𝐁𝐋𝐔𝐄 𝐑𝐎𝐒𝐄𝐒 | Takami Keigo

𝟭𝟭┇𝗣𝗲𝗻𝘀𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗲𝗿𝗿ó𝗻𝗲𝗼𝘀

Una oscura y tranquila noche era el escenario en donde se originó rumores que circularían y cambiarían el equilibro del bajo mundo como nadie lo imaginaba, un grupo de villanos habilidosos habían sido asesinados por una persona desconocida, sus cuerpos habían sido encontrados en el mismo edificio donde murieron, bañados en su propia sangre cubiertos de espinas que atravesaban su cuerpo en donde también existían las bellas rosas azules manchadas del bello líquido carmesí.

— ¿Y quién eres tú? ¿Cuál es tu nombre? — un hombre adulto de gran tamaño, con traje formal y con una parte de su rostro deformado, acompañado de otros adultos miraba con una gran sonrisa a la pequeña figura de la niña frente a él.

— Eso no es de tu incumbencia — con palabras que vacilaban entre confianza y miedo, la joven azabache temblaba levemente pero aun así prefería seguir mostrándose firme en la forma en las que los miraba.

La sonrisa de aquel misterioso hombre se agrando con su respuesta.

— Fascinante, tu don es verdaderamente fascinante

Y aquel acto genero un gran escalofrió en Aoi.

El juego en el que se encontraban Hawks y Aoi era arriesgado en todos los sentidos posibles, si la Liga de villanos se enteraba que Hawks aparte de recibir información de Dabi también receptaba todo lo que Aoi sabía, inmediatamente su misión de infiltrarse se arruinaría y por otro lado si la Liga se enterará de su colaboración con Hawks estos dejarían de compartir información y además de eso perdería reputación en el bajo mundo y seguramente el héroe profesional la arrestaría sin demora alguna.

Era una jugada peligrosa pero demasiado beneficiosa para ambos.

— Tienes sangre en tus mejillas...— dijo el Wings Hero observando a la azabache de orbes azules que en la oscuridad de la noche solo era alumbrada por las luces de la ciudad que hacían resaltar sus ojos aún más de lo normal, le miraba con indiferencia que fingía para no demostrar las extrañas emociones que sentía cuando veía al héroe frente a ella.

— La malversación de fondos del Distrito ya fue solucionada — contestó ella con simpleza y al mismo tiempo arrojando ciertos papeles hacia a el héroe alado que sin perder el tiempo comenzó a revisar con atención la información recolectada por la azabache.

— Eres muy buena en esto, ojitos — comentó con gracia Hawks mientras fruncía el ceño al leer lo escrito — El ejército liberador esta... Espera esto es ¿En enserio?

— Más de lo que crees — Aoi también tenía un semblante serio, más que de costumbre y esto el héroe lo había notado desde que la vio llegar — Te pondrán a prueba y talvez quieran perder contacto contigo

— De acuerdo a esto va a estallar un gran conflicto, Aoi ¿Estas segura de que esto es real?

Aquella pregunta ofendió ligeramente a Aoi quién frunció levemente el ceño por sus palabras, pero aun así sus ojos mantenían serenos.

Ella soltó un largo suspiro para después subirse al filo de la azotea donde hace unos pocos días habían empezado a reunirse cada cierto tiempo.

─ No lo creas si tanto lo dudas ─ su suave voz fue acompañada de un tono sarcástico, aquel que resonó en los oídos de Hawks quién le miraba con una sonrisa tratando de predecir sus acciones.

Pero el bien sabía que Aoi Naraku era un total misterio que era casi imposible de predecir y aquello al héroe alado le causaba un curiosidad y atracción inigualable.

─ Nos vemos y... Comprueba por ti mismo lo que planea el Ejército liberador...

Ella misma se desvaneció en pequeños azules hasta perderse de la vista del rubio que no le había dejado de mirar en ningún momento.

Pero en cuánto la azabache se fue una leve risa salió de los labios del héroe alado acompañado de una fugaz sonrisa mirando al azulado cielo de la noche.

De un tono tan profundo como los ojos de aquella única mujer que lo había dejado con las palabras en la boca.

─ No me dejó despedirme...

Y un agitado corazón que el héroe no sabía cómo frenar.

En los suburbios de la ciudad, un azabache de varias quemaduras y ojos de un color turquesa miraba el cielo con una mirada seria y perdida, vagando entre el oscuro mar de sus recuerdos que estaban plagados más de memorias dolorosas que oprimían su corazón y volvían loca a su mente.

Pero aún como todo ser humano, tenía recuerdos que le sacaban una sonrisa y en muchas de esas memorias estaba aquella azabache de unos bellos ojos azules.

Él lo sabía bien, que muchas veces en el pasado, el abandono de su parte hacía Aoi le había generado mucho dolor y problemas.

Y aun así ella le había perdonado y recibido como los brazos abiertos, con una de esas sonrisas que ella no brindaba a nadie, pues sabía bien que Aoi actualmente no valoraba a nadie más que a él.

También sabía bien que sus objetivos eran demasiado opuestos, mientras que Dabi generaba caos para sí mismo y asesinaba sin motivos claros, Aoi lo hacía con un fin mayor y solo a quien ella juzgara como personas que habían perdido el valor como humanos.

─ No vino otra vez... ─ su fría voz se mezcló con el frio de la noche y mientras miraba el oscuro cielo, se propuso buscarla pues su fiel amiga no había aparecido en buen tiempo en su punto de encuentro.

Y Dabi que pensaba conocer mejor que nadie a Aoi Naraku, ni siquiera tuvo el mínimo pensamiento de que se reunía en secreto con un héroe o que ese héroe fuera Hawks, quién el utilizaba para obtener información.

Y mucho menos tuvo la más remota idea de sobre los extraños sentimientos que aquellos dos empezaban a sentir el uno por el otro.