Capítulo 8: Continuar

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La observó.
Kacchan estaba ahí, en el mismo edificio, a unas cuantas mesas de él. Tan cerca, pero a la vez tan lejos.

Ella almorzaba acompañada del pelinegro, lo habían hecho desde hace días, y hoy no era la excepción.

Las uñas clavabas sus brazos y las lagrimas amenazaban con salir de sus verdes ojos. Bajó el rostro tratando de ocultarlas.
La semana apenas comenzaba y ya no se sentía capaz de soportarlo.

Kacchan le había hecho prometer que se mantendría alejado de ella ¿Por qué? ¿Por que no lo quería cerca?. Realmente no lo entendía.
Pero debía dejarla, ella debía continuar con su vida y el no podía impedírselo.

Un movimiento a su lado, hizo que rápidamente secara sus lagrimas y levantara la mirada.

Frente a él, una mano sostenía un pequeño pastelito adornado con una vela.
-¡Feliz cumpleaños!- Expresó una voz.

Dirigió su verde mirada al dueño de esa mano.
-Gra..gracias chicos- Respondió en voz baja, mientras observaba a la castaña, el peliazul y el bicolor. Sus amigos.

-¡Vamos! Un poco más de emoción- Habló la chica. -No se cumplen 18 todos los días-

-Esta tarde podríamos salir a celebrar- Comentó Shoto.

-¡Si!- Apoyó Uraraka -Podríamos salir a bailar-

-Apenas es lunes- Cuestionó Iida -No podemos salir de fiesta si mañana tendremos clases. La responsabilidad es un factor importante para cada estudiante de la U.A.-

-Yo no se bailar, pero podemos salir a comer algo- Habló el bicolor ignorando al más alto.

-¿A donde podríamos ir?- Continúo ella sin escuchar las quejas del ojiazul.

-No lo sé. Dónde quieran. Yo invito- Respondió Todoroki - Tengo la tarjeta del viejo-

Una ligera sonrisa se formó en el rostro de Midoriya al oír a sus amigos discutir por algo tan trivial como eso.


Se quedo en la universidad hasta tarde, tenia la esperanza de que ese idiota no fuera en el mismo tren que ella

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Se quedo en la universidad hasta tarde, tenia la esperanza de que ese idiota no fuera en el mismo tren que ella.
Sin embargo, ahí estaba.
Cuando caminó hacia a la estación lo pudo ver ¿Por que no la dejaba en paz?

El viaje fue una tortura, en cada movimiento esa mierda se le acercaba más y más.
Al bajar del vagón, había puesto esas asquerosas manos en su trasero.
Se sentía asqueada.

Al llegar a casa, corrió al baño. Se quito la ropa y entro a la ducha. Sentía ele aroma de ese tipo sobre ella, necesitaba quitarse ese asqueroso hedor.

Salió del baño, aún con el agua escurriendo de su rubio cabello, se sentó en el sofá.
Observó el llavero que Deku le había regalado hace años. Lo había tenido guardado en un cajón de su cuarto, sin embargo, cuándo su padre le habló sobre el significado de aquellas flores, lo buscó desesperadamente hasta dar con el.

Unas pequeñas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos mientras recordaba al peliverde, hoy era su cumpleaños.
Lo había observado desde lejos. Sonreía junto a sus amigos, se veía bastante feliz.

No comprendía porque le dolía. Ella le había pedido que se alejaran, Deku tenia todo el derecho de continuar con su vida.

-¿Qué ocurre cariño?- Escuchó la voz de su padre a sus espaldas.

-Nada viejo- Respondió mientras rápidamente secaba las lagrimas de su rostro. -Estoy bien-

Masaru se acerco a ella, esa mirada tras los anteojos solo expresaban preocupación.

-¿Hay algo que te moleste?- Insistió el mayor mientras acariciaba suavemente su mejilla.

Katsumi cerró los ojos, disfrutando el cálido contacto de su padre. Él era el único hombre con el que podía sentirse protegida.

-Y..yo- Tartamudeo la rubia.
Realmente quería soltar toda esa mierda que la agobiaba, pero no sabia si hablar con él.
¿Qué pensarían sus padres de ella si se enteraban de esos rumores?
Suspiró agotada. Estaba bien, ella estaba bien, se repitió a si misma.

-Me siento estresada por la universidad- Mintió mientras apartaba la vista del hombre. -El viaje en tren me agota-

Su padre la abrazó, no comprendía porque. Tal vez en el fondo sabia que ocultaba algo más.

-Podríamos buscar un departamento cerca de la Universidad- Habló el castaño -Así no tendrías que viajar a diario-

La menor se separó del abrazo y lo miró incrédula -¿De verdad?-

-Si- Sonrío él -Además, te evitarías las peleas con tu madre- Habló en un susurro.

Una pequeña sonrisa se formo en el rostro de la rubia
-Gracias papá- Sollozó mientras volvía a abrazarlo.

-¿Por qué?- Cuestionó el hombre.

-Por estar aquí-

...

Ese día, durante el almuerzo, buscó algún departamento cercano a la U.A.
Sobre la mesa tenia varios boletines y diarios donde podría buscar, ademas de su teléfono.

Rápidamente tomó sus cosas al sentir una bandeja a sus lado.

-Hola- La saludo alguien.

Dirigió su roja mirada hacia el origen de aquella voz. Frente a ella, una chica de ondulado y corto cabello rosado la observaba.

-Tu eres la compañera de Kirioshima ¿no es así?- Cuestionó la pelirrosa.

Katsumi maldijo internamente. Lo que le faltaba, una tipa que la tratara de zorra y le gritara que se alejara de su novio.

-Me llamo Mina- Se presentó ella con una enorme sonrisa en su rostro -¿Puedo acompañarte?-

La rubia no dijo nada.

-Kirishima me contó que hicieron un trabajo juntos y obtuvieron una excelente calificación- Comentó la chica mientras se sentaba a su lado.

-¿El pelos de mierda?- Cuestionó - Si, los fue bien. Aunque no gracias a él-

-Si, me comentó que le había costado bastante entender el tema- Rió Mina -Pero que tú comprendiste todo muy rápido. Incluso le explicaste, a gritos pero le explicaste-

Bakugo dirigió su mirada hacia la entrada del comedor. El pelinegro había caminado en su dirección, sin embargo al ver a la chica a su lado, pasó de largo.

-Él no es tu novio ¿o me equivoco?- Habló nuevamente la de cortó cabello.

La rubia no respondió.

-Vi que estas buscando un departamento- Continuó Mina.

-¿Y eso que?- Ladró la de ojos rojos.

-Tal vez no confíes en mi. No te culpo, ni siquiera me conoces. Pero en mi edificio hay un departamento libre. Es lindo y no está muy lejos de aquí- Habló mientras se ponía de pie.

Katsumi la observó en silencio mientras se alejaba.

-Piénsalo- Se despidió la pelirrosa con una sonrisa en su rostro.

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