiso sentarse al lado de él. Le pareció extraño pero escuchó a Pakunoda, quien tenía un mazo de cartas en la mano.