[𝗜𝗗𝗢𝗟] 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢 𝘰 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘢𝘮𝘢𝘥𝘢 𝘰 𝘢𝘥𝘮𝘪𝘳𝘢𝘥𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘦𝘹𝘢𝘭𝘵𝘢𝘤𝘪ó𝘯
▰ El escenario era su mayor sueño, la música su lugar seguro y sus amigos su hogar.
Nana debutó apenas a los diecisiete años, aunque cuando todo a su al...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•*¨*•.¸¸☆*･ﾟ•*¨*•.¸¸☆*･ﾟ
El río estaba más crecido que la última vez que pasó por ahí. Tal vez fuera efecto de Borderland, o que estaba tan triste que no podía pensar en otra cosa que no fuera la profundidad de un río.
— La Playa está algo lejos.
— Podemos ir en bici — rozó a propósito sus brazos. Detestaba ver a Natsuki tan hundida—. Como en los viejos tiempos, ¿te acuerdas? Siempre íbamos en bici al instituto.
Natsuki sonrió levemente. Todas las mañanas, sin falta, Arisu paraba en su puerta para ir juntos en su bici. Cuando ella se graduó esa tradición se perdió, pero pronto le comenzó a acompañar Chota.
— Echo de menos esos tiempos, te veías tan mono tratando de aprender a tocar la guitarra — bromeó, rozando también sus brazos al balancearse—. Decías que querías trabajar conmigo cuando te graduaras. Mírate ahora, pequeño mantenido — rio ante su cara de ofendido—. Perdona, perdona, era una broma.
— Cuando volvamos a casa, comenzaré a estudiar. O a trabajar — determinó. Nunca le había visto tan seguro de algo—. Quiero... Bueno, es un secreto.
— ¿Le guardas secretos a tu mejor amiga? — codeó suave, aunque le dio en el punto de cosquillas y rio—. Bueno, entonces yo no te contaré... No te lo puedo contar, es verdad.
Arisu rio, e inconscientemente tomó su mano apoyada en la barandilla. Se sobresaltó ante el cálido tacto, pero no dudó en entrelazar sus dedos con una sonrisa contagiosa. Ni si quiera cuando llegó Usagi se separaron. Se necesitaban el uno al otro en ese momento, necesitaban recordar que se tenían el uno al otro y todo estaría bien.
— He encontrado bicis — señaló. Dos bicicletas. Natsuki se ilusionó ante la idea de volver a montar con Arisu como cuando eran más pequeños—. Pero no sé montar.
— No hay problema, yo te llevo — su mano se sintió fría cuando la soltó—. Tú nos guías, Nana.
— Claro — asintió de inmediato. Cogió la bicicleta con cestita, y dejó la que tenía un asiento trasero para Usagi y Arisu—. Os encantará la Playa.
