- La quiero a ella.
Valeria pega un respingo y sus ojos se encuentran con los míos. Hay sorpresa en ellos. Me mira atónica y creo que aún no se cree que la haya elegido a ella por encima de todos los demás. Porque eso es lo que he hecho. Ella me ha transmitido en 5 segundos, más confianza que algunas de las personas de mi equipo con las que llevo meses. Me cuesta confiar en la gente, porque me he llevado muchos palos en mi vida, pero, no sé porqué, no me lo explico, ella me hace confiar. Será su mirada. Será que parece no tener miedo, o que todo esto no le impresiona. O será que mi instinto me pide confiar en ella. Y eso es lo que haré.
Le sonrió un poco para que se tranquilice y le hago un gesto con la mano para que venga. Valeria avanza unos pocos pasos hasta estar más cerca nuestra. El gesto de su cara, refleja algo de nerviosismo por como le tiembla el labio superior. Sus ojos miran con cautela tanto a Piero como a mi. Joder, no quiero que esté así, quiero que esté tranquila.
- Valeria, te presento a Piero Ferrari, el vicepresidente de la compañía -le digo señalando a mi jefe. Al Jefe Supremo. Ella abre su boca algo desconcertada y durante unos segundos no es capaz de articular palabra. Se acerca un poco más y no sabe ni como saludarle. Entiendo que se sienta así porque a mi me pasa constantemente con él.
- È un piacere (es un placer) -le dice ella con una pequeña sonrisa. Vale, otro puntazo para ella. Encima habla italiano. Y su pronunciación es de lo más sensual. ¿Cómo será que me diga que no pare en italiano? ¿Cómo sería escucharla hablar en italiano mientras está en mi cama?
- ¿Hablas italiano? -le pregunta mi jefe gratamente sorprendido.
- Un poco. Mi abuelo es italiano, de un pueblecito cerca de Messina -le contesta ella. Piero la mira satisfecho. Creo que ya se lo ha ganado, y eso que él es difícil de contentar. Él la mira evaluándola. Chasquea su lengua y mira el motor que hay a nuestras espaldas.
- ¿Serías capaz de arreglar el motor y que arrancara sin el cigueñal?
Valeria desvía su mirada hacia donde él señala. Sus ojos vuelven de nuevo a mirarlo y esboza una sonrisilla. ¿Cómo coño va a hacer eso? Es imposible.
- Podría -le contesta ella asintiendo con su cabeza. Uno de los mechones de su trenza se le ha soltado y se mueve rebelde acariciando su mejilla.
- Si lo haces en media hora, el puesto es tuyo.
Valeria aprieta sus labios algo seria. Curva sus labios y suelta una carcajada que hace que Piero se ría también. Va hacia el motor, el que tenía que arreglar ella y pone las manos encima de la mesa evaluándolo. A estas alturas, aquí abajo hay más gente de la que había antes, y todos están pendientes de lo que está pasando.
- Necesito alguien que me dé las herramientas para no perder tiempo -dice ella pasando su lengua por su labio inferior.
- Yo lo haré -contesta Piero sin pensárselo dos veces dejándome ahora a mi muy sorprendido.
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55LOVE (Runner 1)
Lãng mạnA Carlos Sainz , su equipo le da un ultimátum. Tiene que cambiar su actitud o el año que viene lo echan de la escudería. Arrogante, engreído y prepotente, nunca está dispuesto a admitir que la culpa es suya. Pero toda esa fachada de tipo duro, se ca...