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¿Freezer?

Finalmente, la lucha contra Garlic Jr. había terminado, y con ello, la paz había regresado a la Tierra. Krillin y Maron habían decidido tomar caminos separados, y había pasado un año desde que Freezer dejó este mundo. Mi pequeño Yuu, que había comenzado a caminar y a balbucear sus primeras palabras, estaba creciendo rápidamente. En cuanto a mí, había dado un giro sorprendente en mi vida: ahora era modelo comercial, promocionando varias marcas, grabando comerciales y participando en una serie de televisión. La transformación de un asesino del ejército a modelo puede parecer un salto increíble, pero todo comenzó con un cambio inesperado en mi vida.

Mientras me preparaba para una sesión de fotos, una joven asistente o mejor dicho mi manager se acercó a mí, ajustando un mechón de mi cabello con delicadeza.

—¡Haruki, es hora de la sesión de fotos! —dijo con una sonrisa, asegurándose de que todo estuviera perfecto.

—¡Voy enseguida, Hana! —le respondí con una sonrisa antes de seguirla hacia el estudio.

Me dirigí al set, pensando en cómo mi vida había cambiado desde aquellos días. La industria del modelaje me había ofrecido una nueva perspectiva y un propósito que nunca habría imaginado.

(.....)

Un gran estruendo seguido de un temblor sacudió el patio trasero de la casa de Bulma, alertando a todos los presentes. La familia de Bulma, que disfrutaba de una tranquila tarde, rápidamente se movilizó hacia el origen del caos.

—¡Ay, Dios mío! —exclamó la madre de Bulma, sujetando con firmeza una bandeja con tazas de té en una mano y la tetera en la otra—. ¡Pero si es el ladrón de naves! ¡Por fin ha regresado!

Puar y Yamcha llegaron corriendo al lugar, con Yamcha inmediatamente adoptando una postura defensiva. La compuerta de la nave se abrió lentamente, y de su interior emergió Vegeta, el príncipe saiyajin. Su presencia imponente pronto capturó la atención de todos.

—¿Qué demonios estás haciendo aquí, Vegeta? —exigió Yamcha, frunciendo el ceño mientras intentaba evaluar la situación.

—¡Ay, Dios santo! —dijo la madre de Bulma, sorprendida—. ¡Es ese muchacho! ¡Qué sorpresa!

Vegeta observó a su alrededor, y su mirada se detuvo en el bebé que Bulma sostenía en brazos. Con una expresión de impaciencia, dirigió su atención a la situación.

—Mmm... ¿Todavía no ha regresado Kakaroto? ¡Contestad!

—No me digas que no viste a Goku en el espacio, ¿verdad? —preguntó, Vegeta se adelantó, dando un salto de la nave hasta quedar frente a Yamcha. La tensión entre ellos se podía sentir.

—No tengo por qué contestar esa estúpida pregunta —respondió Vegeta, con una mezcla de arrogancia y frustración.

La atmósfera se cargó de tensión mientras los dos hombres se miraban fijamente. Bulma, Puar y los demás observaban con preocupación, sin saber cómo reaccionar ante el inesperado regreso de Vegeta.

—¡Papá! —exclamó el pequeño Yuu, estirando sus bracitos hacia Vegeta. Todos los presentes dirigieron la mirada hacia el niño, que con su voz infantil y entusiasta, parecía haber captado la atención de todos en la escena.

Bulma, con un suspiro, se acercó a Vegeta.

—Vamos chiquillos, cálmense. Yuu, él no es tu papá. Tu padre está trabajando —dijo con tranquilidad, antes de volver su atención a Vegeta—. Primero deberías bañarte. Estás muy sucio —añadió, tocando el pecho de Vegeta con un gesto firme y señalando hacia un área cercana—. Ven, es por aquí.

𝐓𝐡𝐞 𝐁𝐞𝐠𝐢𝐧𝐧𝐢𝐧𝐠 [Freezer x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora