—¿Te merece la pena?
—¿El qué? — No necesito levantar la mirada del libro para poder contestar, aunque siento en todo momento como Azahar pierde la paciencia cada vez que hace una nueva pregunta y parece entender que no la estoy prestando la suficiente atención.
—Que te pases el día aquí metida.
—¿Ah? — Deslizo el dedo por el borde de la hoja antes de doblarla y pasar a la siguiente, aprovechando el momento para subir un poco más las gafas que lentamente se deslizan por el puente de mi nariz. —Sé que quieres que hagamos cosas juntas, que siga viendo todo esto a ver si algún rincón me devuelve algún recuerdo. — Dejo escapar un pequeño suspiro decidiendo que es hora de dejar la lectura para terminar la conversación, o no podría continuar. —Pero necesito enterarme de esto, quiero leer la historia de Andara, ya sé que nos la enseñaron durante la instrucción y que estás cansada porque ya aprobamos dicho examen que yo aún no recuerdo. ¿No crees que necesito volver a tener esta información en la cabeza?
—Es una tontería, y un aburrimiento...
—Para mí todo es nuevo, me supone una gran curiosidad, además, quiero echarle un ojo a los registros de gobierno.
—¡¿Política?!, ¿estás loca?
—Sólo quiero saber quién mandaba antes de Zero, como lo hacía, como lo hace él, las posibles sucesiones, un poco de cultura general, ¿no te parece? — La pila de libros que había acumulado en las horas previas debía darle una pista del real interés que todo aquello me causaba.
—Todo eso no es interesante, además, si nos preguntas, cualquiera de nosotros te puede contestar. Tal vez se nos olvide algo, pero Rahul lo conoce de principio a fin. ¿Por qué no le preguntas en vez de meter la nariz en libros que tienen más polvo que otra cosa?
—No quiero pedirle ayuda a Rahul para adquirir conocimientos para los que no me es necesario. — Encojo sutilmente los hombros, realmente no tenía ganas de mantener una conversación con Rahul. Después del encuentro en el simulador y su marcha cargada de mal humor, no era la persona a la que más ganas tenía de ver. —Los libros me serán de ayuda igualmente, y pasaré la tarde entretenida. Hay entrenamiento, ¿no? No tengo ganas de estar horas sentada en la piedra viendo como todos pueden hacer algo menos yo, lo siento, Az, pero quiero sentirme útil por una vez, y si eso implica leerme estos libros polvorientos, que así sea.
La chica refunfuña, puedo sentir su desgana inundando la biblioteca. Se oye un murmullo algo leve y tenue, pero se percibe bien. Azahar ladea la cabeza para encontrarse de frente con la persona que la había mandado callar, un chico con el pelo alborotado y gafas sobre la cabeza que sostiene un libro de historia entre las manos, tiene que ser de algún año superior pues Azahar ya me había comentado que ellos habían terminado los exámenes. Intento hacerle un gesto para que no la haga caso, tengo a la morena de espaldas, pero puedo imaginarme su rostro de disgusto y mal humor ante aquel atrevimiento.
—Deberías irte, no dejamos estudiar a quien lo necesita. — Veo por el rabillo del ojo como el chico asiente a mis palabras, complacido, y vuelve a enterrar la nariz entre el gran libro de sus manos.
Azahar abandona la biblioteca arrastrando los pies, sé que tendré que tener una conversación más tarde con ella, tal vez a la hora de la cena, o tal vez otro día, pues no estoy segura del tiempo que seguiré aquí metida.
――――――――┆―┆―┆―――――――――
Por un momento me veo invadida por un gran sentimiento de calma y tranquilidad, visualizo la habitación en la que me encuentro, el fuego de la chimenea me calienta la piel. Encuentro entre mis manos una taza de chocolate caliente, dentro está dibujada la uve de los Volue; tengo las piernas encogidas en el sofá y un libro abierto en la mano contraria. Noto como mi respiración se pausa mientras el chocolate se hace paso por mi garganta, lo saboreo, tiene un ligero toque a vainilla y canela.
ESTÁS LEYENDO
Crónicas del Pensamiento | Libro I. Andara.
Teen FictionLunna, una joven que despierta en un lugar desconocido, aturdida, desorientada y sin memoria, cree plenamente que la locura gobierna dentro de ella, y lucha constantemente por encontrar una muy ansiada realidad. Un mundo donde la verdad está permiti...