𝖲𝖮𝖭𝖦 𝖥𝖮𝖴𝖱

4.3K 454 117
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


•*¨*•.¸¸☆*・゚•*¨*•.¸¸☆*・゚

Aún después de haber logrado encontrar un lugar cómodo donde pasar la noche, Nana no se separó de Arisu. Generalmente en sus salidas y tardes jugando videojuegos o en el bar con Karube tampoco se despegaba de él, pero esta vez el miedo a morir y encontrarles tras tres días sola la estaban convirtiendo en una pequeña lapa que llenaba de sonrojos al más joven.

- Y creo que eso es todo - concluyó, iluminada tenuemente por unas velas. La zona de camas del centro comercial era perfecta para descansar, y a petición de Natsuki habían juntado dos camas king size para poder explicar todo lo que sabía de ese extraño lugar. Debido a la tensión entre Karube y Shibuki tras el juego, ella había decidido irse directamente a dormir.

- Entonces llevas aquí varios días... - repitió pensativo Chota. La pelirrosa asintió, acurrucada entre Karube y Arisu-. ¿No has visto a más gente?

- Además de esos dos hombres y la estudiante de hoy, a nadie más -nego, apoyando la cabeza sobre el regazo de Arisu. Este carraspeó, completamente quieto como un palo-. Pero es obvio de que debe haber bastante más gente por ahí, escondidos como nosotros. Tal vez incluso haya grupos de gente que se ayude entre sí... Ryo, ¿puedes deshacerme el peinado?

Aún tenso, comenzó a quitar su enrevesado moñito. Generalmente siempre tenía el pelo recogido en todo tipo de peinados, sintiendo especial favoritismo por hacerse dos pequeños moños. Trenzas, coletas, complicados recogidos... Tanto a la empresa como a ella la gustaba dar esa imagen, y con el tiempo hasta Chota aprendió a hacer trenzas.

- Todo esto es tan extraño... -habló para sí mismo Arisu, incoscientemente colocando sus mechones rosas una vez deshizo el peinado como le había pedido. Al estar recién teñido no se notaba ni un milímetro de raíz negra.

- Ya no estoy tan asustada - murmuró la chica, sonriendo-. Ahora os tengo a vosotros.

Aún teniendo toda la tienda a su disposición, Natsuki se quedó dormida sobre el regazo del gamer, sujetando con cierta fuerza la mano del adolorido Chota tras su grave quemadura. Karube suspiró arropando a sus amigos ya dormidos, apoyándose sobre el respaldo de una de las camas observando la nada. Su adorada Tsuki había estado días perdida sola en aquel mundo terrorífico, aunque al fin estaba junto a ellos. El joven Arisu, la tierna Natsuki y el torpe Chota... Nana tenía razón: se tenían los unos a los otros, y eso era suficiente.

𝐼𝐷𝑂𝐿 ━ 𝗔𝗹𝗶𝗰𝗲 𝗜𝗻 𝗕𝗼𝗿𝗱𝗲𝗿𝗹𝗮𝗻𝗱 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora