Hay una sensación...

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Hay una sensación rara en mí cuando te veo, hay otra más cuando me mandas un mensaje y parece que mi día se ilumina o se vuelve más ligero.

Posiblemente cuando fijo la mirada en ti mi alma se delata haciendo brillar mis ojos al notar que no importa los estándares de belleza físicos tratándose de ti, tratándose de mí, porque entonces me olvidaré de ellos y solo seré capaz de verte y ver un alma tan bella que de alguna manera sin quererlo logró penetrar en la fortaleza de yo no queriendo enamorarme de nadie.

Es notar el humor ligero, agradable y respetuoso que cargas contigo; pero sobre todo la capacidad y fortaleza intelectual que tienes para brillar en lo que haces. Entonces me doy cuenta de que ya ni siquiera me importa lo moral o lo físico porque de alguna manera lograste sin quererlo parecerme perfectamente imperfecto y porque si a esas vamos mi moral personal está sobrevalorada por mi egoísmo y altruismo tan cambiantes. Y sobre todo por un físico que, aunque es bello y seguramente atractivo para muchos no es el mejor.

Así que debe ser ahora más entendible que mi alma se alborote cuando tu presencia está cerca de mí, que mis ojos brillen cuando te observo y espero no te des cuenta de que siento un poco de celos y envidia cuando conectas con alguien más, pero sobre todo que la intensidad de la sensación sea tanta que no pueda guardar la emoción de mi sonrisa y no evite sonrojarme por lo que pido disculpas si un día me vez roja, no es más allá de la intensidad de mis sentimientos hacia ti.

Y es extraño porque sí hay una sensación tan rara e intensa que me hace saber que no eres un capricho y que posiblemente seas un cúmulo de sentimientos reales que muy en el fondo no podrán ser, porque justo ahora solo serán de mi parte y no habrá una reciprocidad que me garantice que no me lastimarás por un tiempo.

Así que volvemos a lo mismo, hay de nuevo una sensación que me dice en el fondo y alborota mi corazón ordenándole que se deje llevar y le pide "ámalo", pero que a la vez le dice que ni siquiera piense en hacer porque su alma es viajera y tú (yo) ahora eres (soy) eterna.

Tan eterna en el mundo de las sensaciones raras que pocas veces se vuelven reales y aún peor pocas se vuelven para ser correspondidas.

Antología de Relatos Mundanos para Sentir (libro Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora