𝖲𝖮𝖭𝖦 𝖳𝖧𝖱𝖤𝖤

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En ocasiones, Arisu desaparecía por días al encerrarse en su habitación para jugar videojuegos hasta el amanecer. No respondía mensajes ni llamadas, y debido a que su padre detestaba a Chota y Karube, la única que podía pasar a la residencia familiar era Nana. El problema era que ella ya tenía un trabajo mucho más ocupado de lo que parecía, y no siempre podía ir a buscarle hasta pasada una semana o más.

Arisu jamás se había dado cuenta de ese gran esfuerzo que hacía por él, hasta que su hermano lo comentó en una cena de manera despectiva. No era secreto que el chico tenía un pequeño crush con la mejor amiga de su hermano, y aquellas quejas sobre la actitud indiferente de Ryohei hacia la encantadora y amable chica le hicieron abrir los ojos.

Por eso, trataba siempre de responder a sus mensajes. No quería hacerla perder tiempo, o que se preocupara sin motivo por él. Sabía que Natsuki era alguien que tendía a darlo todo por los demás, y no quería que se desviviera por él cuando no se lo merecía.

— Si solo quedamos nosotros tres... — murmuró, sentado en el enorme paso de peatones del corazón de Shibuya—. Podría ser peor.

— ¿Qué? — respondió bruscamente Karube de inmediato—. ¿Te has vuelto loco? — Chota rio, señalando lo bueno que sería no tener que ir a trabajar—. Moriréis vírgenes — recordó duramente. Las risas se detuvieron, y Arisu miró a un lado evitando la acusatoria mirada del rubio—. Y tú, ¿no te preguntas donde está Natsuki?

— Prefiero que esté a salvo con la gente — no le miró, demasiado avergonzado—. Tú lo has dicho. Natsuki se merece algo mejor que tres vagos como nosotros.

El mayor sonrió, incapaz de procesar ese gran salto de madurez en el pequeño vago del grupo. A pesar de que Chota y él tuvieran la misma edad, él no dejaba de verse como un crío. Comenzaron a gritar sin sentido, aunque de nuevo quedaron en silencio cuando una luz cegadora iluminó Shibuya.

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𝐼𝐷𝑂𝐿 ━ 𝗔𝗹𝗶𝗰𝗲 𝗜𝗻 𝗕𝗼𝗿𝗱𝗲𝗿𝗹𝗮𝗻𝗱 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora