72. 𝒩𝑜 𝓉𝑒 𝓆𝓊𝑒𝒹𝑒𝓈 𝒸𝑜𝓃 𝓁𝒶𝓈 𝑔𝒶𝓃𝒶𝓈

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⏲️ SÁBADO 31 DE DICIEMBRE DE 2022

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⏲️ SÁBADO 31 DE DICIEMBRE DE 2022

⏲️ Días después

Valeria le daba vueltas al anillo que tenía en sus dedos. A su precioso anillo de casada. Desde que Carlos se lo puso en el dedo, apenas se lo había quitado. Solo lo hizo al llegar a Madrid, pues aún nadie sabía que estaban casados. Emitió un sonoro suspiro y desvió su mirada hacia la ventana. Decían que esta noche nevaría, pero el cielo estaba tan despejado que ella no creía que fuera a pasar. Aunque frío, hacía mucho.

- ¿Me pongo corbata?

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Carlos, el cual salía del vestidor con una corbata medio anudada en su cuello

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Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Carlos, el cual salía del vestidor con una corbata medio anudada en su cuello. Ella le sonrió a su marido, sintiendo un pequeño escalofrío recorrer todo su cuerpo. Llevaban unos días casados y parecía que llevaban toda la vida juntos. Y aún seguía sintiendo por él ese mismo cosquilleo como el de aquella primera vez que se vieron. Pronto se cumpliría un año del día que se conocieron. Del día que la vida de ambos cambió para siempre y se enlazó una con la otra. 

- Valeria -le dijo él señalando su anillo, pues su mujer estaba absorta mirándolo. Valeria alzó sus ojos para cruzar su mirada con la de él. Frunció la boca y se mordió ligeramente, el labio superior, dejando que un pequeño suspiro hiciera eco en toda la estancia. 

- Quiero ponérmelo. Estoy harta de disimular, Carlos -le pidió ella casi en un ruego. Amaba estar casada con él. Y por tanto, amaba ese anillo y lo que significaba para ella. 

El madrileño se quitó la corbata del cuello dejándola encima de la cama. Se acercó a su mujer poniendo sus manos en su cintura. Le apartó el pelo de la cara y rozó sus labios unos segundos. Siendo sinceros, él también deseaba ponerse ese anillo y que todos supieran ya, que se habían casado. Los tiempos de esconderse, se acabaron hace mucho, y ahora lo único que quería, era que todos supieran lo felices que eran. Esbozó una sonrisa y él también suspiró algo nervioso. 

- De acuerdo, nena. Nos lo pondremos y que sea lo que dios quiera. Lo mismo no se da cuenta nadie -le dijo él emitiendo una pequeña carcajada, pues eso era algo que sabía que no iba a suceder. 

55LOVE (Runner 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora